Tiene 19 años, es española y va a hablar sobre cambio climático en la Cumbre de la ONU
El objetivo: hacer un llamamiento a los líderes europeos para que dejen de mirar hacia otro lado, recordarles que las mujeres son las principales afectadas y que el tiempo se agota.
Son días de concienciación climática. Mientras que en Europa se celebra la Semana de la Movilidad, una campaña para sensibilizar a los ciudadanos sobre el uso del transporte público y alejarse de los vehículos particulares dado el riesgo que conllevan para el medioambiente, a nivel mundial Naciones Unidas organiza la Cumbre sobre Acción Climática de 2019.
El Secretario General de la ONU, António Guterres, ha hecho un llamamiento a todos los líderes para que acudan a Nueva York el 23 de septiembre con planes concretos y realistas que mejoren sus contribuciones a nivel nacional de cara al 2020, siguiendo la directriz de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 45 % en los próximos diez años y a cero para 2050. En paralelo, dos días antes habrá otra Cumbre de carácter intergeneracional, que en esta ocasión reunirá a jóvenes activistas, innovadores, emprendedores y comprometidos en la lucha contra el cambio climático al ritmo y la escala necesarios para afrontar este enorme desafío, la Cumbre de la Juventud. Una de las asistentes será ella: la española Patricia Ramos.
Con 19 años esta estudiante de medicina ha sido una de las 500 personas seleccionadas con su candidatura en apoyo de Plan International. Esta organización que trabaja en 76 países de todo el mundo desde hace 82 años, defiende que la educación, la participación y el liderazgo de las mujeres es imprescindible para combatir el cambio climático y solicita el compromiso de los líderes mundiales para que reconozcan las necesidades específicas de las chicas y también su capacidad de liderar el cambio, asegura Lara Martínez, directora de comunicación e incidencia política de Plan International.
Patricia lleva desde los 14 años formando parte del Comité Juvenil en España de esta organización, donde ha participado en distintas campañas de incidencia política. “Tuve la oportunidad de viajar en 2017 a Paraguay, donde me di cuenta de que las condiciones climáticas extremas afectan especialmente a las niñas, que muchas veces son las encargadas de llevar los recursos a casa, de buscar la comida, recoger el agua, cultivar la tierra y, cuando ocurren los desastres naturales, también son ellas quienes más sufren las consecuencias,
porque serán las primeras en dejar el colegio, las familias pensarán en casarlas para aliviar la carga económica, o serán víctimas de violencia, tráfico o trabajo infantil”, asegura. “Soy consciente de que el cambio climático es el gran desafío de nuestra generación y, si no actuamos ya, somos los que más vamos a sufrir las consecuencias”.
Y no se equivoca, las emisiones a nivel mundial están alcanzando unos niveles sin precedentes que parece que aún no han llegado a su cota máxima. Los últimos cuatro años han sido los más calurosos de la historia y las temperaturas invernales del Ártico han aumentado 3 °C desde 1990. Los niveles del mar están subiendo, y estamos empezando a ver el impacto del cambio climático en la salud a través de la contaminación del aire, las olas de calor y los riesgos en la seguridad alimentaria.
Mensaje a Pedro Sánchez
El impacto del cambio climático se siente en todas partes y tiene consecuencias reales en la vida de la gente, pero existen soluciones que nos permitirían dar el salto a economías más limpias y resilientes. “Los gobiernos tienen que dejar de mirar hacia otro lado en lo que respecta al cambio climático porque el tiempo se está agotando. No tenemos un planeta B, así que las promesas no bastan: necesitamos compromisos reales y urgentes que tengan en cuenta las voces de las jóvenes. Es una cuestión de justicia intergeneracional: nosotros somos los que menos hemos contribuido al cambio climático, y somos los que más vamos a sufrir sus consecuencias, pero han sido las generaciones anteriores las que nos han traído hasta este punto. Tienen la responsabilidad y el deber de hacer algo”, recalca Patricia.
Lo cierto es que en el último año, han sido precisamente ellos, los jóvenes, quienes han dado ejemplo al mundo con sus movilizaciones. Una de las máximas inspiradoras es la activista Greta Thunberg, quien también participará en la Cumbre. “Creo que Greta es un muy buen ejemplo de la capacidad que tenemos las chicas para cambiar las cosas. Estamos viendo que somos toda una generación de niñas y jóvenes líderes que, como Greta, defendemos nuestros derechos. Estoy contenta de poder tener un referente femenino tan fuerte como ella”, asegura Patricia.
La estudiante explica que quizá tenga oportunidad de cruzar unas palabras con ella, pero de lo que no hay duda es de que su voz tendrá eco en la reunión de líderes del día 23. “A través de mi participación, quiero que los máximos representantes mundiales sepan que los jóvenes, y en especial las chicas, somos las que estamos liderando el movimiento contra el cambio climático, a pesar de ser uno de los grupos más vulnerables a sus efectos. El cambio climático nos está afectando más a nosotras. Se calcula que las mujeres y niñas de todo el mundo invierten 200 millones de euros al día buscando agua. Además, la cuando las familias tienen menos recursos, muchas veces sacan a las niñas del colegio y organizan su matrimonio para recibir el pago de la dote. Durante los desastres, ellas corren más riesgo de sufrir violencia, física y sexual. Por eso, necesitamos que los gobiernos se comprometan a adoptar medidas contra el cambio climático que nos incluyan, para tener en cuenta nuestras necesidades específicas y también nuestra capacidad de ser agentes de cambio a través de la concienciación y la movilización en nuestras comunidades”.