La sequía ahoga a España: embalses en situación crítica y restricciones en el consumo de agua
Los pantanos nunca habían tenido menos agua guardada al comienzo de agosto desde el año 1990, es decir, en los últimos 32 años.
Las olas de calor que han abrasado (y siguen abrasando) España en las últimas semanas y la prolongada escasez de lluvias han desembocado inevitablemente en una caída histórica de las reservas de agua y, con ello, en restricciones en el consumo que se extienden poco a poco.
Desde que comenzó el milenio, nunca ha habido tan poca agua en los embalses españoles en la primera semana de agosto, el mes en el que más se dispara el consumo. Así lo muestran datos facilitados por el Ministerio de Transición Ecológica.
En este momento hay un total de 22.689 hectómetros cúbicos de agua almacenada, lo que supone una reserva al 40,42% de su capacidad total. Entre este martes y el anterior los embalses españoles han perdido 832 hectómetros cúbicos de agua, lo que representa el 1,5% de su capacidad total.
Los pantanos, en concreto, nunca habían tenido menos agua guardada al comienzo de agosto desde el año 1990, es decir, en los últimos 32 años. Hace un año, en la misma semana, la reserva hidráulica se encontraba al 48,47% y para encontrar una situación análoga habría que remontarse hasta 1994, un año en el que España vivía, como ahora, una sequía persistente. Pero incluso en esa misma semana de hace 28 años, los embalses tenían más agua, ya que estaban al 41,94%.
Así, los embalses albergan 10.906 hectómetros cúbicos menos que la media de los últimos diez años en esta misma semana, lo que representa un 32,46% menos y 4.403 hectómetros cúbicos menos que en las mismas fechas de 2021, un 16,25% menos que hace un año.
Por ámbitos, la reserva se encuentra al 74% en el Cantábrico Oriental; al 62,7% en el Cantábrico Occidental; al 51,2%, en Miño-Sil; al 63,5%, Galicia Costa; al 81%, las cuencas internas del País Vasco; Tinto, Odiel y Piedras al 70,7%; Júcar, que está al 59,7% de su capacidad y el Ebro, al 54,7%.
Mientras, están por debajo de la mitad de su capacidad total las cuencas del Duero, que está al 43,7%; el Tajo, al 41,5%; Guadiana, al 26,2%; Guadalete-Barbate, al 28%; Guadalquivir, al 24,7%; Cuenca Mediterránea Andaluza al 45,5%; Segura, al 40,4% y las cuencas internas de Cataluña están al 43,9%.
El aumento del vaciado de pantanos y embalses no es una novedad en verano, pero este agosto las cifras alcanzan niveles récord, que se ceban en el sur peninsular. Así, como consecuencia de esta sequía y de las extracciones del acuífero subterráneo para usos agrícolas y turísticos, solo una laguna de Doñana, la de Santa Olalla mantiene un rastro de agua en el Parque Nacional.
Las miles de láminas de agua con el carácter de temporales están secas, como corresponde a su ciclo natural, pero también la otra considerada permanente, la laguna Dulce. El director de la Estación Biológica de Doñana (EBD), Eloy Revilla, ha explicado a Efe que a final de verano es seguro el completo secado de Santa Olalla, algo que ocurre por segunda vez desde que se tienen datos.
Este humedal sufre un doble problema: la escasez de precipitaciones en esta zona de Huelva, que suma diez años ya por debajo de la media; y, particularmente, las extracciones de agua del acuífero subterráneo para abastecer al cercano núcleo turístico de Matalascañas, que en verano alcanza los 160.000 residentes.
Y las previsiones tampoco son halagüeñas en las zonas en las que, en un inicio, los datos parecen mejores. En Galicia, por ejemplo, preocupa el aumento de la evaporación por la persistencia del calor.
“El agua del embalse de Zamáns está en el 60 y pico %, en principio podemos sobrevivir pero se está reduciendo mucho el agua porque hay mucha evaporación y mucho calor, y para no tener que hacer cortes más drásticos es mejor tomar medidas ahora”, sostiene Juan González, alcalde de Nigrán, a Efe.
En esta localidad, que multiplica por 3,5 su población durante la época estival -como sucede con muchas otras en las Rías Baixas como Baiona, Bueu o Sanxenxo-, ya han comenzado a implementar restricciones en el consumo de agua. “Hicimos una reducción muy importante del caudal de las duchas en las playas porque supone un gasto muy importante, hace 15 días que no hacemos baldeos de calles, hicimos una reducción muy importante de riegos, y a partir de hoy es el corte definitivo de duchas y lavapiés”, explica este regidor.
Como en Nigrán, las restricciones comienzan a extenderse en España poco a poco, especialmente en Galicia, Cataluña y Andalucía. Cortes de suministro nocturnos, cierre de duchas en las playas, y prohibición de regar, llenar piscinas y lavar coches son algunas de las medidas restrictivas puestas en marcha:
Galicia
Es una de las comunidades autónomas más afectadas por la sequía, lo que ha llevado a los ayuntamientos de Pontevedra de Poio, Sanxenxo, Marín, Bueu y Pontecaldelas a prepararse para un empeoramiento y un eventual estado de alerta que implicaría el corte nocturno del suministro de agua.
Ante esta situación, los alcaldes de las seis localidades pontevedresas han acordado cerrar los grifos de lavapiés y duchas en las playas, prohibir el relleno de piscinas, el baldeo de las calles o los lavados de coches, así como buscar y detener posibles fugas de agua en la red de abastecimiento.
No se salva tampoco la única provincia interior. Algunos municipios de Ourense han publicado bandos para informar de que quedan prohibidos usos que no sean los esenciales, como cocinar y el aseo personal e incluso, en algún caso puntual, advierten de multas en caso de incumplir estas obligaciones.
“Aquí nunca tuvimos problemas de abastecimiento de agua, siempre hubo agua, procedente de las captaciones de la sierra, situadas a unos mil metros de altura, y, como la de Serra do Larouco, este año están prácticamente inservibles”, ha explicado el alcalde de Baltar, José Antonio Feijóo, quien no descarta otras medidas.
La Generalitat también ha limitado el consumo de agua en 150 municipios a 200 litros por persona al día. En la ciudad de Solsona, con cerca de 10.000 habitantes, hace una semana que se ha empezado a suministrar agua con cisternas a uno de los depósitos de la red municipal. El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha hecho un llamamiento a la ciudadanía a “hacer un uso racional del agua” en la vida cotidiana “para evitar que los efectos de la sequía se agraven”.
Andalucía ya está aplicando restricciones en algunas provincias y la Junta ha reclamado al Gobierno central una reunión urgente para aprobar un decreto de sequía con una alta dotación económica. En Málaga los ayuntamientos han establecido restricciones, como el corte del agua en las duchas de las playas de Rincón de la Victoria y Vélez-Málaga desde el 1 de agosto.
Durante las últimas semanas, se han mantenido las restricciones nocturnas y se ha repartido agua en camiones cisterna en la comarca de Antequera. La escasez de agua ha llevado a algunos agricultores a sacrificar parte de sus plantaciones de aguacates para salvar el resto, mientras que peligra la producción de la aceituna de mesa porque el fruto no engorda suficientemente.
En Huelva, diez municipios de la comarca de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche han sufrido restricciones en horario nocturno, lo que se suma a la falta de infraestructuras hídricas de la provincia, y afecta a residentes y turistas en lo que respecta al abastecimiento de agua.
La falta de agua afecta principalmente a la comarca pacense de Tentudía, que se abastece del pantano que lleva este mismo nombre. Actualmente, sólo tiene 0,8 hectómetros cúbicos de reserva, un 16,6 % de su capacidad, la mitad de lo que tenía hace un año.
Sobre los nueve municipios que conforman esta mancomunidad hay una recomendación expresa de no utilizar agua para el riego de jardines ni para el baldeo de calles, tampoco para llenar piscinas o lavar coches. En concreto, en Bodonal de la Sierra, las viviendas rurales tienen restricciones de agua durante algunas horas, una media que, sin embargo, no afecta al casco urbano.
Los cultivos de regadío ya están sufriendo limitaciones en la comunidad, y determinadas instituciones han tomado decisiones vinculadas con la sequía, como Patrimonio Nacional, que ha recortado la temporada de los juegos de agua de las históricas fuentes de los Jardines del Real Palacio de San Ildefonso, en el municipio segoviano de La Granja.
Hay restricciones de agua en pequeñas localidades, las que se abastecen de agua de manantiales pequeños o de cabeceras de río, como Erro, donde el Ayuntamiento ha prohibido el riego de huertas y restringe el agua por la noche por la escasez que afecta principalmente a poblaciones de la parte pirenaica y cantábrica.
Se han establecido algunas restricciones en determinadas zonas donde los municipios tienen que suministrar el agua desde ríos y acuíferos. Sólo se ha prohibido, por el momento, el riego de jardines, el llenado de piscinas particulares y el lavado de coches, entre otras actividades no esenciales.