Athletic y Levante lo dejan todo para la vuelta (1-1)
El empate en San Mamés, en la ida de semifinales de Copa, significa para el Levante una ligera ventaja para la vuelta, en su casa.
Levante y Athletic Club empataron este jueves en la segunda semifinal de la Copa del Rey (1-1) en un partido vibrante, con muchas alternativas, y que otorga una mínima ventaja a los granotas de cara al choque de vuelta gracias al gol de Gonzalo Melero en la primera parte, un auténtico tesoro para el conjunto de Paco López.
El cuadro blaugrana jugó la segunda semifinal en 86 años y no desperdició la ocasión. Entró mejor al partido, le puso más ímpetu y -sobre todo- supo tocar la tecla que el Athletic tardó en encontrar. Un gran centro de De Frutos fue suficiente para que Melero lograse el 1-0 a los 26 minutos después de un intento fallido.
El ex del Huesca tuvo suerte en su remate porque el primero fue al aire. Sin embargo, el balón se quedó muerto en su pierna zurda y la ocasión fue inmejorable para poner nervioso al Athletic, firmar el gol que tanto buscaban y obligar a jugar a su rival contrarreloj durante más de una hora. El plan le salió a la perfección a los valencianos.
Aunque los de Marcelino García Toral, que parecen otro equipo, ya comenzaron a mejorar al final del primer tiempo. Raúl García fue el primero en probar a Cárdenas, el portero revelación de este Levante, uno de los protagonistas de la Copa por sus buenas actuaciones. Fue un muro para los vascos, que arrancaron el segundo acto como terminaron el primero.
Raúl García obligó al meta levantinista a otra estirada prodigiosa, pero tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompió. Y eso ya fue cuestión de minutos en una acción a balón parado, las cuales le están dando tan buen rendimiento a los bilbaínos. Iker Muniain sacó un córner e Íñigo Martínez remató con la cabeza de forma impecable.
Un gol de bandera que relajó al Athletic de forma inconsciente y que aceleró el correr de los minutos sin pena ni gloria. Una fase sin ocasiones hasta el tramo final, con varios movimientos desde el banquillo que cambiaron el guion, llevaron el partido al dominio local sin puntería y a las contras de los visitantes, que acabaron con la lengua fuera.
Los de Paco López apretaron los dientes, renunciaron completamente al ataque y dieron por bueno un empate que les permitiría acceder a la final de Copa sin tan siquiera marcar un gol dentro de tres semanas. Eso sí, tampoco deberían recibirlo. El Athletic, por su parte, tendrá que salir a ganar al Ciutat de València o conseguir un empate a más de dos goles.