Todas las sombras de Parchís que desvela el documental de Netflix
La banda infantil de los ochenta arrasó en España y America Latina.
Se montaron en el dólar, pero no era oro todo lo que relucía. Los integrantes del grupo infantil Parchís tuvieron que crecer antes de tiempo y en una burbuja. El éxito prematuro les hizo vivir de una forma atípica la niñez y los problemas no tardaron en llegar. Así lo refleja Parchís: el documental, la película que Netflix ha estrenado este miércoles 10 de julio. En ella, Óscar, Tino, David, Gemma, Yolanda y Frank cuentan cómo sobrevivieron a las luces y sombras de la banda.
Esto es todo lo que desvela el documental de Netflix sobre Parchís, según las versiones de quienes participan en la cinta:
Cuando la banda se fundó en 1979 no hubo una conexión inmediata entre la ficha roja, amarilla, verde, azul y el dado. Eso sí, no tardaron en crear lazos. Los viajes de las giras ayudaron mucho, y el primer desmadre llegó en la de Argentina. Todos los chicos de la banda sabían cómo besaba Yolanda y Tino volvía locas a las adolescentes y a las madres. De hecho, se encontró a algunas de ellas en los armarios de los hoteles. Estaban “creciendo, experimentando y conociendo sus cuerpos”. Para Frank, Yolanda ha sido el amor de su vida.
Pronto se convirtieron en los millonarios más jóvenes de España, pero buena parte del dinero se quedaba ‘por el camino’ y era demasiado evidente, al menos para la madre de Óscar, que viajaba a veces con ellos y veía como llenaban conciertos y no cuadraban los números. La ficha azul acabó por dejar la banda porque su madre se convirtió en un problema cuando denunció que los niños estaban siendo “explotados”. Frank lo sustituyó.
A lo largo de un curso podían pisar el colegio cinco o seis días. No tenían amigos en la escuela, vivían en una burbuja. En plena adolescencia, no sabían lo que era tener un día libre a la semana ni una fiesta de cumpleaños normal. Lo que sí sabían era lo que otros muchos artistas ni rozan: actuar en el Madison Square Garden (Nueva York). Lo hicieron junto a otros artistas, entre ellos Luis Miguel.
La cadena mexicana Televisa creó el grupo Timbiriche para destruir a Parchís, aunque fracasó en su intento. El éxito de la banda española era arrollador.
De la creación de este nuevo grupo sí salió algo bueno: las dos bandas actuaron juntas en un concierto y Paulina Rubio (integrante de Timbiriche) y David se gustaron. Vivieron un amor de juventud.
Yolanda era una niña y “es posible que hubiese gente que tenía fantasías no adecuadas para esa edad”. Con 15 años, era “el objetivo de mucho empresario, de señores adultos”.
Empezaron a moverse en un mundo de adultos. En las fiestas “ya corrían cosas que no eran solo gominolas”.
Todos querían su trozo del pastel y empezó la guerra entre la discográfica Belter, el representante Jorge Berlanga y los padres. “Ya no sé quién robaba a quién”, confiesa Yolanda. Los padres tampoco renunciaron nunca a que sus hijos siguieran actuando.
A Tino le oprimía el mono rojo y aceptó la oferta de la discográfica (Belter) para empezar su carrera en solitario. Su nueva andadura enfadó a los padres del resto, “por romper el éxito del grupo”, y muchos apuntan al catalán como el responsable del fin de Parchís en Latinoamerica, donde eran una verdadera fiebre (aunque ya había comenzado su declive). Sus compañeros le retiraron la palabra y todos rodaron juntos su última película estando enemistados por el plantón.
Belter, que ya no tenía buenas relaciones con el grupo y había llevado la carrera de Tino en solitario, se declaró en quiebra, aunque en el documental se cuestiona que fuese real. Según se da a entender, podría haber sido una estrategia fraudulenta. Parchís generó una fortuna.
Frank tuvo “aventuras con la mala vida”, Yolanda atravesó una depresión “por el duelo” cuando volvió a vivir a México y vio que su vida ya no era tan fácil y Tino tuvo que abandonar la música para hacer la mili y sufrió un accidente por el que le tuvieron que amputar el brazo izquierdo. Todos ellos conocieron las dos caras del éxito y saben lo que es “sobrevivir a Parchís”.