Torres Mora: “España es un país de centro izquierda”
Entrevista al ex jefe de gabinete de Zapatero: “El proyecto de la izquierda es el triunfador pero, sin embargo, tiene malos resultados electorales”
En las paredes de su despacho en el Congreso cuelgan dos portadas enmarcadas de El País y Público: las victorias electorales de José Luis Rodríguez Zapatero en 2004 y 2008. José Andrés Torres Mora no aparece en las fotos, pero estaba aquella histórica noche del 14 de marzo cuando el PSOE vencía por sorpresa. Y él fue el encargado de haber escrito minutos antes dos discursos al expresidente, uno por si ganaba y otro por si perdía.
Torres Mora (Málaga, 1960) fue uno de los ideólogos del 'zapaterismo' y jefe de gabinete del entonces líder socialista entre 2000 y 2004. Doctor en Sociología y profesor en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense, lleva militando en el partido del puño y de la rosa desde 1977. Lector voraz y testigo de la historia contemporánea de nuestro país desde la primera fila, ahora ha decidido volcar sus reflexiones en el libro La izquierda es la libertad. Y en esta entrevista reflexiona sobre los días de zozobra que vivimos.
¿Hacia dónde va la izquierda ahora mismo?
Tiene que ir a una conversación consigo misma sobre qué le está pasando. Me parece que el proyecto de la izquierda ha ganado históricamente, es el triunfador y sus valores son los mayoritarios. Sin embargo, los partidos de izquierdas están teniendo malos resultados electorales en toda Europa, especialmente los socialistas. El mundo de hoy se parece mucho más a los sueños de personas como Pablo Iglesias o Jaime Vera en el siglo XIX que a quienes los combatían. Y se parece más la España de hoy a lo que soñaron Felipe González y Rafael Escuredo en la Transición que a los que se oponían a ellos. Hemos ganado. Por eso tenemos que preguntarnos...
¿Qué?
Qué ha pasado para que nuestros valores y el modelo de sociedad haya ganado y nosotros estemos perdiendo.
Hablando de ganar y perder, hay que hablar de Andalucía. Conoce perfectamente la tierra. Hemos visto que decenas de miles de socialistas se han quedado en casa y, de repente, ha aparecido por primera vez la extrema derecha con representación en un parlamento regional. ¿Qué análisis hace?
Lo hablaba un día con mi maestro, Julio Carabaña. Hay un dato: el PSOE ha perdido allí el 22% de sus votos. Alguien puede decir que es por el cansancio de la gente tras 36 años de gobierno socialista y los errores cometidos. Pero incluyes un nuevo dato: el PP ha perdido también el 22% de sus votos y no ha gobernado. Por lo tanto no valdría la anterior explicación. Entonces la siguiente explicación que se da es que la gente está cansada de los viejos partidos. Pero hay otro dato que impugna esto: Adelante Andalucía ha perdido el 23% de los votos. Entonces qué ha pasado para que subieran los otros partidos respecto a estos tres. Ciudadanos, si en algo se distingue, es que su posición respecto a Cataluña ha sido más nítida, que no digo mejor ni más responsable. Y es un factor que está en la conversación en Andalucía como en el resto de España. La gente lo reconoce en las encuestas y muchas personas estaban pensando en ese tema.
¿Y Vox?
Tiene que ver en parte con eso y, en otra, porque hay un diez por ciento de personas que probablemente en toda la sociedad española tenga una posición contra lo que ellos creen que es políticamente correcto, contra el feminismo y la apertura a valores más tolerantes. Son personas más reaccionarias y encontraron de pronto un partido que les daba voz. En parte, es una hipótesis muy extraña pero puede ser que justo la semana penúltima de las elecciones hubo una escena brutal en el Hemiciclo. Y había un sector de la sociedad que quiso responder.
¿La escena brutal fue el escupitajo de un diputado de ERC al ministro Josep Borrell?
Eso es. Quiso responder de una forma también bastante brutal y esa expresión fue un partido que asume esa dialéctica.
Pero, ¿cree que la extrema derecha tiene todavía más recorrido en España y se puede convertir en un partido de masas como en Francia con Le Pen? ¿Y cómo lo combate la izquierda? Hay un debate sobre si se puede blanquear a Vox si se habla de ellos o si es malo no afrontar este fenómeno de la sociedad.
Entre las cosas que he leído estos días, parece que los datos apuntan a que es mejor integrarlos y no hacer un cerco sanitario. Lo mejor es señalar quiénes son y qué es lo que quieren, las distancias entre eso y nuestra sociedad. Creo que, en general, Andalucía y España han visto la inmigración con madurez y espero que se imponga eso, aunque solo sea por pura vergüenza torera. Mis padres fueron emigrantes en Alemania durante casi una década y sé que lo hicieron sin papeles, y los echaron. Cuando conoces la realidad y la verdad, te vuelves más sensato, que no significa ingenuidad. España sabrá reaccionar con inteligencia.
¿Y la España de diciembre de 2018 es de derechas o de izquierdas?
Creo que está en el 4,6. Lleva treinta años ahí prácticamente.
¿Un país de centro izquierda?
Creo que somos un país de centro izquierda con valores de centro izquierda, socialistas y socialdemócratas. Además que hemos ganado. Cuando intentaron privatizar aquí la Sanidad en Madrid, las señoras del barrio de Salamanca iban y protestaban, se quejaban y estaban cabreadas con su Gobierno. Lo intentarán, porque es una ideología. Hablábamos con ironía en el pasado del socialismo científico, y ahora se han inventado el neoliberalismo científico. Es una ideología que tiene muchas cosas que son pura superstición.
Hoy hay en La Moncloa un presidente socialista, que por primera vez no es diputado y surgido de una moción de censura. ¿Cómo lo ve?
Lo veo como un presidente constitucional y legítimo, que está tratando de gobernar en una legislatura que a nosotros nos costó mucho que naciera. Para los socialistas, que empezara y no se malograra supuso un desgarro enorme, como yo no había vivido. Un desgarro personal para los diputados que tuvimos que tomar una decisión muy dura al abstenernos y un desgarro dramático como partido. No entiendo por qué la derecha, el PP y Cs, que pensaban que éramos muy responsables y patriotas, ahora nos digan que está acabada. Constitucionalmente dura cuatro años y tenemos derecho a explorarla y continuarla. Es legítimo. La derecha, por un lado, dice que defiende la Constitución y, por otro, la deslegitima. Mientras sea posible ir sacando leyes e ir gobernando, tenemos derecho.
Como gran conocedor del partido, ¿ese desgarro se ha curado en el PSOE?
En buena medida es un desgarro curado, pero es algo en lo que tenemos que trabajar todos los días y ser responsables y generosos. El PSOE es muy necesario para mucha gente y para España. Es la columna vertebral de esta democracia, nuestra responsabilidad es enorme.
También fue muy desgarrador y doloroso llegar a entenderse con Podemos, ¿se han disipado todas las dudas de un posible sorpasso?
He aprendido en esta vida que nada es seguro. Pero creo que tenemos de dialogar, a veces da la sensación de que están descubriendo el socialismo democrático.
¿Y cómo ve al PP? Esa derechización de Pablo Casado, esa vuelta a las esencias del PP madrileño... ¿Echa de menos a Mariano Rajoy?
No, no, no echo de menos a Rajoy. Creo que el PP debería reflexionar también sobre qué es. Todo el mundo se deja llevar por sus radicales, es una tentación tremenda. Corremos grandes riesgos si miramos a nuestros radicales. Siempre cuando las democracias tienen problemas surgen las intenciones oportunistas: el populismo y la tecnocracia.
También hemos visto derechizarse mucho a Ciudadanos. Hace dos años firmaron un pacto con ellos para gobernar, el de El Abrazo. Ahora parece casi imposible. ¿Hay posibilidad de que vuelvan más al centro y llegar a acuerdos?
Son partidos que como son muy nuevos tampoco terminan de definirse claramente. Son gente con una mezcla extraña, donde predominan posiciones de personas que han tenido trayectorias ligadas a la derecha. Una derecha que intentó presentarse como moderna, pero al final termina yendo un poco detrás de las encuestas. Tenemos que hacer todos los partidos una gran reflexión y volvernos más sensatos o vamos a perder mucho tiempo. Y eso te das cuenta, cuando cumples cierta edad, que es un crimen.
Habla de política, de perder el tiempo... ¿Qué va a pasar con Cataluña?
El problema es que hay una parte de los líderes y de los ciudadanos de Cataluña que no comprenden que Cataluña es plural, y tienen que constituirse para responder a una sociedad plural. Por tanto, no pueden construir una política homogénea que niege a una parte muy importante, que incluso es mayoritaria y que se siente española. De igual manera que era inviable el Estado centralista y homogéneo de la derecha y el franquismo, pues la realidad plural de Cataluña rompe el corsé nacionalista que sueña el independentismo. Son unos nacionalistas exacerbados incapaces de reconocer que la sociedad que tienen no les permite construir un Estado-nación homogéneo separado del resto de España.
Se han equivocado también los líderes de Unidos Podemos cuando han blanqueado lo que es un proceso llamándolo derecho a decidir, un derecho de un parte de Cataluña a definirnos como extranjeros a los demás. Seguro que no les parecería bien que en Cataluña los ciudadanos pudieran decidir que no entraran, por ejemplo, los inmigrantes. Dirían que que eso es inconstitucional, que no es una decisión accesible y no la pueden tomar. Sin embargo, están dispuestos a plantear democráticamente la decisión que la gente de Almería, Málaga, La Coruña o Zaragoza sean extranjeros. ¿Por qué? Este es el problema y hay que decirlo claramente: no tenéis derecho a definirnos a nosotros como extranjeros en ese territorio. Es algo que tenemos que hablar, y no vamos a estar de acuerdo. Yo no voy a estar de acuerdo en ser extranjero en Barcelona, mi padre no lo era ni mi abuelo ni mi tatarabuelo. Hay que buscar otra solución, pero tienen que entender que no podemos ser definidos como extranjeros. Estamos perdiendo mucho tiempo en un sueño tan absurdo como el de Franco de tener una España homogénea.
Echemos la vista atrás. Fue uno de los grandes ideólogo del zapaterismo...
Es una palabra horrible jajaja.
Uno de los cerebros del zapaterismo. ¿Cómo definiría aquella época? ¿Qué grandes logros cree se consiguieron? ¿Y los errores?
Cuando Aznar llegó en el 96 al poder, lo hace con el apoyo del PNV y del nacionalismo catalán. El radical, que representaba ERC, tuvo un escaño entonces, y en el 2004 después de la gestión del PP el PNV ha planteado el plan Ibarretxe y Esquerra consigue ocho escaños. Con Zapatero, en su primera legislatura, el nacionalismo más radical de ERC pasa de 8 a 3 diputados y sigue teniendo 3 en 2011. Aznar hacía crecer el nacionalismo radical y el independentismo, mientras que Zapatero lo pasa al grupo mixto. ¡Ya está bien! ¡¿Qué hizo mal?! Uno mira los datos... Pero eran prejuicios y era la persecución de 'vamos a destruirte y te vamos a linchar'. Recuerdo a un presidente con un profundo sentido de patriotismo que defendía la unidad del país. Y como lo amaba, lo aceptaba. Comprendiendo la diversidad de nuestro país, hizo cosas maravillosas. A sus políticas las une la sólida idea de la libertad, de la ley de dependencia a la del matrimonio de personas del mismo sexo.
¿Cómo era ese Zapatero en la intimidad? Usted era su jefe de gabinete, el hombre que susurraba al oído...
O le gritaba jajaja.
¿Cómo era?
La persona más educada y respetuosa que he visto con sus subordinados y colaboradores. Lo que más me impresionaba era su calma. Podías meter la pata y cometer un error catastrófico y nunca te perdía el respeto. Eso es impresionante en lo humano. Y una persona muy extraordinariamente responsable. Esa imagen que han construido de él es tan injusta, que, por cierto, ayudaron a configurarla personas de su entorno que tenían excesiva ambición y fueron muy injustos. Me apuesto lo que quiera con quien quiera a que tenga una discusión sobre política económica con Zapatero sobre lo que ocurrió durante aquellos años a ver si la resisten. Sencillamente en este país no te condenan si eres culpable, sino cuando te ven vulnerable.
¿Su mejor día en política?
Es difícil, nunca me había hecho esa pregunta. Ha habido muchos buenos, cuando voté la ley de dependencia o la norma contra la violencia de género. También la ley del matrimonio igualitario. Y días malos... cuando gana la mentira.
Es un gran lector, ¿qué tiene entre manos? ¿Qué nos recomienda?
El otro día fui a la librería Visor y le compré a un amigo En defensa de la Ilustración, de Steven Pinker. También recomiendo Compórtate, de Robert Sapolsky, y El mundo feliz, de Luisgé Martín.