Si los toros publicaran en sus propios diarios
Cada tanto surgen titulares extraordinarios desde el mundo de la tauromaquia, que tienen una impresionante replica en las redes sociales y durante unos cuantos días nos incorpora en un encarnecido debate sobre el asunto de las corridas de toros. Un hecho que no pasa inadvertido es un torero herido o muerto, pero como en tiempos recientes no ha ocurrido, estimo que también sirve recurrir a un evento curioso.
Hace pocos días cientos de diarios a nivel mundial describieron que un torero, apodado con el mote de el genio de la Puebla, observó mientras lidiaba al toro que este derramaba lágrimas de dolor y procedió a sacar un pañuelo para secarlas. La audiencia de la plaza se levantó y aplaudió el gesto. Al final todo terminó como suele terminar, solo uno de los dos salió por su propio pie. Ocurrió el 10 de mayo en el marco de la Feria de Sevilla, en el Reino de España.
Y me imagino otra vez que pasaría si los toros tuviesen diarios y redes sociales, creo titularían: “Nos torturan a un nivel superior”. Describirían los hechos de otra manera. Narrarían el sufrimiento del toro en sus momentos finales, mientras una sádica audiencia observa frenéticamente. Harían referencia a los miles de toros muertos en las últimas décadas. En particular, sostendrían con ahínco que secarle las lágrimas con un pañuelo a quien va a ser asesinado no es un acto de caballerosidad, es agregar otro detalle macabro a un acto ya cruel. Como no sabemos cómo se comunican los toros, este párrafo forma parte de una ficción.
En fin, las corridas de toros no son arte, son una expresión de la crueldad podemos llegar a infligir las personas a otros seres vivos. Siempre estamos a tiempo de recuperar esa parte de nuestra humanidad perdida, por lo tanto el debate generado por esta noticia es otra oportunidad, para quienes promovemos de manera individual u organizada el respeto a los animales y una relación armónica en los ecosistemas de los que somos parte, de fomentar otras actitudes, legislaciones e instituciones.