Trump conmuta la pena de cárcel a un exasesor condenado por la investigación sobre la injerencia rusa
Roger Stone, sentenciado a 40 meses de prisión, mintió al Congreso y manipuló a los testigos durante el proceso.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha conmutado este viernes la pena de prisión que estaba impuesta contra su exasesor, Roger Stone, uno de los aliados más próximos del presidente, según ha informado la Casa Blanca en un comunicado.
“Roger Stone es una víctima del fraude de Rusia que la izquierda y sus aliados en los medios de comunicación han perpetuado durante años en su intento de debilitar la presidencia de Trump”, ha afirmado en un comunicado la jefa de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany.
McEnany ha sostenido que Stone merece un “juicio justo y la oportunidad de defenderse ante los tribunales”. Por ello, ha justificado su acción por “los hechos y circunstancias atroces que rodean su acusación, arresto y juicio injusto”.
“Roger Stone ya ha sufrido mucho. Ha sido tratado muy injustamente, como muchos otros en este caso. Ahora es un hombre libre”, ha sostenido la Casa Blanca.
Asimismo, ha aludido a la actuación de los fiscales en el caso del asesor, ya que ha asegurado que se trata de un caso “que nunca debería de haber existido” y su detención “nunca debería haber sido aprobada”.
La jefa de prensa estadounidense ha aludido también al riesgo médico que podría sufrir Stone en prisión y ha subrayado que el exasesor ha pedido su liberación y un nuevo juicio. “Mantiene su inocencia y ha declarado que espera ser totalmente exonerado por el sistema de justicia”, ha añadido.
El estratega político republicano fue condenado a más tres años de cárcel por mentir al Congreso y manipular testigos durante la investigación sobre la injerencia rusa en las presidenciales de 2016. La jueza Amy Berman Jackson destacó al leer el veredicto contra Stone, sentenciado a 40 meses de cárcel, que el antiguo asesor del presidente fue juzgado “por encubrir al presidente”.
La Fiscalía acusó al exasesor de Trump de manipular a testigos tras contactar con la web de filtraciones WikiLeaks en un intento de obtener, durante la campaña electoral, información perjudicial contra la entonces candidata demócrata, Hillary Clinton.
Así, se le acusaba de “intentar persuadir a un testigo para que aportara falsos testimonios, así como retener información pertinente” para la investigación especial de Robert Mueller sobre la posible injerencia rusa en las elecciones de 2016.
Aunque Stone abandonó la campaña electoral de Trump en agosto de 2015, en la imputación se indica que “mantuvo contacto regular” con la organización Trump a lo largo de toda la elección de 2016.