Siete pequeños gestos que pueden mejorar vuestra relación
A veces basta con prepararle el café a tu pareja o dejarle una nota cariñosa en la mesita de noche.
Los gestos románticos grandilocuentes y las efusivas publicaciones en Instagram no son los ingredientes necesarios para una relación fuerte y feliz.
Más bien, son los hábitos pequeños y simples —como dormir bien y darse un beso al saludarse y despedirse— los que tienen un efecto mayor y positivo a lo largo del tiempo.
A continuación, varios terapeutas matrimoniales revelan lo que puede marcar una gran diferencia en vuestra relación.
1. Disfrutad de una buena noche de sueño
Cuando estamos agotados no damos lo mejor de nosotros mismos. La falta de sueño nos hace estar malhumorados, poco tolerantes e incapaces de concentrarnos. Por el contrario, una buena noche de descanso puede mejorar nuestro estado de ánimo y bienestar general y, al mismo tiempo, hacernos mejor pareja, más cariñosos.
"Independientemente de lo que ocurra en una relación, el sueño debería ser la prioridad número uno, incluso por encima del sexo", señala la psicóloga y terapeuta sexual Shannon Chavez. "El sueño es esencial para una buena salud. Estar bien descansados y sanos es importante para uno mismo y para la pareja".
Además, irse a la cama al mismo tiempo promueve la intimidad y la cercanía. Esos pocos minutos de estar juntos antes de dormiros ofrecen una pequeña ventana a reforzar el vínculo después de un ajetreado día separados. Por otro lado, al acostaros a la vez tenéis más oportunidades para los arrumacos y/o el sexo.
2. Tened pequeños detalles entre vosotros, sin que haya un motivo especial
Un gesto sencillo de amabilidad y consideración demuestra a tu pareja que te preocupas. A veces basta con prepararle a tu mujer el café por la mañana, dejarle una nota de amor en la mesita de noche o sorprender a tu marido con sus snacks favoritos.
"Cuando ambos miembros de la pareja se esfuerzan por llevar a cabo pequeños actos de amor, sin necesidad de que sea San Valentín o cualquier fecha importante, el cariño y la empatía se multiplican en la relación", afirma Kurt Smith, terapeuta especializado en asesorar a hombres.
3. Felicitaos y sed agradecidos
Cuando estamos atrapados en nuestras rutinas, es fácil empezar a dar por sentado las pequeñas cosas que nuestra pareja hace por nosotros (o por los niños, o por la casa). Muchas veces nos olvidamos de decir "gracias".
Cuando lo recordamoss, ofrecemos un rápido "gracias, amor" y seguimos con nuestro día. Pero reconocer eso por lo que realmente estás agradecido puede ser más efectivo.
"Recalca aquello por lo que estás mostrando aprecio", aconseja la terapeuta matrimonial y familiar Spencer Northey. "Por ejemplo, 'gracias por ordenar el salón' o 'muchas gracias por venir a por mí'. Eso hará que tu pareja se sienta más querida y apreciada, y si eres concreto al agradecer ciertas cosas, tu pareja sabrá que te das cuenta de lo que hace por ti".
Lo mismo ocurre con las cosas positivas que pensamos de nuestra pareja pero que no siempre decimos en voz alta. "La próxima vez que pienses 'qué bueno el consejo que me diste, me sirvió mucho, eres muy inteligente', dilo", recomienda la terapeuta de parejas Kari Carroll.
4. Daos abrazos, besos y otras muestras de cariño
El contacto físico es una parte importante de una relación amorosa. Eso no significa que tengáis que excitaros cada vez que os veis. Pero las pequeñas caricias por aquí y por allá ayudarán a mantener viva la chispa.
"Si le tocas el brazo al saludaros o te sientas con tu pareja, aumentará vuestra oxitocina y ambos experimentaréis una disminución del estrés", apunta Carroll. "Es como decir 'me preocupo por ti' y es una muestra de vulnerabilidad y apertura".
Si todavía no tenéis el hábito de abrazaros y besaros al decir hola o adiós, plantéate incorporarlo en tu rutina diaria. La mayoría de las veces será un abrazo rápido o un beso en la mejilla, aunque el reconocido investigador de relaciones John Gottman recomienda que como mínimo una vez al día las parejas se den un beso de al menos seis segundos.
"[Gottman] llama a esto crear un 'beso con posibilidades", explica Northey. "Quizá al principio empiezas contando mentalmente hasta seis, pero luego coges el ritmo. El hecho de que tus besos duren te recuerda que tu pareja es mucho más que tu compañero de piso".
5. Discúlpate cuando la cagues
A veces nos duele admitir que estamos equivocados. Pero una disculpa sincera es un gran paso para reparar los sentimientos de dolor de tu pareja. Por cierto, decir "siento que te sientas así, pero..." NO cuenta.
"Lo siento se ha convertido en una expresión olvidada a día de hoy", recuerda Smith. "Reconocer los errores y arrepentirse es un componente muy importante para mantener la relación en marcha y avanzar".
6. Pide lo que quieras en vez de culpar a tu pareja por no dártelo
La psicoterapeuta Elisabeth J. LaMotte asegura que, según sus pacientes, una de las herramientas más útiles que aprenden en su asesoramiento es a cambiar las acusaciones con "tú" por afirmaciones con "yo".
¿Qué significa eso? Que en vez de decir a tu pareja "te preocupas más por tu trabajo que por mí", sería más efectivo decir: "Cuando revisas el mail del trabajo mientras estamos juntos, me siento solo y decepcionado".
"Este giro cambia completamente la narrativa", señala LaMotte, fundadora del centro DC Counseling and Psychotherapy Center. "Apela a lo mejor de la otra persona y da a entender que tú estás dispuesto a reconocerte vulnerable y a asumir tu parte de responsabilidad en la relación. Acostumbrarse a este hábito requiere práctica, pero merece la pena".
7. Saca tiempo para tener conversaciones reales
Cuando la vida es un ajetreo constante, es fácil sentirse desbordado por las listas de cosas que hacer y prestar atención sólo a las cuestiones más urgentes del día. Pero reservar algo de tiempo para que mantengáis conversaciones íntimas —no sobre la compra o sobre los deberes de matemáticas de los niños— resulta esencial.
"No os imagináis cuántas parejas que asesoro dicen que nunca tienen tiempo para hablar", cuenta Smith. "Obviamente, hablan de quién lleva a los niños al dentista o al entrenamiento de fútbol, pero no sobre ellos mismos o sobre su relación. La mayoría están tan ocupados que tienen que marcárselo en el calendario, y no pasa nada, porque lo importante es que ocurra".
Además, hablar de forma regular sobre vuestra economía (antes de que se produzca cualquier desastre presupuestario) puede evitar discusiones o conversaciones más desagradables en el futuro.
"Muchas parejas no hablan nada de dinero hasta que se convierte en un problema, ya sea por una factura desorbitada, unos gastos inesperados o por falta de ahorros en la cuenta", apunta Smith. "El dinero no tiene por qué ser un tema negativo o una causa de conflicto, pero se convertirá en eso si se evita todo el tiempo o si sólo se saca el tema en circunstancias difíciles".
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' EEUU y ha sido traducido del inglés por Marina Velasco Serrano.