Sentencia del 'procés': los 9 momentos clave de un juicio que ha pasado a la historia
Fueron 52 sesiones en las que se escucharon las versiones de 422 testigos.
Han sido cuatro meses en los que ha habido 52 sesiones, en las que se han escuchado las versiones de 422 testigos y se han visualizado diez horas de vídeos con los que se han reconstruido los hechos.
Estos son los 9 momentos clave d un juicio, el del ‘procés’, que ya es historia de España, como lo es su sentencia. El Tribunal Supremo ha condenado al exvicepresidente catalán Oriol Junqueras a 13 años de prisión por sedición y malversacion y a Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, a 9 años de cárcel por sedición, según han informado fuentes jurídicas.
1. LA FOTO QUE LO DIJO TODO
El juicio comenzó el 12 de febrero de 2019 y el fotógrafo de la Agencia Efe Emilio Naranjo captó una de esas imágenes que lo dicen todo.
Aquella foto se convirtió en un retrato público de las amistades y enemistades en las entrañas del independentismo catalán: el president Quim Torra entró en el Salón de Plenos del Supremo y saludó a los 12 acusados, que se giraron para corresponderle con gesto y sonrisas. Todos excepto tres.
El exconseller de Empresa Santi Vila no oculta, con la cabeza hacia arriba, su profunda discrepancia; Carles Mundó, discretamente prefiere mirar a sus compañeros; y Oriol Junqueras, que directamente no se vuelve. Su mirada al frente capta la atención de todos. Al contrario que Torra, aparece desenfocado pero, como él, ocupa un extremo de la composición.
2. “AMO A ESPAÑA”
El 14 de febrero todos querían saber qué diría el exvicepresident Oriol Junqueras tras más de un año en prisión. Llegó el momento y el acusado sorprendió con una renuncia a defenderse jurídicamente (solo contestó a su abogado) a cambio de un sonado alegato de paz.
Se presentó como “preso político” -un papel que rechaza la Fiscalía, que le ve el “motor de la rebelión”- y quiso resaltar el pacifismo del movimiento soberanista, ejemplificado en los claveles y el Virolai (himno religioso) del 20-S. Un discurso en el que sobresalió una frase muy sonada...
“Yo amo a España. Amo a la gente y a la lengua y la cultura española. Lo he dicho mil veces porque es verdad”.
Junqueras defendió que “votar no es delito”, que “nunca” contempló o avaló el uso de la violencia para forzar al Estado a reconocer la secesión de Cataluña y que no malversó dinero público.
3. “LO VOLVERÍA A HACER”
Si la frase de Junqueras copó todos los titulares, la de presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, no lo fue menos: “No hay ningún tipo de arrepentimiento, lo volvería a hacer”.
Lo dijo durante la última palabra de los acusados, en la que todos coincidieron en pedir al Tribunal Supremo que devuelva el conflicto de Cataluña “al terreno de la política” e insistieron en que en otoño de 2017 no hubo ni una rebelión ni una sedición.
Alguno de ellos incidió en la idea de que el juicio busca un “escarmiento”, pero que no funcionará. El más claro fue Cuixart.
4. RAJOY, SORAYA... LOS TESTIGOS POLÍTICOS
Jurídicamente, en general apenas aportaron nada relevante, pero políticamente sus relatos fueron cartografiados fuera de la Sala. Artur Mas deslizó un posible retorno a la política; Juan Ignacio Zoido sudó la gota gorda; Soraya Saénz de Santamaría enseñó los dientes, y Cristóbal Montoro se enmendó a sí mismo. Pero, entre ellos, hubo dos que destacaron por encima del resto: el expresidente Mariano Rajoy y el lehendakari Urkullu.
Rajoy trajo el ‘marianismo’ más puro. Su particular lenguaje de manos y sus recurrentes ‘no recuerdo’ acreditaron su nivel de incomodidad. Respondió a todo pero no dijo nada. Todo lo contrario que el lehendakari Urkullu, que desveló los detalles íntimos de unos meses de diálogo imposible para intentar frenar la declaración de independencia. Desnudó a Rajoy y a Puigdemont al decir que ni uno quería DUI ni el otro el 155. Vila escuchó atento; él fue parte.
5. TRAPERO
Consciente de que sus palabras resonarían en la Audiencia Nacional, donde está pendiente de juicio por rebelión, el mayor de Mossos llegó dispuesto a contarlo todo. Y lo hizo. Levantó un muro con un Govern al precisar que pidieron que desconvocaran el 1-O ante la posible violencia y que planearon la detención de Puigdemont, con quien solía codearse.
Un golpe de efecto que llegó al final de una declaración de alto voltaje en la que a punto estuvo de irse todo al traste por un error técnico de Vox, que no hizo la pregunta clave en el interrogatorio. Al partido de ultraderecha se le olvidó preguntarle al mayor Trapero por las dos reuniones en las que se produjeron las advertencias el 26 y el 28 de septiembre de 2017. Al ser la única acusación que había pedido su testimonio, ni Fiscalía ni Abogacía pudieron preguntarle por ellas.
Fue finalmente el presidente del tribunal, Manuel Marchena, el que le preguntó por estos encuentros, lo que provocó las quejas de las defensas por “suplantar” a la acusación.
6. EL JUEZ MARCHENA
Y, fue él, aunque sin quererlo, quien se convirtió en el protagonista y casi lo sigue siendo al ser el ponente de la sentencia. Marchena, consciente de que todas las miradas estarían sobre él, dirigió el juicio con firmeza y ciertas dosis de locuacidad. Severo cuando había que reconvenir a las partes, pero sin olvidar su habitual cortesía y corrección británica. “Está haciendo escuela”, decían magistrados próximos a él.
Se recordarán sus colisiones con ciertos letrados (“No me replique, no discuta conmigo); sus (escasos) límites con testigos de las defensas (“Esto es un insulto a los miembros del tribunal”); cuando empuñó el Código Penal ante testigos desmemoriados; sus respuestas a los renuentes a responder a Vox (“Estamos todos aquí por imperativo legal”) y su recado a un mosso (“Está usted ante la autoridad judicial”).
7. PASANDO DE VOX
Ningún acusado respondió a Vox “por dignidad y principios”, según explicaron. Los testigos no podían hacer lo mismo y no ocultaban lo mucho que les incomodaba el tener que hacerlo. De ahí que muchos de ellos añadieran la fórmula “por imperativo legal” antes de hacerlo.
Hubo dos de ellos que no acataron: los exdiputados de la CUP Eulalia Reguant y Antonio Baños fueron multados con 2.500 euros.
8. LOS VÍDEOS CLAVE
El Supremo tuvo dos jornadas de cine. En la cartelera, vídeos del 20-S, escraches, cargas policiales del 1-O y la actuación de los votantes en los colegios. Fueron diez horas de vídeo en las que se vio lo peor de cada parte: policías saltando sobre personas; ciudadanos arrojándoles sillas...
El objetivo de ver todas las imágenes era demostrar las distintas versiones aunque para ello a veces se usaran los mismos vídeos para demostrar que se usó la violencia y por lo tanto fue una rebelión, como defendía la Fiscalía, o que la única violencia que hubo fue la policial, según la versión de los acusados.
9. EL MOMENTO ‘FAIRY’
Durante la sesión número 11 hubo una declaración que rápidamente se convirtió en Trendic Topic: el ex Delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, habló de lo que llamó “la trampa del fairy”. Según su relato, consiste en verter jabón en el suelo para hacer resbalar a los agentes y así “patearles la cabeza”.