Un año solo en el exilio y otros desplantes de Juan Carlos I a la reina Sofía
"Son muchas las situaciones complicadas vividas por la emérita".
Hace un año Juan Carlos I se marchó a Emiratos Árabes Unidos debido a sus problemas con la justicia, con la idea de volver cuando se calmasen las aguas. Alejado del rey Felipe, física y emocionalmente, el emérito sólo ha recibido en su retiro la visita de sus hijas, las infantas Elena y Cristina. Con su mujer, la reina Sofía, tampoco parece haber tenido encuentro alguno, un gesto más que viene a confirmar lo difícil de esta relación real.
Pero todos coinciden, especialistas y entorno, en que la reina Sofía siempre se mantendrá fiel a estas declaraciones: “Mi vida es la del rey y ha merecido la pena”, como dijo en un documental de TVE, coincidiendo con su sesenta cumpleaños.
Como explica Carmen Gallardo en su libro La última Reina (La esfera de los libros), la emérita siempre ha echado en falta “la familia unida que ella no había logrado formar”. Y según la periodista, no se rendía, y quería “recuperar a Juanito, caminar con él los últimos años de su vida”. Algo que parece que no sucederá.
La madre de Felipe VI siempre ha entendido la monarquía como “una loa a la felicidad”. Y “aguantó” siendo consciente de “la gran animadversión de su marido” y sabiendo que el rey había pedido al Gobierno “que no les programaran más viajes juntos porque no la soportaba”, afirma Gallardo.
En el libro, la periodista cuenta también con el testimonio del fotógrafo Manu Gómez, que ha pasado años siguiendo los pasos de la familia real. Gómez asegura que no olvida muchas situaciones “complicadas vividas por la reina”, pero que nunca la ha visto perder la compostura.
Aun así, con su cámara captó un momento en el que la abuela de la princesa Leonor aparece con los ojos vidriosos, a punto de llorar. Unas “lágrimas que no verterá en público jamás”, afirma.
Mucho se ha especulado durante estos últimos doce meses sobre papel que la emérita ha asumido, sobre su soledad, sobre lo difícil de ese matrimonio desde sus inicios y sobre los desplantes que Sofía ha sufrido por parte de su marido a lo largo de todo su reinado.
El emérito habría dejado ver esa “animadversión” en varias ocasiones públicamente, todas ellas recogidas por la autora: