La sexta ola rompe su tendencia a la baja mientras crece el debate de una nueva reducción de cuarentenas
Madrid y Castilla-La Mancha se ponen al frente de la petición a Sanidad, que reclama "prudencia" ante la evolución de la pandemia.
La tendencia se ha roto y el omnipresente ‘pico’, que parecía ya superado, ha vuelto a aparecer. La sexta ola se resiste a amainar como marcan las cifras de final de semana. La incidencia ha marcado un nuevo máximo, 3.418 tras subir, de golpe, 139 puntos luego de tres días a la baja. Lo advertía la ministra Carolina Darias: “Todo apunta a que ya estamos doblando la curva... pero es necesario esperar la consolidación de esta bajada”. Toca esperar.
Pero la incidencia no lo es todo, menos aún en los tiempos de ómicron, con positivos disparados pero mucha menor letalidad . Este viernes hay más lecturas sobre las cifras de Sanidad. Más allá, sí hay un leve descenso en los nuevos casos y los fallecidos con respecto a los últimos informes (aunque la mortalidad a siete días no deja de crecer). Suban o bajen, la realidad es que los números siguen siendo muy altos: 141.095 diagnósticos y 142 muertes en solo un día.
La mejor noticia llega desde los hospitales, tirando de números absolutos. Desde este viernes, el país ya no está en riesgo máximo (muy alto) en ningún indicador hospitalario, ni en porcentaje de pacientes en camas de planta (14,96%, rozando el límite del 15%) ni en UCI, que paso a paso va cayendo hasta el actual 23,20% (lejos del temido 25%). El panorama de la atención primaria es otro cantar, el sobretrabajo de sanitarios en los ambulatorios sigue siendo un problema.
Las comunidades tienen prisa; el Gobierno pide “prudencia”
Una sucesión de porcentajes, cuentas y balances que llevan a una realidad: la superación de la pandemia como eso mismo, una pandemia, va para largo. El debate sobre un nuevo modo de afrontar y enfrentar la gestión de la enfermedad queda lejos de momento. Cataluña se ha atrevido, este viernes, a plantear un cambio de paradigma ya en abril, pero los cálculos del Gobierno central son más a largo plazo, sin precisar. “Muchos meses”, aventuraba Pedro Sánchez al hablar de la necesidad de “anticipar las fases de la pandemia”.
Sí está sobre la mesa qué hacer con las cuarentenas. Lo que hoy son siete días de aislamiento, comunidades como Madrid o Castilla-La Mancha quieren que pasen a ser “cuatro o cinco”, en línea con Reino Unido y otros países.
La menor influencia de ómicron a nivel sintomático ha hecho moverse a varios territorios, preocupados por la paralización económica del sistema. Todavía colea el asunto de las bajas laborales, un problema del que escapan muy pocas empresas en este comienzo de año. “Como mínimo se debería debatir”, reconoce el consejero madrileño, Enrique Ruiz Escudero, a la cabeza de las presiones a Sanidad.
El ministerio responde con una de las palabras más utilizadas en las últimas semanada, “prudencia”. No es momento de esta reducción... ni de otras relajaciones, explicaba recientemente la ministra Carolina Darias. Lo remarcaba ante las noticias llegadas desde los vecinos europeos. En Francia no será obligatorio llevar mascarilla en exteriores desde el 2 de febrero y en Inglaterra, desde el próximo jueves, no será obligatorio llevar mascarilla, directamente.
“Cuando esté bien consolidado ese cambio de tendencia estaremos en condiciones de abordar los siguientes pasos”, explicaba tras verse con las autonomías en el Consejo Interterritorial. Su mensaje no cambia. “Tiempo” y “prudencia”.
Los pasos que debe dar España muy a corto plazo van en otra dirección, como dejó claro Darias el miércoles. Hay que acelerar las terceras dosis, especialmente en los grupos de 50-59 y 40-49 años, para que el país siga siendo el “modelo” internacional en vacunación. Lo es, desde hace tiempo, en porcentaje de población con la pauta completa (más del 90,6% de los adultos), pero no en las dosis de refuerzo, donde se ve por detrás de las principales potencias.
Las escuelas siguen siendo “seguras” pese al aumento de casos
Donde sí salen las cuentas por ritmo de avance es en la protección a los niños. Este jueves España superaba el 50% de los pequeños entre 5 y 11 años con la primera dosis. Un hito que blinda la presencialidad en las escuelas, una “necesidad” como explicaban docentes, padres y psiquiatras a El HuffPost, pese a la creciente presencia de positivos.
Educación ha notificado un aumento de las bajas por contagio o por cuarentena de casi el doble con respecto a la semana pasada, tras la esperada ‘vuelta al cole’ después de Navidad.
Dos semanas después de las fiestas, hay 24.742 profesores aislados, un 4,28% del total, mientras que los alumnos afectados por el virus son 262.451 (un 3,77). Las aulas notan las bajas pero apenas hay cerradas, solo un 0,49% del total en todo el país (1.962 de las 405.181 existentes).
“Con estas cifras, vuelvo a confirmar que se está haciendo bien, que se está desarrollando muy bien los protocolos en los centros educativos y podemos aseverar claramente que las escuelas siguen siendo espacios seguros”, ha explicado Pilar Alegría, ministra de Educación.
Para el Gobierno, la situación es buena y la evolución de los casos, contenida, lo que permite que en España “a diferencia de lo que sucede en otras partes del mundo, nuestras escuelas están abiertas y con una formación presencial en todas las etapas y áreas”, ha remarcado Alegría.