Siete momentos en los que Guillermo y Enrique demostraron ser dignos hijos de Diana
Su madre estaría orgullosa.
Este jueves se cumplen 20 años de la muerte de la princesa Diana, un aniversario que, sin duda, vivirán con más intensidad sus hijos Guillermo y Enrique. Tenían solo 12 y 15 años, respectivamente, cuando perdieron a su madre en un accidente de coche en París.
Diana siempre ha recibido elogios por ser el primer miembro de la familia real británica en rebelarse contra el protocolo y mostrar un lado más tierno e incluso travieso en público. Como dijo Tony Blair, que por aquel entonces era el primer ministro: "Fue el primer miembro de la familia real que se comportó y actuó como una persona normal".
La edición británica del HuffPost ha recopilado siete ocasiones en las Guillermo y Enrique siguieron fielmente con su legado.
Guillermo en la portada de Attitude
El año pasado, el príncipe Guillermo hizo historia al convertirse en el primer miembro de la familia real británica en ser portada de una revista gay.
El duque de Cambridge apareció en la portada del número de junio de 2016 de Attitude, la revista gay más vendida de Reino Unido.
Además, se pronunció sobre temas como el acoso y la salud mental. "Nadie debería ser víctima de acoso por su sexualidad ni por ninguna otra razón", afirmaba.
"Si algún joven está leyendo esto y está sufriendo acoso por su sexualidad, le diría que no lo tolerara, que hablara con un adulto de confianza, con un amigo o un profesor o que se pusiera en contacto con alguna organización como Diana Award para que lo ayudaran; le diría que debería estar orgulloso de ser quien es y que no tiene nada de lo que avergonzarse".
Elton John, que actuó en el funeral de Diana, habla con cariño sobre el apoyo de la difunta princesa a la comunidad LGBT, sobre todo durante la crisis del sida. "El sida se consideraba una enfermedad homosexual", cuenta el músico en un documental de la ITV. "Era miembro de la familia real, mujer y heterosexual; era maravilloso que una persona así se preocupara por el tema desde el otro lado".
La sinceridad sobre el tabú de la salud mental
Al igual que su madre, que admitió públicamente estar luchando contra la bulimia, ambos príncipes han tratado abiertamente el tema de la salud mental para animar a la gente —especialmente a los hombres— a hablar de ello.
El pasado mes de abril en la revista CALMzine, el príncipe Guillermo pidió que se acabara con esta cultura de embotellar los sentimientos: "Pasaremos por muchos momentos duros en la vida, pero, especialmente los hombres, sentimos la necesidad de fingir que todo va bien porque pensamos que si nos abrimos a nuestros amigos pareceremos débiles a sus ojos. Pero os aseguro que hablar de ello es lo que en realidad denota fortaleza".
Ese mismo mes, el príncipe Enrique habló por primera vez sobre los problemas de salud mental con los que tuvo que lidiar tras la muerte de su madre y confesó que buscó ayuda psicológica profesional.
Según dice, estuvo "muy cerca de sufrir una crisis nerviosa en varias ocasiones" y describe el impacto que tuvo en su vida la pérdida de su madre.
"Mi forma de lidiar con ello era enterrar la cabeza en el suelo y negarme a pensar en mi madre, porque creía que eso no podía ayudarme", comenta en una entrevista para el diario Telegraph.
Se decidió a buscar ayuda profesional después de que su hermano, el duque de Cambridge, le dijera: "Mira, tienes que superarlo. No es normal pensar que no te ha afectado nada".
El año pasado, el HuffPost Reino Unido colaboró con Guillermo y con su mujer Catalina en el proyecto Young Minds Matter (Las mentes jóvenes son importantes), que pretende buscar soluciones para acabar con el estigma que rodea a los problemas de salud mental de los británicos más jóvenes.
Las noches de fiesta en Las Vegas
En 2012, el príncipe Enrique se convirtió en toda una estrella cuando su foto desnudo en Las Vegas empezó a circular por toda la red semanas antes de su viaje a Afganistán.
Las imágenes que se filtraron, en las que se veía al príncipe tapándose sus partes íntimas junto a una mujer desconocida (también desnuda), iniciaron un debate global sobre la privacidad.
Aunque más adelante afirmó que se había decepcionado a sí mismo y a su familia, las imágenes filtradas propiciaron el comienzo de una campaña en la que varios soldados y sus mujeres (además de ciudadanos anónimos de todo el mundo) compartieron en Facebook fotos en cueros como muestra de solidaridad.
Diana, que le compró a Guillermo una tarta con la forma de unos pechos cuando cumplió 13 años, era muy amiga de las bromas y no se habría escandalizado por la indiscreción de su hijo menor. De hecho, Enrique ha hablado en alguna ocasión del pícaro sentido del humor de su madre: "Uno de sus lemas era: 'Puedes portarte tan mal como quieras, siempre que no te pillen".
El apoyo a los seres queridos
El año pasado, el príncipe Enrique lanzó un merecido ataque a los medios de comunicación por el tratamiento sexista y racista hacia su novia, la actriz estadounidense Meghan Markle.
Hizo unas declaraciones en las que se quejaba de "la persecución y la ola de abusos" a los que había estado expuesta su novia y expresó su decepción, al no ser capaz de protegerla.
En julio, el príncipe demostró que iba en serio al ganar una querella contra la web MailOnline, que había publicado una serie de fotos de él y de Markle en una playa privada de Jamaica.
La propia Diana reprendió a los medios en más de una ocasión por entrometerse en las vidas de sus hijos, e incluso tuvo un encontronazo con un paparazzi al que tuvo que pedir que dejara de hacerles fotos mientras esquiaban en Lech (Austria).
Retar a Usain Bolt
En 2012, Enrique desafió al corredor jamaicano Usain Bolt durante un viaje oficial al Caribe con motivo del Jubileo de Diamante de la reina Isabel II.
Pero el príncipe hizo trampas, engañó al campeón olímpico de los 100 metros lisos para que mirara en otra dirección y llegó antes que él a la línea de meta.
Bolt pidió la revancha de inmediato, pero el tercero en la línea de sucesión se hizo el sueco.
"Ha hecho trampas", explicó Bolt después. "Le dije a Enrique que quería la revancha y me contestó: 'Estoy ocupado".
Diana tampoco se cortaba un pelo con otros famosos. Recordemos aquella vez en la que bailó con John Travolta, el protagonista de Fiebre del sábado noche, en la Casa Blanca en 1985.
Los 'bailes de padre' de Guillermo
En marzo del año pasado, el príncipe Guillermo recibió muchas críticas por estar de vacaciones en Verbier (Suiza) mientras el resto de la realeza asistía a un evento de la Commonwealth en Gran Bretaña.
Se le grabó socializando y bailando "como un padre", tal y como lo describieron algunos tabloides.
Tomorrow's front page: Scandal of workshy Wills pic.twitter.com/2KbUvDSdoU
— The Sun (@TheSun) March 14, 2017
La portada de mañana: escándalo por la vaguería de Guillermo.
@GMB prince William is allowed to laugh and dance like the rest of us. I want to see him being normal @piersmorgan
— Happy Sarah (@sarahinspalding) March 15, 2017
El príncipe Guillermo puede reírse y bailar como todos nosotros. Quiero verle ser normal.
Aunque varias publicaciones criticaban la "vaguería" del príncipe, los simpatizantes de la familia real no tardaron en salir a su defensa en Twitter: "El príncipe Guillemo puede reírse y bailar como todos nosotros. Quiero verlo ser normal".
Seguramente, Diana —que en una ocasión se vistió de hombre para salir a bailar a un local gay con Freddie Mercury— estaría de acuerdo.
Las bromas con los Obama
En abril del año pasado, el príncipe Enrique y los anteriores inquilinos de la Casa Blanca entraron en una dinámica de provocaciones con motivo de la celebración de los Juegos Invictus —una competición cuyos participantes son soldados lisiados o mutilados— en Florida, e incluso Isabel II se prestó a las bromas.
En esta ruptura de protocolo, la reina contestó a Barack Obama en un desternillante vídeo que compartió la Casa Real británica en Twitter e Instagram que concluye con el príncipe Enrique diciendo "boom" y haciendo el gesto de tirar el micrófono, como el expresidente de Estados Unidos.
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Reino Unido y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero