Siete razones por las que las vacas que dan leche ecológica se alimentan mejor
Desde la raza hasta la alimentación o los tratamientos veterinarios que reciben se rigen por unas normas muy estrictas.
A todos nos suena más o menos lo ecológico a lo mismo: respeto por el medio ambiente, cuidado de los animales, calidad superior del producto… Si lo trasladamos a la leche, el concepto supone que todo el proceso, desde la raza de las vacas hasta la alimentación o los tratamientos veterinarios que reciben, se rigen por unas estrictas normas, de carácter superior al resto, que diferencian a la leche ecológica de la de pastoreo y de la de bienestar animal, en las que se aplica las misma normativa que en el ganado común. Pero, de cara al consumidor, hay una diferencia clave: la leche ecológica es la única identificada con el sello de agricultura ecológica de la UE.
Los requisitos que ha de cumplir una leche ecológica persiguen tres objetivos: asegurar el cuidado integral del animal, garantizar las prácticas ganaderas y medioambientales sostenibles, y ofrecer al consumidor un producto de la mayor calidad, 100% natural.
Garantizar el bienestar de los animales y las prácticas ganaderas éticas con ellos y el medio ambiente se traduce, sobre todo, en que las vacas destinadas a producir leche ecológica reciben un trato inmejorable desde un punto de vista vital y sanitario…
Y aquí el por qué:
1. Pastan el libertad 365 días al año
2. Cada animal dispone de dos hectáreas de terreno de media.
3. Su dieta se basa en pastos, forrajes y piensos de producción ecológica (no se usan abonos de síntesis química ni en ningún caso reciben tratamiento con plaguicidas, herbicidas e insecticidas).
4. En el establo, cada animal dispone de un mínimo de 6 metros cuadrados y una zona adicional de ejericicio de 4,5 metros cuadrados.
5. Se tiene un cuidado extremo sobre su salud. Salvo excepciones, los animales nunca son tratados con antibióticos.
6. Los ganaderos siguen unas técnicas de manejo para evitar cualquier situación de estrés en los animales.
7. Nunca se les administran tratamientos hormonales para estimular la producción.