Toñi Moreno: "Estoy más sola que la una"
La presentadora habla sobre maternidad, trabajo, fama... y opina sobre el culebrón Rivera-Pantoja.
Para Toñi Moreno (El Prat de Llobregat, 1973), 2020 será un año inolvidable, en todos los sentidos. La alegría de ver cumplido su sueño de ser madre en enero se vio empañada por dos reveses que dieron la vuelta a su vida.
El confinamiento le obligó a hacer frente a un duro posparto encerrada sola con un bebé a 500 kilómetros de su familia.
Después, llegaron dos bofetadas laborales: Mediaset la sustituyó por Jesús Vázquez al frente de Mujeres y hombres y viceversa, y Telemadrid le canceló los dos programas que presentaba, Aquellos maravillosos años y La Báscula. En pocas semanas pasó de estar al frente de cuatro programas a verse casi sin trabajo.
Pero ella “sigue buscándose la vida”, incluso cambiando los papeles a los que estaba acostumbrada. En estas últimas semanas ha pasado de ser entrevistadora a entrevistada por su libro Madre después de los 40. La verdad del cuento (Ed. Grijalbo). “Empecé a escribirlo en pleno confinamiento y en pleno posparto, y acabó convirtiéndose en un desahogo. Después me di cuenta de que me he abierto a tope, quizá demasiado, pero ha sido una terapia”.
Lo mejor está por llegar
Toñi Moreno habla en el AVE desde Sevilla a Madrid y, a tenor de lo que dice, nadie diría que es una mujer con problemas laborales “Tengo que grabar una promoción de Mediaset, luego hago una entrevista para la revista Lecturas, donde estoy colaborando, y después he quedado con Raphael para entrevistarle para el programa El año de tu vida, en Canal Sur”.
La casa de Aravaca en la que Toñi pasó el confinamiento y crió a su hija durante los primeros meses de vida ya no es su casa. Con este nuevo panorama laboral decidió dejar Madrid y así recortar gastos. “Me he vuelto a mi casa de Sevilla que la tengo pagada. Si surge algo y me tengo que volver, puedo alquilar casa en 24 horas”, aclara.
“Todos los que nos dedicamos a esto somos conscientes de lo inestable que es esta profesión. Pero no me puedo quejar, sería una desagradecida con la vida. Yo he tenido momentos muy buenos en mi carrera y he hecho programas que han sido muy útiles. Ahí es cuando yo me he sentido realizada, no ha tenido que ver con el share ni con la repercusión… Pero siempre pienso que el mejor momento laboral está por llegar”.
La maternidad
Su hija Lola está a dos meses de cumplir un año. “Está como un roble. Es una niña muy sana y divertida. Es lo mejor que he hecho en mi vida. Aunque, para ser sincera, ahora tengo más miedo que antes, porque tengo que tomar decisiones y hacerlo lo mejor que puedo. Este es el reto más grande que yo me he puesto”, cuenta.
Toñi reconoce que aún tiene una asignatura pendiente: dedicarse tiempo para ella. “Estoy trabajando, buscándome la vida y cuidando a mi hija. Llevo con el mismo libro tres meses —No le des más whisky a la perrita, sobre el pediodista Raúl del Pozo—, con eso te lo digo todo. No me he hecho la cera desde que nació Lola. Todo es la niña, la niña, la niña... Y algunas veces es agotador”.
Como toda madre primeriza arrastra un considerable déficit de sueño. Sólo piensa en dormir. “Estoy cometiendo el error de dormir con ella y se mueve muchísimo. No duermo en toda la noche porque no puedo quitarle ojo”, se fustiga.
Toñi es famosa
En pocos años, Toñi Moreno ha pasado de un lado al otro de la prensa: de ser entrevistadora a ser la entrevistada. La noticia de su embarazo la avanzó Lecturas antes de que Toñi se lo contase a su círculo más cercano. Tras esto, se ha visto en dos ocasiones más ocupando la portada de revistas de la prensa rosa. “No me acostumbro. Las veces en las que he sido portada de una revista es como si no fuera conmigo. Es la parte que peor llevo de todo esto. A mí me gusta ser la entrevistadora y ese es el papel en el que me siento cómoda. Pero si ese es el precio que tengo que pagar por estar en primera línea, pues lo acepto humildemente”.
Este asunto pone seria a la gaditana y confiesa que incluso le asusta. “Un día me vi en una portada: ‘Toñi se reencuentra con su hija Lola’. A la niña la pixelaron muy poco y se la reconocía muy bien. Me asusté mucho y borré todas las fotos en las que aparecía Lola en mis redes sociales. Yo no quiero que mi hija salga en ninguna revista. No me siento cómoda”.
Toñi no termina de entender ese interés por ella. “Mi vida es lo más aburrida del mundo. Sólo tengo tiempo para la niña y para trabajar. ¡Cómo voy a ligar! Yo no salgo a ningún sitio, pero ni ahora ni antes”
En deportivas
La sonrisa permanente, la empatía con los invitados y su espontaneidad son la señas de identidad de Toñi Moreno cuando aparece en pantalla. Pero hay algo que ninguna mujer había hecho antes: presentar un programa de televisión en zapatillas de deporte. “A Vasile le tengo que agradecer que me dijese ‘sé tú misma’. Todo el mundo se empeñaba en vestirme de lo que no era y con tacones. Mi padre me dejó en herencia unos pies deformes y tengo miedo al tacón porque vivo con dolor. Por eso voy en zapatillas”.
Ahora nadie le cuestiona su calzado. “Ya no tengo una batalla cuando llego a un programa nuevo. ¡Oye, que después me han seguido muchas! Yo necesito estar cómoda y también sentirme mona. ¡Si no me veo mona, no salgo!”, puntualiza.
Un millón de amigos
Lleva más de 30 años trabajando en el mundo de la comunicación —comenzó con 16 a trabajar en la televisión de Sanlúcar— y todo ese tiempo le ha reportado un gran círculo social. Toñi conoce a casi todo el mundo, y todo el mundo conoce a Toñi. “Esta profesión es maravillosa porque te da la posibilidad de conocer a mucha gente y muy diversa. Amigos no tengo tantos, pero los que tengo son muy buenos. Los demás son amiguetes, como dice mi amigo Santiago Segura. Pero la amistad es algo tan serio que se tarda años en pronunciar esa palabra”.
Reconoce que detrás de ese carácter afable y cercano se esconde cierto mal genio. “Los que son mis amigos de verdad son los que conocen mi genio. Ayer me enfadé con Alberto del Pozo, uno de mis mejores amigos y el director del programa Un año de tu vida. Hoy tengo que grabar una entrevista con él y no pienso hablarle. Mañana nos daremos un abrazo. Lo mejor es que no tengo memoria y no puedo estar mal con nadie, porque entonces no puedo dormir”.
Rivera-Pantoja
Toñi no es ajena al tema que copa la actualidad de los programas de televisión de entretenimiento. No termina de verlo claro: ”¿No hay otro tema del que hablar en España? Yo sólo puedo decir que ojalá tengan la capacidad de ceder y tragarse su orgullo. Es muy penoso que una madre y un hijo no se hablen”. Los personajes no le son indiferentes, los conoce y por eso cree entender la actitud de Kiko Rivera. “Me parece un buen chaval pero tendrá que escuchar lo que tiene que decir su madre, Isabel Pantoja”.
Para Toñi, todo este follón es consecuencia del momento que vivimos: hemos perdido el respeto a la privacidad. “Yo hay cosas que he decidido que son mías. Por ejemplo: si tengo o no tengo pareja… Eso sí, ahora mismo te digo que estoy más sola que la una”, concluye con una risa.