La UE alcanza un histórico acuerdo sobre su plan de recuperación tras la pandemia
España recibirá unos 140.000 millones de euros del fondo de recuperación europeo, de los que 72.700 millones se darán en ayudas directas.
Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) han llegado este martes de madrugada a un histórico acuerdo para poner en marcha un billonario plan de recuperación económica tras la pandemia de coronavirus, después de cinco días de maratoniana negociación.
El acuerdo contempla la creación de un fondo de recuperación financiado con deuda común de 750.000 millones de euros, de los cuales 390.000 millones se desembolsarán en subvenciones y 360.000 millones en préstamos con el fin de ayudar a los países más afectados.
La estrategia para salir de la recesión se apoyará asimismo en un presupuesto para el periodo 2021-2027 de 1,074 billones de euros.
“Acuerdo”, ha anunciado en Twitter el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, a las 5.31 horas (3.31 GMT) del martes, al término de una cumbre que comenzó el viernes pasado por la mañana.
”¡Día histórico para Europa!”, ha celebrado por su parte, también en Twitter, el presidente francés, Emmanuel Macron.
“Tenemos acuerdo y un buen acuerdo (...).Nunca la Unión Europea había decidido invertir de una manera tan ambiciosa en el futuro”, ha afirmado en la misma red social la primera ministra belga, Sophie Wilmès.
Para alcanzar el pacto ha sido necesario hacer concesiones a los autodenominados países “frugales” -Holanda, Austria, Dinamarca y Suecia-, a los que se ha sumado Finlandia, que han conseguido recortar el volumen de ayudas, tener mayor control sobre las mismas y mantener sus descuentos en la contribución al presupuesto.
Estos han sido los puntos más controvertidos de la negociación, junto a la propuesta para vincular la recepción de fondos del presupuesto al respeto al Estado de Derecho.
Los grandes países, Alemania, Francia, Italia y España, como la mayoría de los Veintisiete, querían como mínimo 400.000 millones de euros en subvenciones, mientras que los frugales proponían 350.000 millones.
Finalmente, el compromiso se queda más cerca de la primera cifra, pero supone un recorte de 110.000 millones en las ayudas directas con respecto a los 500.000 millones de euros que propuso la Comisión Europea (más 250.000 millones en créditos).
El Instrumento para la Recuperación y la Resiliencia, la partida más relevante del fondo de reconstrucción, destinada a financiar reformas e inversiones, aumenta su dotación a 672.500 millones, pero el resto de programas del fondo sufren importantes recortes.
El de ciencia Horizonte Europa pasa de 13.500 a 5.000 millones; el de inversiones Invest EU, de 30.300 millones a 5.600; o el Fondo de Transición Justa para el clima, de 30.000 a 10.000 millones; mientras que el Instrumento de Solvencia propuesto por Bruselas para ayudar a empresas en problemas se ha eliminado.
El acuerdo refuerza además el control sobre la concesión de ayudas directas para contentar a Holanda, que reclamaba que los países pudiesen vetar los planes de reformas e inversiones de sus socios, mientras que la Comisión Europea planteaba que se pronunciasen solo a nivel técnico.
Los países remitirán sus planes a la Comisión, y estos tendrán que ser aprobados también por una mayoría cualificada de los Veintisiete.
Después, a la hora de autorizar el desembolso de cada tramo de ayuda, si un país o varios tienen dudas, podrán elevar la cuestión a una cumbre de líderes, con lo que el pago se paralizará hasta que lo hayan abordado.
Por otro lado, aumentan los descuentos que tienen los frugales en su contribución al presupuesto por aportar más de lo que reciben, mientras que Alemania simplemente lo mantiene (en 3.671 millones de euros anuales).
El de Holanda será de 1.921 millones de euros frente a 1.576 millones en la propuesta inicial, el de Dinamarca pasará de 197 a 377 millones, el de Austria de 237 a 565 millones y, el de Suecia, de 798 a 1.069 millones.
Además, se introduce por primera vez la condicionalidad ligada al Estado de Derecho, de la que recelaban Hungría y Polonia, así como la meta de que el 30% del gasto del presupuesto y el fondo de recuperación apoye objetivos climáticos.
140.000 millones para España
España recibirá unos 140.000 millones de euros del fondo de recuperación europeo, de los que 72.700 millones se darán en ayudas directas, según ha anunciado el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, al valorar el acuerdo alcanzado por el Consejo Europeo sobre dicho fondo y el marco financiero plurianual.
“Es un gran acuerdo para Europa y para España; no les quepa duda que hoy se ha escrito una de las páginas más brillantes de la historia de la UE”, dijo Sánchez en rueda de prensa en Bruselas poco después de lograrse por fin el consenso.
Ha destacado el hecho de que en términos absolutos España sale con prácticamente la misma cantidad que propuso para el país la Comisión en la primera propuesta que hizo para el fondo.
El jefe del Ejecutivo español ha definido el acuerdo también como “un auténtico ‘Plan Marshall’ para dar respuesta contundente a la crisis de la COVID-19 pero también para abordar las transformaciones que el país necesita en el futuro, y destacó el hecho “inédito” de que la Comisión Europea se vaya a endeudar por primera vez para financiar el fondo.
Por otro lado, Sánchez ha dicho entender que se haya impulsado el llamado “freno de emergencia” porque ante un instrumento tan importante como el fondo, y dado que todos a una se van a endeudar para financiarlo, es normal que se quiera velar sobre cómo se gasten los planes y programas.
Además, ha señalado que, como él pedía, este método de control no rompe el equilibrio institucional ni degrada la posición de la Comisión Europa.
Y sobre la confianza mayor o menor que otros países puedan tener sobre las reformas españolas, ha recordado que la agenda del país está “alineada” con la de la Comisión Europea.
“Hoy todos los europeos ganamos y la Unión Europea sale mucho más fuerte”, ha insistido Sánchez, para quien la negociación de este acuerdo ha sido un “reto extraordinario” que ha requerido un “trabajo extenuante” pero cuyo resultado “ha merecido la pena”.