Todo lo que ha cambiado en la Casa Real desde la llegada de Felipe VI
El rey sigue intentando marcar distancias con su padre, Juan Carlos I.
Cuando Felipe VI subió al trono en 2014 lo hizo con una misión: distanciarse de su padre y salvar una monarquía amenaza por los escándalos de Juan Carlos I. En los casi ocho años que lleva como jefe del Estado, las noticias sobre la corrupción del rey emérito no dejado de conocerse y han terminado con El Campechano viviendo en Abu Dabi.
En este período el monarca ha introducido cambios en el seno de la Casa Real para “rendir cuentas” con los ciudadanos, modernizar la institución e intentar que resista, especialmente entre los más jóvenes. Por ese motivo Felipe VI estrenó su reinado limitando la Familia Real a los cuatro Borbón Ortiz y a los reyes eméritos y Leonor ha ido ganando más presencia en público.
El último paso en esa senda para mejorar la imagen de la corona ha llegado esta semana, con la publicación del patrimonio personal de Felipe VI y la aprobación de un nuevo Real Decreto. Con esta nueva normativa la Casa Real estará obligada a informar sobre cómo se gastan su presupuesto y el Tribunal de Cuentas se encargará de fiscalizar sus gastos.
“Igual que hacen las declaraciones de bienes todos los altos cargos de la administración pública, él también lo tiene que hacer”, explica Jesús Lizcano, Catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid y cofundador y expresidente de Transparencia Internacional España, sobre la publicación del patrimonio del rey. “Va en la buena dirección pero todavía quedan cosas por hacer, quedan sombras”, señala sobre las mejoras en transparencia.
Para el catedrático, una de esas tareas es conocer la relación de puestos de trabajo de Casa Real ya que “publicar las plantillas es una obligación de otras instituciones de la administración”, además de publicar el patrimonio personal de la reina Letizia. “Aunque el cargo de Letizia sea más representativo que ejecutivo, es un alto cargo que forma parte de la familia real. No estaría mal publicarlo y sería un paso más”, reflexiona Lizcano.
Presupuesto y regalos
Este nuevo control a la institución l no es el único de los cambios que ha introducido Felipe VI. “Cuando asumió el cargo, en su discurso, dijo que tenía los objetivos de transparencia, de rendir cuentas y de ejemplaridad. Fue mejorando la web de Casa Real y la información hacia la ciudadanía. Impulsada por la Ley de transparencia de 2013 que entró en vigor entre 2014 y 2015, Casa Real tiene que cumplir con las obligaciones de la ley y esto propició que la institución empezar a publicar los presupuestos”, cuenta Lizcano.
Desde entonces, se conoce el presupuesto asignado a la Casa del Rey y cuánto se destina a las asignaciones de Felipe y Letizia, pero no se conocen las partidas presupuestarias que dependen de algunos ministerios. “Sabemos que el presupuesto de Casa Real son 8,4 millones de euros, pero ahí van solamente los gastos directos de cada uno y de personal. Hay otros muchos gastos que sería bueno que se conocieran”, defiende el catedrático.
Algunos ejemplos son el personal de seguridad de la familia real, que depende del ministerio del interior, los gastos de los viajes al extranjero, que dependen de asuntos exteriores, o los vehículos oficiales, que forman parte del parque móvil del Estado que dependen de Hacienda. “Habría que hacer unas cuentas satélite, recopilando a parte las partidas de Casa Real de otros ministerios. Saldría una cifra más alta y más realista, y así se podría comparar con otras casas reales”, explica Lizcano.
Durante estos años de reinado, Felipe VI ha ido dando datos sobre los regalos que reciben los miembros de la Casa Real, algo que hasta la aprobación de este nuevo Real Decreto no era obligatorio y que no se hacía en tiempos del emérito.
Una familia real más reducida
La proclamación de Felipe VI estuvo salpicada por el Caso Noós, y su hermana Cristina no pudo estar presente ni en Zarzuela ni en el Congreso de los Diputados como sí hico la infanta Elena. Para intentar reparar la imagen de la institución, el rey redujo los miembros de la familia real hasta quedarse con los indispensables: él mismo, la reina Letizia, la princesa Leonor, la infanta Sofía y los reyes eméritos.
La reina Sofía sí mantiene una agenda con compromisos recurrentes, pero el rey emérito está completamente apartado de la familia real desde que decidió marcharse a Abu Dabi cercado por los escándalos de corrupción.
La retirada de la asignación del emérito y el rechazo a la herencia
Precisamente por el goteo de escándalos, Felipe VI decide retirar la asignación de casi 200.000 euros al rey Juan Carlos en 2020. En ese mismo comunicado, el monarca también renunciaba a la herencia de su padre. Tampoco recibirá nada de su abuelo la princesa Leonor.
Adiós, Mallorca
La isla balear vivía con expectación cada verano la llegada de la familia real al completo para pasar sus vacaciones. La presencia de los royals generaba revuelo mediático y tenía impacto económico, pero todo eso fue cambiando desde la proclamación de Felipe VI. Mientras que la reina Sofía sí sigue pasando largas temporadas en Mallorca, los Borbón Ortiz apenas pasan una semana de verano allí.
Felipe y Letizia sí han mantenido el tradicional posado en el palacio de Marivent pero es poco habitual verles navegando como antaño durante días. Los reyes también han cortado por lo sano con otra tradición en Mallorca, la misa de Pascua, que servía de termómetro del estado de la familia real y donde se produjo el famoso rifirrafe entre las reinas Letizia y Sofía.
La familia se saltó la misa en la Catedral de Palma en 2020 y 2021 por la pandemia, y este año también han decidido prescindir de ella según Zarzuela por “logística”, aunque el rey ha pasado unos días en la isla en Semana Santa.
La exposición de sus hijas, limitada
El entonces príncipe Felipe y las infantas se han colado en las televisiones de los españoles desde que eran pequeños. Los reyes Juan Carlos y Sofía los mostraron en imágenes de vídeo, en revistas y participaban en actos oficiales desde muy pronto. Las cámaras de televisión llegaron a colarse en las clases de Felipe VI tanto en el colegio como en la universidad, algo que no ha sucedido con Leonor y Sofía.
La presencia de las hijas de los reyes en la vida pública ha sido escasa y tampoco se conoce nada sobre sus personalidades o su vida privada. Hemos visto a las hermanas llegar juntas al colegio y poco más. Su primer gran acto oficial fue la proclamación de su padre, y desde entonces han tardado en ocupar un espacio institucional, que sigue siendo mucho menor que el de otras herederas o royals europeas de su edad.