Serena Williams: "Ahora mi nueva ambición es ser la mejor mamá"

Determinada, audaz y poderosa son algunas de las características que definen a Serena Williams, una de las mejores tenistas de todos los tiempos, pero eso ya lo sabe el mundo entero. Sin embargo, al tenerla de frente y fuera de la pista, te das cuenta de que hace honor a su nombre al transmitir esa calma y tranquilidad de la cual no muchos gozan, y algo que sus rivales jamás podrán percibir de ella en un partido.

Detrás de una de las derechas más poderosas en la historia del tenis hay una mujer de 35 años que ha tenido que levantarse varias veces, hasta convertirse en la tenista con más títulos de Grand Slam en la era abierta, y la segunda —solamente debajo de Margaret Court— en toda la historia.

Para Serena la clave está en la constancia, la determinación y en no abandonar los sueños.

"Sé que suena cliché, pero no debes abandonarlos, podrás tener un bache en el camino, pero simplemente tienes que seguir y no dejar que nada te detenga", contó al HuffPost México la estadounidense que a los tres años tomó una raqueta, a los 14 años se convirtió en profesional y a los 17 ganó su primer título de Grand Slam.

Pero el camino de Serena hasta la cima nunca fue un camino en línea recta. Pasó de alcanzar, por primera vez, la posición número uno en el ranking mundial en 2002 y ser campeona defensora de los cuatro grandes (Abierto de Australia, Roland Garros, Wimbledon y Abierto de Estados Unidos) al mismo tiempo, a caer hasta la posición 169 tras varias lesiones. Sin embargo, su espíritu aguerrido y gran disciplina la llevaron a regresar con más fuerza todavía a la cima y romper un sinfín de récords.

Echando la vista atrás, el origen de su fortaleza le viene de niña, antes de desarrollar ese cuerpo musculoso y de perfeccionar su saque aniquilador.

"Siempre tenía que jugar contra gente más grande que yo, y tenía que esforzarme demasiado y nunca era la mejor", cuenta Serena sobre el inicio de su carrera. "Y creo que de alguna manera eso me ayudó porque cuando crecí, cuando me volví más fuerte, todavía tenía en la mente la idea de que tenía que esforzarme mucho más que las demás".

El sentimiento de haber alcanzado su sueño solamente la llevó a querer seguir saboreando el triunfo una y otra vez. Modesta, confiesa que nunca soñó con llegar tan lejos, y ambiciosa admite que el regusto de la victoria siempre la lleva a querer hacerlo de nuevo.

"Mi sueño de pequeña era ganar el Abierto de Estados Unidos. Y te sientes muy bien al ver que has cumplido ese sueño y que puedes hacerlo más de una, dos o tres veces". Ella lo alcanzó ocho veces en la categoría singles y dos veces en dobles junto a su hermana Venus.

Más allá del juego, el estilo de Serena Williams también es único en la cancha. Desde atuendos extravagantes hasta conjuntos en colores llamativos. Marcas como Nike han diseñado en varias ocasiones, en colaboración con ella, ropa deportiva exclusivamente para sus torneos. Como embajadora de la marca de relojes de lujo Audemars Piguet, algunos de los modelos más exclusivos de esta relojería suiza también han acompañado a la tenista en algunas de sus victorias.

El interés por la moda también lo adquirió desde pequeña. Incluso nos desveló que soñaba estudiar moda. Y en su lista de sueños cumplidos, también está el de lanzar su línea de ropa. Su marca HSN, además, se ha presentado en dos ocasiones en la Semana de la Moda en Nueva York.

Con esto está de más decir que Serena tiene otras ambiciones igual de importantes fuera de la pista, pero ahora su nuevo reto la obligará a guardar las raquetas por un tiempo, puesto que se trata de ser madre.

En diciembre del año pasado, anunció su compromiso con Alexis Ohanian, cofundador de la red social Reddit. A los pocos meses, tras haber jugado y ganado el Abierto de Australia, dio la noticia de su embarazo, no sin especificar que en 2018 espera volver a jugar.

"Ahora mi nueva ambición es ser la mejor mamá que pueda. Y creo que lo haré bien", asegura.

Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' México.