Tamara Falcó habla en un congreso ultracatólico en México de Íñigo Onieva: "Me da pena"
"Creo que él y todos los que están perdidos en las sombras merecen conocer la verdad y el amor de dios”.
Tamara Falcó ha compartido este sábado en un congreso ultracatólico en México —en el que también ha participado el líder de HazteOír, Ignacio Arsuaga— que ha vivido un “despertar espantoso” tras la ruptura e infidelidad de su exprometido, el empresario Íñigo Onieva, una separación que ha sacudido a España.
“Ha sido un despertar espantoso, pero al mismo tiempo pienso en el perdón, pienso en la importancia del perdón”, ha revelado Falcó en su participación en el Congreso Mundial de las Familias en Ciudad de México.
La aristócrata, de 40 años, es hija del fallecido empresario y viticultor Carlos Falcó, marqués de Griñón, y de Isabel Preysler, actual pareja del escritor Mario Vargas Llosa y exmujer del cantante Julio Iglesias, a quien ella llama cariñosamente “tío Julio”.
Por ello, ante los múltiples matrimonios de sus padres, la influencer ha confesado que “el hecho de formar una familia o tal siempre le da muchísimo vértigo”.
Falcó ha afirmado que aún no tiene explicación de lo que pasó con su exnovio, quien apareció en un vídeo besando a una modelo brasileña, lo que derivó en que la influencer lo eliminara de sus redes sociales y borrara la fotografía de un anillo valorado en 14.500 euros, apenas 48 horas después del anuncio de compromiso.
“No lo entiendo, o sea, no me cabe por la cabeza lo que ha sucedido, pero creo que él y todos los que están perdidos en las sombras merecen conocer la verdad y el amor de dios”, ha indicado.
La celebridad, quien tiene un reality show sobre su vida en Netflix, ganó la cuarta temporada de Master Chef en España y es colaboradora del programa El hormiguero, ha indicado que él le ha pedido perdón y es algo en lo que ella “tiene que trabajar”.
“Yo no siento odio hacia él ni aberración, me da pena, me da pena que con todas las cosas maravillosas que hay en la vida, vea, o sea, que considere que esas son las cosas por las que vive, a mí eso sí que me da pena”, ha manifestado.
Falcó ha acrecentado la polémica con su viaje a México, donde ha participado en el Congreso Mundial de las Familias junto a activistas que están en contra del aborto y pugnan por la familia tradicional.
Cuestionada por el moderador del panel en el que participó, la marquesa ha reconocido tener una “mezcla de sensaciones” y ha confesado que en un viaje a Maggiore, Italia, hizo una “oración muy fuerte” sobre la relación. “Rogué muy fuerte que, si mi novio de aquel entonces era para mí, que se realizara, que llegáramos al matrimonio y que, si no, que por favor lo apartara”, ha revelado.
Asimismo, ha aseverado que en retrospectiva, cuando empezó “a pensar hacia detrás, había muchas llamadas de atención” que iban más allá de la infidelidad.
“Estaba muy ilusionada con que, aunque no fuera evidente, el proyecto de Dios estaba ahí. Claro, todo esto cambia radicalmente, ya no cuando salen unas imágenes de mi novio en aquel entonces siendo infiel, pero ya no solamente eso, caen muchas más cosas, fue un dominó”, ha relatado.