Tres historias medioambientales a las que debes prestar atención en 2019
"Hemos venido aquí para deciros que el cambio está cerca, lo queráis o no. El poder pertenece a la gente".
Este año no han dejado de salir noticias sobre el medio ambiente. Lógico, teniendo en cuenta que las consecuencias del cambio climático afectan cada vez más a la vida de las personas y que las predicciones sobre el tiempo que nos queda para evitar una crisis climática resultan dramáticas.
Ahora que entramos en 2019, la edición estadounidense del HuffPost ha recopilado tres de las historias sobre ecología más importantes a las que conviene prestar atención este nuevo año.
La fauna del Ártico está en peligro. La población de renos salvajes, también conocidos como caribús, ha disminuido más de un 50% en las dos últimas décadas, y algunas de las manadas de la región de Alaska y Canadá se han reducido más de un 90%. Las causas de este descenso son complejas, pero el principal factor es el cambio climático.
El hielo del Ártico (al igual que el de su homólogo Antártico) está desapareciendo a una velocidad alarmante, y la tendencia da a entender que esto sólo va a empeorar. Por primera vez en la historia documentada, en 2018 el hielo más antiguo y espeso del mar Ártico se rompió dos veces, entre otras cosas por culpa de las olas de calor que azotaron a una buena parte del Hemisferio Norte. Por si eso no fuera lo suficientemente desolador, el último informe de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos reveló que, en las tres últimas décadas, el hielo más antiguo del Ártico se ha reducido en un 95%, una cifra sobrecogedora.
El océano Ártico lo está pasando mal, y esto supone un enorme problema para todos nosotros. Si seguimos viviendo veranos completamente sin hielo, las oscuras aguas del océano absorberán el calor solar que, de otro modo, bloquearía la capa ancha de hielo. De esta manera, el planeta se recalentará aún más y el deshielo se hará más extensivo.
El último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático calcula que al menos uno de cada diez veranos no habrá hielo en el océano Ártico si la temperatura aumenta 2ºC, o uno cada cien años si aumenta 1,5ºC. Cualquier escenario sería un desastre para la fauna, pero un calentamiento de dos o más grados podría dar lugar a pérdidas críticas para el hábitat de osos polares, focas, ballenas y aves acuáticas.
Es imprescindible limitar el aumento de la temperatura reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero. Pero incluso aunque se cumplieran las promesas existentes de restringir estas emisiones (lo cual no parece que vaya a ocurrir), nos situarían en una subida de unos 3 grados centígrados este siglo.
Estados Unidos tiene muchas cuentas que rendir en lo que al cambio climático se refiere. A pesar de ser el mayor contaminante de carbón de la historia, ni lo reconoce ni aborda la cuestión de una forma significativa.
La política (o serie de medidas políticas) conocida como Green New Deal está ganando peso como una estrategia para ayudar a Estados Unidos a reducir drásticamente el consumo de combustibles fósiles al mismo tiempo que crea puestos de trabajo. Pese a que al principio nació como una idea marginal, la propuesta ha ido ganando cobertura, sobre todo después de la publicación de varios informes terroríficos sobre la urgencia del cambio.
Liderado por la congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez, el Green New Deal, que actualmente cuenta con apoyo de ambos partidos (Demócrata y Republicano), pide que en la próxima década el 100% de la electricidad de Estados Unidos proceda de fuentes de energía limpia, una inversión en eficiencia y energías renovables, y una oferta de formación para puestos de trabajo en la economía verde.
Aunque en diciembre los demócratas bloquearon la propuesta de Ocasio-Cortez de un comité selecto sobre el Green New Deal, activistas y políticos progresistas aseguran que la lucha continuará. Se espera que esta política sea uno de los temas más importantes de la campaña para las elecciones presidenciales de 2020.
Cuando la estudiante sueca de 15 años Greta Thunberg alzó la voz en diciembre durante la Cumbre de Naciones Unidas sobre el cambio climático en Polonia, dio un mensaje brutal a negociadores y diplomáticos. "No hemos venido aquí para suplicar a los líderes del mundo que se preocupen", dijo. "Ya nos habéis ignorado antes y ahora nos volveréis a ignorar... Hemos venido aquí para deciros que el cambio está cerca, lo queráis o no. El poder pertenece a la gente".
Thunberg es una de las voces más importantes de un movimiento global de jóvenes que se niegan a que los políticos se desentiendan del cambio climático, y que están preparados para emprender acciones directas.
Entre las trágicas noticias de 2018 —incendios forestales letales, contaminación de plásticos tóxicos, aumento de la inversión en los combustibles fósiles más sucios y la decisión de Donald Trump de frenar la política medioambiental—, se ha colado una muy buena: el activismo ecologista da indicios de expandirse y consolidarse en 2019.
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' EEUU y ha sido traducido del inglés por Marina Velasco Serrano