Un científico deja en evidencia a Ayuso tras unas recientes declaraciones
"No lo entiendo".
José Antonio López Guerrero, profesor de Microbiología en la Universidad Autónoma de Madrid, ha criticado a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por no mostrarse partidaria del pasaporte covid cuando hace más de un año, sin existir todavía vacuna, quiso impulsar la llamada “cartilla covid”.
La semana pasada, la dirigente del PP afirmó que “una persona que no se ha querido vacunar, que se ha negado a hacerlo, no lo va a hacer” aunque se le exija el pasaporta covid.
“Es más, si quiere falsificar el pasaporte covid es tan fácil como compartirlo en un móvil”, añadió antes de apuntar que “la mayoría de los contagios se han producido en las familias y ahí no va a haber un pasaporte covid”.
Tras ello, López Guerrero ha afirmado en La Sexta Noche que está “un poco confuso”. ”¿Es la misma presidenta que ahora, que todo el mundo ha podido vacunarse si ha querido y por lo tanto no tendría ningún problema en presentar el pasaporte covid, es la misma que hace un año abogaba por el pasaporte covid cuando no había vacuna?”, se ha preguntado.
El experto ha subrayado que en aquel momento la idea de la “cartilla covid” hubiera sido “un agravio comparativo de verdad y un dislate” porque hubiese supuesto “favorecer casi que los chavales jóvenes se infectaran para poder ir al gimnasio, que era para lo que ella decía que iba a valer un pasarte covid sin vacuna”. “No lo entiendo”, ha repetido.
Ayuso presentó en verano de 2020 la idea de la cartilla covid, un documento similar a una cartilla de vacunación, que también tendría su reflejo en la tarjeta sanitaria virtual de los ciudadanos de Madrid.
La idea era que recogiese los datos de aquellas personas que hayan pasado la enfermedad y tengan anticuerpos, o que se hayan realizado pruebas PCR para saber si han padecido coronavirus.
Ayusó explicó que el objetivo de la “cartilla covid” es “evitar confinamientos”, y que las personas que ya hubiesen pasado la enfermedad pudieran acceder a gimnasios, museos, cines o a cualquier recinto cerrado y puedieran “seguir su vida normal”.