La rentabilidad de los cuernos en televisión: esto es lo que cobran las parejas de 'La isla de las tentaciones'
No hay premio económico, ni falta que hace.
¿Cuál es el lado positivo de entrar en una isla para casi seguro romper con tu pareja, cuernos mediante, delante de más de 3,3 millones de espectadores? Quienes se prestan al juego de La isla de las tentaciones (Telecinco) lo tienen claro: money, money, money (must be funny). Porque el desglose del sueldo de los concursantes del reality de Mediaset es para echarse a temblar... y a llorar.
Una ruptura amorosa a la que se llega de la peor manera y con los tímpanos reventados de tanto escuchar una alarma a horas intempestivas nunca fue tan dulce para algunos, según las cantidades que se han filtrado.
Ha sido la influencer Patricia Domínguez la encargada de desvelarlo. Ella rechazó participar en el programa, que suele grabarse a lo largo de dos meses. En su caso, prefirió decir que no porque “ganaba más en casa [con sus redes sociales], sin abandonar el negocio”. Después de contarlo, borró el vídeo, aunque muchos medios ya se habían hecho eco.
No hay premio económico, ni falta que hace, porque ese sueldo se puede ir inflando una vez finalizado el programa. Entonces, el caché de cada concursante varía en función de la expectación que genere. Los que más han conseguido llamar la atención han sido Fanny, Lester, Marta Peñate, Tom Brusse o Melyssa Pinto.
Sueldo después de su paso por la isla
1. El número de seguidores de los protagonistas en sus redes sociales se incrementa sí o sí. En el caso de Melyssa Pinto, de La isla de las tentaciones 2, ya supera el millón, y pueden percibir hasta 3.000 euros por publicar un post. Además, durante esta edición, los concursantes de la anterior se han convertido en los protagonistas de las menciones publicitarias de Tinder durante la emisión del programa.
2. Los bolos no son una opción en época de pandemia, pero en un momento normal podrían haber ingresado entre 1.500 y 1.600 euros por su aparición en los locales.
3. Además, todos aspiran a asentarse en pantalla, bien como colaboradores de televisión o bien como concursantes de otros realities, una posibilidad más (y asequible) de generar ingresos.
No es de extrañar que al concurso no le hayan faltado las parejas para poder grabar dos ediciones seguidas, sin apenas espacio entre una y otra, y sin olvidar que la primera se emitió hace poco más de un año.