¿Son peligrosos para la salud los tickets cuya tinta se borra? Un experto matiza el último y alarmante estudio
"La ciencia que se utiliza para vender miedo es mala ciencia".
José Miguel Mulet, investigador y bioquímico, autor de publicaciones en El País Semanal y en el blog científico Naukas, ha matizado en redes sociales un estudio que en las últimas horas ha tenido gran repercusión y que apunta a que los ticket de compra en los que se borra la tinta son cancerígenos.
"La ciencia que se utiliza para vender miedo es MALA CIENCIA. ¿En serio pensáis que el tique del súper os puede producir cáncer? ¿Os lo coméis? ¿Os liáis un cigarro con él? ¿Os lo ponéis dentro de la ropa interior?", ha escrito el científico en Twitter.
Tras ese mensaje, una usuaria le ha señalado: "El problema es que un poquito de bisfenol en los tickets, un poquito de bisfenol en todos los envases plásticos innumerables, en las latas de conserva, un poquito en los tupper, un poquito en el film transparente, un poquito es exposición para niños y mujeres en edad fértil".
"Compáralo con la exposición al sol... por no hablar de la gente que fuma o bebe", ha replicado Mulet.
El estudio, liderado por la Universidad de Granada, sostiene que el 90% de los tiques de la compra, aquellos en los que la tinta se borra con el paso del tiempo porque están elaborados con papel térmico, contienen bisfenol-A (BPA). Se trata de un conocido disruptor endocrino que altera el equilibrio hormonal y conduce a enfermedades como malformaciones genitourinarias, infertilidad, obesidad y cáncer en órganos dependientes de las hormonas, como el de mama.
En este estudio participan investigadores del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada, el Hospital Universitario San Cecilio, la Université Paris Descartes y el Hospital Necker Enfants Malades de París (Francia) y la National School of Public Health de Río de Janeiro (Brasil), según informa en una nota la universidad granadina.
En la actualidad, existe una gran preocupación sobre la exposición inadvertida de la población general al bisfenol-A. La industria ha buscado alternativas para la sustitución progresiva del BPA en muchas de sus aplicaciones, como es el caso del papel térmico empleado en los recibos.
"Podemos reconocer este tipo de papel porque, si acercamos una fuente de calor, por ejemplo, una cerilla, se ennegrece de forma instantánea", explica el catedrático de Medicina de la UGR Nicolás Olea, uno de los autores principales del trabajo.