Todos los focos, sobre Carmena y Errejón
"Pensamos que se puede convencer a Carmena para que vaya a nuestro lado”, confiesan algunos socialistas de cara al 10-N.
La exalcaldesa de Madrid Manuela Carmena está de nuevo bajo los focos una vez confirmada la convocatoria electoral del 10-N. Es reconfortante el apetito que ha vuelto a despertarse por su figura —aunque sea una dama de la muy tercera edad— en algunos sectores del PSOE.
“Ya la sondeamos antes de las vacaciones, pero es que ahora es una persona importante porque despierta consenso en la izquierda”, confiesan fuentes próximas a Ferraz, conscientes de la novedad que supondría para muchos españoles fuera de Madrid tener la posibilidad de votar a una alcaldesa que es, en sí misma, una leyenda para los socialdemócratas.
Los socialistas saben que la jueza pensará primero en Más Madrid y Errejón, pero no pierden la esperanza. Total, por probar... “A Manuela le pasaba como le sucedió a nuestro filósofo el otro día, Manuel Cruz [presidente del Senado, acusado de plagio por la derecha]. Llegó a la política virgen, pero una vez que empezaron a cargar contra ella y rompió la barrera de esa virginidad, se acaba creando una costra con la que te defiendes mientras va creciendo el gusanillo de la política”.
“Manuela se ha dado cuenta de que la política es el lugar desde el que se pueden hacer cosas para los ciudadanos. Por eso algunos pensamos que se la puede convencer para que vaya a nuestro lado”, apunta una persona cercana al presidente del Gobierno, que no considera un drama que “Errejón decida presentarse”. “Va a hacer más daño a Podemos que a nosotros”, augura.
El asunto está por ver, porque la irritación y la ola de inseguridad que invade estos días las filas socialistas se ha llevado por delante todas las previsiones y cuentas electorales que ha hecho el equipo de La Moncloa, encabezado por Iván Redondo, Félix Bolaños y Francisco Salazar.
Durante la última sesión de control en el Congreso ha sido palpable el vértigo entre los mismos propios del PSOE, incluso entre los más sonrientes. Confirmado que el abismo se ha abierto a su pies ¿volverán a pisar estas moquetas? Por eso, cualquier apoyo es bueno y el nombre de Manuela Carmena les mola. Tal cual.
Claro que ahora depende de Errejón, porque está extendida y entendida la creencia de que, si el dirigente de Más Madrid da el paso para estas elecciones generales, Carmena no le dejará solo. Ya se enfrentó a la ira de Iglesias al acoger bajo su ala a Errejón en las pasadas elecciones municipales, porque consideraba que había una nueva generación a la que merecía la pena ayudar. Por eso en el entorno de Más Madrid no dudan de la fidelidad de la exalcaldesa.
Nada más conocerse la convocatoria de elecciones anoche, el fundador de Podemos tuiteó un escueto “qué irresponsabilidad”. Su organización tenía aparcada hasta el último minuto la decisión definitiva sobre dar el paso al frente.
Con todos los purgados de Pablo Iglesias en los distintos territorios, ya con experiencia política y varias campañas a sus espaldas, hay cantera para armar un partido en tiempo récord. Parecía un imposible que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias no fueran capaces de formar un Gobierno o llegar a un acuerdo de programa. Desde ayer por la tarde, el último resquicio de duda ha quedado cerrado y el debate que en Más Madrid dicen haber ido aparcando tiene que obtener una respuesta.
Abierto hace tiempo, ha sido a la vuelta de vacaciones cuando ex miembros del grupo de Pablo Iglesias —Luis Alegre, Carlos Fernández Líria o Francisco Pérez— han salido a la palestra para incitar a Errejón a dar un paso al frente. La cuestión es cómo. ¿Sólo por la circunscripción de Madrid, con Carmena por delante de Errejón? Los demóscopos consultados ven como prácticamente imposible que el tándem Carmena-Errejón fuese capaz de obtener el 15% necesario para formar grupo parlamentario. Es más, quienes manejan las encuestas aseguran que este no es el momento de Iñigo, que debería saber esperar.
La respuesta, en breves... horas o días. No más. Aunque a veces hay trenes que es mejor no dejar escapar.