Temor a una crisis a la inglesa en España
El Banco de España relaciona el actual endeudamiento de la economía española con la dura respuesta de los mercados a las medidas de Liz Truss que aumentaban el déficit público.
La economía española está en peligro. Eso al menos es lo que transmite el Banco de España en su Informe de Estabilidad Financiera de otoño, en el que advierte de los riesgos macroeconómicos que entraña la unión de dos variables: la subida de los tipos de interés y la elevada deuda pública española.
A ello se suma el hecho de que los mercados no están por la labor de tolerar altos niveles de deuda, como ya se pudo comprobar hace unas semanas en la dura respuesta que dieron a las medidas fiscales de la exprimera ministra de Reino Unido, Liz Truss. Su bajada de impuestos conllevaba un importante aumento del déficit público que los mercados no aceptaron, lo que derivó en un hundimiento histórico de la libra.
En ese aspecto, el Banco de España avisa en su estudio de que “el elevado endeudamiento público existente supone una vulnerabilidad de la economía española, en particular en un contexto en el que el proceso de normalización de la política monetaria ha elevado el coste financiero de la deuda pública”.
Una de las principales consecuencias de una subida de tipos de interés es el encarecimiento de la financiación para todos los agentes económicos: la empresa, la familia y el propio Estado. Y ello ya se reflejaba en el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado de 2023, que dedica 31.275 millones de euros al pago de intereses de la deuda pública, un 3,6% más que en las cuentas de 2022.
Otro de los problemas es que la tendencia del endeudamiento sigue al alza. En los últimos datos publicados por el Banco de España, correspondientes al mes de septiembre, la deuda del conjunto de las administraciones públicas marca un nuevo máximo histórico de 1,504 billones de euros. No obstante, la deuda en relación al PIB sí que ha disminuido hasta el 116,1% debido al mejor desempeño de la productividad.
Liz Truss: un precedente peligroso
El temor del banco central nacional a esa posible ‘crisis a la inglesa’ procede de la “elevada incertidumbre actual”, que “podría aumentar la aversión al riesgo en los mercados financieros”. La institución alerta de que “se ha producido un aumento de la sensibilidad de los mercados financieros internacionales a noticias económicas adversas”.
El propio Banco de España pone como ejemplo lo ocurrido con las citadas políticas económicas de Liz Truss, que resultaron en “una reacción negativa de los mercados de deuda soberana” tras las “medidas que podrían elevar notablemente el déficit y el nivel de deuda pública”. Y, precisamente, ese último punto, la deuda pública, es una de las grandes debilidades de la economía española.
Por ello, para evitar que en España pueda repetirse un escenario similar al de Reino Unido, la entidad dirigida por Pablo Hernández de Cos hace una alusión directa a la fiscalidad y, en consecuencia, al Gobierno: “En el contexto actual de elevada inflación y endeudamiento público, las medidas de política fiscal han de ser focalizadas y de carácter temporal”.
En ese sentido, el Banco de España indica que “las medidas deben centrarse en los hogares de rentas más bajas, que son los que más padecen el impacto de la inflación, y en las empresas más vulnerables a esta perturbación”, lo que supone un claro aviso al Ejecutivo de cara a la posible prórroga de medidas como las ayudas al combustible o al transporte público.