Cuánto tiempo sobrevive el coronavirus en la piel, el pelo y las uñas
Si el estrés de la cuarentena hace que te muerdas las uñas más de lo habitual, deberías prestar aún más atención a la higiene.
Si antes de la pandemia de coronavirus no te lavabas las manos correcta y frecuentemente, después de toda esta crisis habrás aprendido que es una de las mejores formas de evitar los contagios.
Pero igual que hay que lavarse las manos, ¿con qué frecuencia deberías lavarte el resto del cuerpo? Si trabajas desde casa quizás tienes la manía de tocarte el pelo con las manos mientras reflexionas, y eso contribuye a extender los gérmenes a otras partes.
Mobeen H. Rathore, jefe de enfermedades infecciosas e inmunología del Hospital Infantil de Jacksonville, explica que los investigadores están ahora empezando a entender cuánto puede vivir el virus fuera del cuerpo humano.
“Conocemos este virus desde hace solo unos meses y no sabemos tanto como la gente piensa. Lo que sí que sabemos es que sobrevive en superficies duras, como las encimeras, durante dos o tres días. Por eso es tan importante comprender que debemos limpiar las superficies. Algunos estudios señalan que el virus puede mantenerse en suspenso en el aire hasta tres horas. Ese es un dato nuevo y preliminar que puede cambiar en cualquier momento, hay que tenerlo claro”, apunta.
Si el coronavirus es capaz de vivir en una superficie dura o blanda durante días, ¿cuánto puede vivir en la piel? El tiempo exacto se desconoce, pero, en palabras de Rathore: “Vive el suficiente como para transmitirse de una persona a otra”, y de ahí la importancia de lavarse las manos y llevar guantes.
Lavarte la zona de alrededor y de debajo de las uñas es igual de importante. De hecho, si el estrés de la cuarentena está haciendo que te muerdas las uñas más de lo habitual, deberías prestarle aún más atención a la higiene.
“No existe ningún gel, pomada o pintaúñas específico para los gérmenes de las uñas, simplemente hay que prestarles más atención porque tienen muchos resquicios donde se puede alojar el virus y son más difíciles de limpiar al lavarte las manos”, expone Elizabeth Ransom, jefa de medicina de Baptist Health. “Debajo de las uñas pasa lo mismo. Hay que poner especial atención al lavarse esa zona”.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan que los sanitarios no se dejen las uñas largas ni lleven uñas postizas, ya que los gérmenes alojados bajo estas pueden sobrevivir a los lavados de manos, por lo que ahora es más importante que nunca lavarse bien.
“Sabemos que las uñas postizas no son recomendables para prevenir infecciones y es mejor no llevar”, sostiene Rathore.
Por otro lado, a Ransom no le preocupa demasiado el pelo u otras zonas de la piel, ya que rara vez portan virus, teniendo en cuenta que pocas veces entran en contacto con superficies infectadas. Siempre y cuando te laves las manos con frecuencia, puedes seguir jugando con tu pelo todo lo que quieras.
“Podrías tener virus en el pelo, pero sería difícil de imaginar, ya que alguien tendría que toser encima de ti y dejarte las gotículas en el pelo”, tranquiliza Ransom. “El mecanismo más común de transmisión son las manos, porque las usamos en todo momento, no dejamos de tocar cosas y no nos damos cuenta. Seguidamente, nos tocamos la cara a todas horas sin darnos cuenta”.
Si lavarse las manos (y las uñas) es el único hábito higiénico que deberías reforzar ahora mismo, ¿importa el jabón o desinfectante que utilices? Los expertos coinciden en que cualquier jabón de manos sirve y que el desinfectante debe ser una segunda opción.
“De verdad, jabón y agua es lo mejor”, afirma Ransom. “Muchos estudios demuestran que el jabón antibacteriano no ofrece ninguna ventaja significativa. El desinfectante de manos está bien si no te puedes lavar las manos en ese momento y acabas de tocar una barandilla, pero no limpia del todo los recovecos de las uñas ni la suciedad ni la grasa de la piel, así que al virus le puede resultar más sencillo sobrevivir”.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.