TVE: ¿Niños cocinando vs. Asalto al Capitolio?
¿Le estoy exigiendo a la cadena pública compromisos que no le exijo a otras cadenas? Por supuesto.
La noticia: EEUU: Asalto al Capitolio por primera vez en la historia. Es una tarde de reyes, con toques de queda incluidos. Estoy en casa, tranquilamente. El común de los mortales está viendo una serie en cualquiera de las plataformas, o leyendo en el sofá cuando de pronto nos salta en el móvil la alarma de noticia. O entramos en cualquiera de nuestras redes sociales, vemos que #Capitolio es TT, y nos vamos directos a la tele generalista. Los españoles medios acudimos a TVE, que es la cadena pública, a La 1, que es el canal que tenemos en el uno del mando (menos los intelectuales del mundo, como el director de El Huffpost, mi colega Guillermo Rodríguez, que debe tener la CNN, claro). Yo también conecto. No encuentro nada, hay una peli, pero enseguida arranca el informativo con Carlos Franganillo (con su solvencia habitual) al frente y la noticia perfectamente detallada. El informativo se dedica en profundidad. Me quedo. El asunto cobra una dimensión importante, con declaraciones del presidente electo y el saliente. Con tensiones varias, con imágenes insólitas y preocupantes. Todas las cadenas informan en sus informativos del asunto (menos Cuatro, que no tiene informativo porque ya tiene First Dates, que es otra manera de ver el mundo).
Acaba el telediario y pienso que TVE seguirá informándome, (y cuando pienso en TVE pienso en La Primera, que igual es un error de cálculo, pero es NUESTRO error de cálculo, el mío y el de millones de espectadores) y me dispongo a asistir a un especial de urgencia que la cadena pública va a montar sin duda ante una noticia de semejante calado. Yo imagino este escenario: mientras Franganillo está aquí dando la cara, hay un equipo detrás de realizadores, cámaras, corresponsales, editores y especialistas en internacional que llevan años cubriendo el mundo, reporteros que han estado en todas partes haciendo todas las Crónicas, En Portada, Informe Semanal, etc, que en este momento están poniendo en marcha la maquinaria para alargar el informativo sin problemas y convertirlo en un especial.
Pero de pronto salen los componentes de Masterchef junior y, como si nada estuviera pasando en el lugar más importante del mundo, se ponen a cocinar. Es un programa grabado, como todo el mundo sabe. Así que deduzco que no hay intención alguna de cortarlo ni de levantarlo.
Me voy inmediatamente a La Sexta y allí está ya Antonio García Ferreras, que ha acudido a la cadena, como el responsable de informativos que es, para acompañar primero a Cristina Saavedra, la conductora (impecable por cierto) del informativo, y quedarse al frente de un largo y minucioso especial sobre el asunto. Conexiones varias por Skype, por teléfono, intervenciones de expertos…
A las dos menos cuarto de la madrugada, cuando me fui a la cama, ahí seguía.
Vuelvo a La Primera, de TVE (en ese momento ya he pasado por el Canal 24 horas donde en el informativo-río presentado por el periodista Diego Losada se estaban haciendo eco de la noticia) y allí siguen los niños cocinando. Hago un tuit señalando este particular y observo que hay más gente que no tiene el Canal 24 horas como canal de referencia y que también ha acudido a La Primera en busca de estadistas que contextualicen la noticia para encontrarse al jurado y a los peques hablando sobre cómo filetear la carne…
No hay un solo avance entre plato y plato. La vida informativa está toda en el 24h, porque “hay vida más allá de La Primera”, tal y como apunta en Twitter la responsable de Comunicación de la cadena pública, María Escario:
Deduzco que el tuit es una reacción a la acción, una respuesta a la pregunta de por qué La primera sigue con Masterchef. Recuerdo que este debate ya se ha planteado más veces y lo pongo en Twitter de nuevo. Lo contamos en El HuffPost en noviembre, cuando La Primera siguió emitiendo una película de Manolo Escobar, Todo es posible en Granada, mientras estaba resultando elegido Biden como nuevo presidente de EEUU. En aquel momento, en el informativo del 24 horas estaba Beatriz Pérez Aranda dando paso.
La noche avanza. Al Canal 24 horas (que por cierto no tiene una cuenta propia de Twitter, ni tampoco de Instagram, me pregunto por qué) se incorpora Lorenzo Milá y es como si hubiera entrado un huracán, de pronto aquello cobra vida. Y uno desea que aparte de la mesa todo lo que hay, se arremangue, se ponga al frente y empiece a dar juego, igual que ha hecho Ferreras en laSexta. En ese momento me pregunto dónde está Franganillo, al que también me interesa escuchar (ambos fueron corresponsables en EEUU). Al poco se atienden mis plegarias y, zas, Carlos Franganillo se une a Milá y al conductor. Y empieza a ser un gusto oír a estos dos periodistas ponderar sobre el asunto, aportar información, puntos de vista, opiniones bien argumentadas, sosiego, luz… Y me entristece pensar en la cantidad de espectadores que se lo pierden por no saber aún “que hay vida más allá de La Primera” y que también está Radio 5.
En ese momento, 23:32 de la noche, Escario escribe un nuevo tuit, quiero pensar que para calmar a los ansiosos como yo que no quieren ir al número 112 de su dial para conectar con el 24 horas o a otros que lo tienen en el 200, o a todos esos que no saben ni que está porque lo han buscado en Twitter y no les aparece…
“En unos minutos” se convierte exactamente en una hora y 20 minutos. Es la una de la madrugada, justo cuando finaliza el concurso de cocina. ¿Y qué sucede en ese instante? Que la señal del Canal 24 horas pasa directamente a La Primera. La misma. La misma mesa, simplemente cambian de canal. Yo me quedo un poco desencantada, esperaba otra cosa, esperaba que el querido Franganillo, escoltado por Milá (más alguna periodista de la casa especialista en EEUU, en política internacional), se pusieran manos a la obra. Y en otro escenario, contextualizaran de otra manera, señalándose como lo que son, una cadena de primera magnitud. Que todos los espectadores tuviéramos claro sus señas de identidad, su singularidad, su precisión, su arrojo, su pulsión informativa.
Mientras todo eso sucede, las opiniones dentro de la cadena, dentro de la cúpula incluso, siguen siendo dispares y las preguntas de fondo siguen siendo las mismas
¿Cuál es el canal de referencia de TVE? ¿La 1? Entonces, ¿por qué cuando tú esperas algo importante no comparece?
¿Queremos que sea el Canal 24 horas, el canal informativo de la cadena pública, igual que laSexta es el canal informativo de Atresmedia? Pues habrá que plantear nuevas estrategias, darle otra entidad, varios comportamientos televisivos convencionales y hacer mucha mucha pedagogía. El canal cerró el año 2020 con un “su mejor media de audiencia”: 1,2% de cuota de pantalla.
Si es evidente que no falta talento ni capacidad técnica para llevar a cabo un especial en los momentos cumbre, que no es falta de músculo o simple inacción, ¿podemos decir que (puesto que en menos de dos meses ha pasado dos veces) la intención para siempre de TVE será destinar todo lo relevante informativamente hablando, todas las últimas horas, al Canal 24 horas?
Y no, en Telecinco no hubo especial alguno (nadie lo reclamó, nadie lo esperaba) ni en Antena 3 (sus espectadores ya saben dónde acudir) ni en ninguna de las cadenas autonómicas salvo Telemadrid que no paró de ofrecer información en directo. En Canal Sur, por ejemplo, había otro show distinto al del Capitolio, El Show de Bertín…
¿Le estoy exigiendo a la cadena pública compromisos que no le exijo a otras cadenas? Por supuesto. Datos de audiencia, para contextualizar: el programa Masterchef Junior (de 22:45 a 00:47) tuvo un 13,2% de audiencia (1.863.000 espectadores). A esa misma hora, el especial informativo de laSexta, de 20:59 a 1:46 de la noche) tuvo un 8,8% (1.232.000)
Y ya en el late night, a partir de la una de madrugada, el especial que la cadena pública trasladó del Canal 24 horas a La Primera reunió al 9,1%, 443.000 espectadores.
La media de audiencia del Canal 24 horas ya la he contado arriba. No hay más preguntas pues.