Hemos ido tres días al barrio de Salamanca y hemos dado con un votante de Podemos... pero nos lo ha presentado el partido
La sensación en el distrito con más renta de Madrid es que los morados son residuales: "Hay que gente que dice que nos va a votar pero lo dice en plan clandestino".
El barrio de Salamanca de Madrid es el fortín inexpugnable de la derecha. En lo que va de pandemia, el distrito más rico de la capital —68.333 euros de renta bruta media— y el undécimo más populoso —147.854 habitantes—, se ha convertido en el lugar de moda para protestar contra el Gobierno de coalición de PSOE y Podemos.
Pese a ello, en el barrio hay votantes morados —5.686 en las últimas elecciones generales—. Aunque El HuffPost ha tenido que recurrir al partido para encontrar uno tras tres días de búsqueda aleatoria. “Hay gente que dice que nos va a votar pero lo dice en plan clandestino”, cuenta José Luis Rodríguez, de 64 años y vecino del barrio.
Hace un año, en pleno confinamiento, el barrio de Salamanca vivió una eclosión de protestas que la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, defendió: ”¿Cayetanos? Son ciudadanos que se están arruinando”, clamó. Lo cierto es que el PP es el sheriff del lugar. Y la sola mención de la palabra Podemos o del nombre de Pablo Iglesias provoca urticaria en algunos.
Una vecina con plumas morado que pasea a su caniche blanco con vestido rosa, zanja: “Yo voto a la derecha. No me importa decirlo. Podemos, nada. Es que quito la tele cuando aparecen”.
José Luis Rodríguez sabe que su partido, en el que milita, lo tiene complicado en su barrio: “Lo tenemos muy difícil. Estos días estamos poniendo mesas informativas y mucha gente nos da las gracias por estar ahí. Entienden que es difícil y un barrio complicado. Pero bueno… también hay gente que nos vota en este barrio. La zona de Guindalera, Ventas… He participado de apoderado y siempre hay gente que sale diciendo: ‘Os he votado, os he votado’. Y salen como 40 o 50 votos en mi colegio. Pero ves los montones del PP y piensas… por favor, cambiadnos papeletas…”.
Una señora cruza la calle de Serrano y ni tan siquiera cree que los de Pablo Iglesias puedan lograr una sola papeleta por allí: “No creo que haya nadie que vote a Podemos. Es que me parece inconcebible”. Y un matrimonio mayor que baja por la calle de Goya hacia la plaza de Colón, zanja: “¿Podemos? Esos señores solo traen ruina y miseria. Nosotros no les vamos a votar. Y no creo que encuentres a nadie que les vaya a votar por aquí”.
La tónica del distrito es la misma día tras día. Una vez se comenta el nombre de Iglesias, se incomoda al personal. Rodríguez, el votante morado, sabe el porqué: “Podemos se dirige más a una clase trabajadora. De otro nivel. Podemos tiene más presencia en barrios de lucha obrera, como Vallecas, Vicálvaro, Carabanchel, Orcasitas… toda esta zona del cinturón Sur. Y aquí en el barrio de Salamanca, aunque no todos tienen el poder adquisitivo de pijo o gente de buen vivir, casi todos son del PP. Piensan que protege sus recursos o sus viviendas… El discurso que dan es que la gente de Podemos te va a quitar la casa y a bajar las pensiones… Yo creo que nunca van a cambiar. Aquí votan al PP y da igual si presentan a un pingüino porque lo van a votar. Van en masa aunque sepan que han robado… Yo discuto mucho con la gente de ese tema. Y te responden: ’Otras cosas hacen bien”.
La calle de Goya es una de las arterias que articulan el distrito. Y la calle de Serrano es el corazón de la milla de oro, el lugar donse se concentran las grandes marcas y las tiendas de lujo de la capital. Rodríguez, que se considera un afortunado, no tiene ninguna esperanza de que su partido gane en su distrito, aunque sí alberga alguna de que la izquierda logre formar Gobierno.
“Me considero una persona afortunada con una pensión alta, de unos 2.200 euros. Con mi pareja, los dos compartiendo, más o menos podemos permitirnos vivir al nivel que exige este barrio. Todos dicen que vamos a desaparecer en Salamanca, que es una misión imposible, pero bueno… estamos demostrando con hechos desde que hemos llegado al Gobierno, que podemos ganar y gobernar en la Comunidad de Madrid también. Si la izquierda se moviliza con una coalición como en el Gobierno se puede. Yo tengo esperanzas. Lo único que en este barrio pues te acusan de rojo y populista. Yo les lleno el barrio de pegatinas y sobres de Podemos en los buzones”, dice este excontable de la Asociación de Envasadores de Aceite, donde trabajó cuatro décadas.
Aunque Rodríguez se esfuerza en amplificar el discurso de Podemos en zona hostil, este votante lidia también con bromas de los suyos. “Voy a un barrio o a alguna asamblea en Vallecas y como defiendo a Podemos de Salamanca y de Retiro pues nos dicen: ‘Ya están aquí los de la burguesía obrera’. El comentario se hace. Tengo amigos que viven en Vallecas y te llaman pijo. Ese comentario se hace por parte de la militancia”, reconoce.
Las urnas serán el próximo 4 de mayo las que hagan un recuento de cuántos “burgueses obreros” hay en Salamanca...