Trump denuncia un intento de "robar" las elecciones y Biden reconoce que no hay ganador claro
Uno se da como vencedor y avisa que peleará por el reconocimiento de sus votos. El otro, prudente, dice: "Mantened la fe, vamos por buen camino".
La enloquecida noche electoral en EEUU deja muchas más preguntas que respuestas. Aún no hay resultados definitivos, con estados que ni han iniciado el recuento y el voto por correo sin sumar, y con los datos que han sido ya procesados no hay nada claro. En mitad de esta confusión, los dos candidatos han hablado ya para valorar la situación.
El presidente actual y candidato republicano, Donald Trump, lo ha hecho vía Twitter, como es su estilo. Ha anunciado una comparecencia para esta misma noche pero de momento ya ha dicho que les están “tratando de robar las elecciones”, pese a lo bien que dice que lo han hecho. “Nunca dejaremos que eso pase. ¡No se pueden emitir votos después de que las urnas estén cerradas!”, denuncia. Por si fuera poco, se ha declarado ganador: “A big win”, una gran victoria, ha escrito.
Por su parte, Joe Biden, el candidato a la Casa Blanca por el Partido Demócrata, ha comparecido brevemente en Delaware, su estado, para valorar los datos. Visiblemente contento, ha declarado que ni el republicano ni él mismo se pueden declarar ganador con los datos que hay sobre la mesa, con estados que ni han iniciado el recuento y el voto por correo sin sumar.
“No podremos saber los resultados hasta mañana por la mañana, va a llevar más tiempo, no podemos declarar un ganador pero estamos contentos con el resultado”, ha insistido.
“Quiero daros las gracias a todos, ¡enhorabuena demócratas de Delaware! Estoy muy agradecido a mi equipo y a los voluntarios, a todos los que nos han apoyado en el país”, ha enfatizado.
Ha hecho un llamamiento a sus seguidores que, dice, es el mismo que a él le hacen por la calle: “mantén la fe”. “Y yo os digo: mantened la fe, vamos por buen camino”, ha finalizado.
La falta de recuento de al menos cuatro estados tienen en vilo las sumas de más de 60 votos electorales o indirectos, los que finalmente encumbran o descartan a un candidato.