Trump condena el racismo y el supremacismo blanco en EEUU tras la matanza de El Paso
“Es la enfermedad mental la que aprieta el gatillo, no las armas”, puntualiza el presidente de EEUU.
El presidente de EEUU, Donald Trump, ha urgido al país a condenar con “una sola voz el racismo, el fanatismo y el supremacismo blanco” al comentar el reciente tiroteo de El Paso (Texas). El presunto autor del tiroteo, que dejó 20 muertos, publicó un manifiesto contra los inmigrantes y los hispanos antes de la masacre. El asesino de Dayton (Ohio) mató a nueve personas.
Trump, que se ha mostrado “indignado y asqueado” por las matanzas, ha defendido que los condenados por crímenes de odio deberían encarar ejecuciones “rápidas”. “Es la enfermedad mental la que aprieta el gatillo, no las armas”, ha añadido en un clara defensa de la posesión de armas.
En algo que ya viene siendo marca de la casa, ha responsabilizado de los tiroteos de este fin de semana a todos excepto a él mismo y a las armas.
En esta línea, ha argumentado la necesidad de “reformar las leyes sobre salud mental para identificar mejor a personas que puedan cometer actos de violencia y garantizar que no sólo reciben atención, sino que en caso necesario estén confinadas”.
“Las enfermedades mentales y el odio presionan el gatillo, no el arma”, ha dicho, antes de recalcar que “hay que garantizar que aquellos considerados como un gran riesgo para la seguridad pública no tienen acceso a armas de fuego”.
Como ya suele ser habitual, Trump ha culpado a los medios de comunicación de expeler “ira y rabia” en Estados Unidos que puede derivar en hechos como los de este fin de semana. También propone un control de armas más estricto, vinculado a la reforma migratoria.
El domingo Trump afirmó que “el odio no tiene cabida” en el país, a la vez que citó problemas de “salud mental” al comentar los tiroteos de Ohio y Texas, que dejaron 29 muertos y decenas de heridos el fin de semana.
En unas breves declaraciones acompañado de su esposa, Melania, el mandatario indicó que los tiroteos eran parte “de un problema de salud mental”.
Las autoridades federales ya han anunciado que tratarán el tiroteo en Texas como un acto de “terrorismo doméstico”, mientras que aún están investigando la motivación del ocurrido en Ohio.
Su hija, Ivanka, también en mensajes Twitter, sostuvo que “la supremacía blanca, como todas las otras formas de terrorismo, es un mal que debe ser destruido”.
“Republicanos y demócratas han demostrado que pueden unirse para actuar de forma bipartidista y hacer frente a esta plaga”, ha recalcado.
En esta línea, ha indicado que “estas matanzas bárbaras son un asalto contra nuestras comunidades, un ataque contra nuestra nación y un crimen contra la humanidad”, antes de resaltar que la población está “indignada” por este “mal monstruoso”.
“Nos unimos a todos los estadounidenses al rezar por las víctimas y sus familiares. Nunca olvidaremos”, ha dicho, antes de trasladar sus condolencias al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, por la muerte de nueve mexicanos en el ataque en El Paso.
Crímenes de odio
Por ello, Trump ha prometido “actuar con determinación urgente” y ha desvelado que ha pedido al FBI “que identifique los recursos que necesite para investigar y acabar con los crímenes de odio y el terrorismo interno”.
“Debemos reconocer que Internet ha supuesto un lugar peligroso para radicalizar, alterar y llevar a cabo actos dementes. Debemos iluminar las zonas oscuras de Internet y detener los asesinatos en masa antes de que empiecen”, ha defendido.
De esta forma, ha manifestado que “los peligros de Internet y las redes sociales no pueden ser ignorados, y no serán ignorados”, al tiempo que ha pedido “actuar como un solo pueblo”. “Las heridas abiertas no curarán si estamos divididos”, ha argüido.
Trump ha abogado así por buscar “soluciones realmente bipartidistas que hagan Estados Unidos más seguro” y ha reclamado “poner fin a la glorificación de la violencia en la sociedad”.
“Esto incluye los videojuegos violentos y sangrientos que ahora son habituales. Es muy fácil a día de hoy para jóvenes en problemas rodearse de una cultura que celebra la violencia”, ha lamentado.
Un cambio cultural es difícil, pero cada uno de nosotros puede elegir construir una cultura que celebre el valor y dignidad de toda vida humana. Es lo que tenemos que hacer”, ha zanjado.