Así es 'Baron Noir', la serie que Pedro Sánchez ha recomendado a Pablo Iglesias
Se ha convertido en la serie favorita de los políticos durante el confinamiento.
Pablo Iglesias es todo un seriéfilo. El líder de Podemos acostumbra a recomendar todo tipo de series en redes sociales: Juego de Tronos, Fargo, The Tunnel, The Accident, Mad Men o The Wire. A todas ellas se suma ahora Baron Noir, un thriller político francés que considera una “obra maestra” y ha descubierto después de que Pedro Sánchez se lo recomendara. Íñigo Errejón también se ha enganchado a la producción durante el confinamiento, tal y como confesaba a El HuffPost en una entrevista.
La serie profundiza en el lado más oscuro de la política: las mentiras, los chantajes y la corrupción son la base sobre la que se estructura la trama. Su protagonista, Philippe Rickwaert, es alcalde socialista de Dunkerque y miembro del parlamento francés. El político, un hombre sin escrúpulos, comienza a temer por su futuro cuando su mentor se deshace de él para salvar su campaña por las elecciones presidenciales. A partir de ahí traza una venganza que ocupa la primera temporada.
¿Cuántas temporadas tiene y dónde se puede ver?
La serie, que se estrenó en 2017 producida por Canal+, tiene tres temporadas con ocho capítulos cada una. Los guionistas no se plantean por ahora hacer una cuarta temporada y consideran que con la tercera “se cierra el ciclo”. Puede verse al completo en HBO.
¿Quiénes son los actores protagonistas?
En el elenco participan actores muy conocidos del cine y la televisión francesa. Entre ellos Kad Merad, que interpreta a Rickwaert, y ha ganado un premio César y ha participado en cintas como Los chicos del coro. Niels Arestrup, que se mete en la piel de su mentor, también ha sido premiado en tres ocasiones por la Academia francesa.
Galardones aparte, Baron Noir también cuenta con la presencia de Anna Mouglalis y Hugo Becker. Mouglalis es conocida por haber interpretado a la diseñadora Gabrielle Chanel y haber sido imagen de la firma que lleva su nombre, mientras que Becker debe su fama fuera de Francia a su papel como Louis Grimaldi en Gossip Girl.
Los paralelismos con la realidad
Baron Noir no está basada en hechos reales pero no es difícil encontrar ciertos paralelismos con la realidad, tanto en la política francesa como en la española. El más claro es la lucha por el poder en el seno de un partido de izquierdas y solo hay que recordar el Comité Federal del PSOE para comprobar que la realidad a veces supera a la ficción.
En la serie los socialistas estaban en el poder pero se hunden electoralmente por las divisiones internas, lo mismo que sucedió en las presidenciales de 2017 en Francia, que terminaron siendo una batalla entre Emmanuel Macron y Marine Le Pen. Precisamente el actual presidente es otra de las ‘inspiraciones’ de los guionistas de Baron Noir. El personaje interpretado por Anna Mouglalis quiere parecerse a la figura de Macron, una figura de centro con la que nadie contaba, que sale de la nada y que termina haciéndose fuerte.
El auge de los populismos y la entrada de los movimientos antisistema en las instituciones también quedan plasmados en la tercera temporada de la producción. En la serie francesa también hay hueco para Podemos, ya que varios personajes viajan hasta Barcelona para participar en una asamblea ficticia del partido.
¿Qué dice la crítica de ella?
“Es la combinación perfecta de House of Cards y Los Soprano”, escriben sobre la serie en The Guardian. El diario británico elogia la forma en la que Baron Noir consigue que el ambiente que retrata sea familiar y alienígena a la vez para los espectadores.
Para The New York Times, la historia funciona porque es menos idealista que El ala oeste de la Casa Blanca y menos cínica que House of Cards. “Justo en el medio”, reza el periódico, que la compara con Marseille, que Netflix vendió como una de sus grandes apuestas por ser su primera serie francesa pero que no terminó de convencer a la crítica.
La serie tiene un 7,8 sobre 10 en su ficha de IMDB, donde está subiendo en popularidad, y un 7 en Filmaffinity.