Seis parecidos más que razonables entre 'La caza. Monteperdido' (TVE) y 'El guardián invisible' (Atresmedia)

Seis parecidos más que razonables entre 'La caza. Monteperdido' (TVE) y 'El guardián invisible' (Atresmedia)

Nos encantan las adaptaciones de la novela negra.

Megan Montaner ('La caza. Monteperdido, TVE) y Marta Etura ('El guardián invisible, Atresmedia)

TVE ha apostado (por fin) por algo distinto a lo que invadía en los últimos tiempos su prime time. Esta vez se ha lanzado con un thriller para la noche de los lunes y los espectadores de La 1 no pueden estar más contentos. La caza. Monteperdido —que emitió su primer episodio el 25 de marzo— ha sido el mejor estreno de ficción en la cadena desde Estoy vivo, con 2.400.000 espectadores (15,2% de cuota de pantalla). La audiencia le ha otorgado de nuevo su confianza con el segundo capítulo este lunes, que sólo ha bajado tres décimas en cuota de pantalla frente a su estreno. Los fan del thriller en España defienden a muerte el género, aunque sea una seudoadaptación continua.

De hecho, en estas dos semanas ha sido habitual leer en Twitter comentarios que apuntan que la producción “es una serie buena PARA TVE”. He ahí la cuestión. No es, ni más ni menos, que una ficción (correcta) más de intrigas que repite los mismos patrones que todas las demás. Todas las ficciones españolas de este género se parecen entre ellas y te lo vamos a demostrar. Se podría elegir cualquiera, pero nos hemos decantado por El guardián invisible para encontrar los parecidos más razonables:

1. Protagonistas IGUALES

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Son especiales. Policías, mujeres y duras, con traumas personales que deben resolver, hiperconcienciadas con su trabajo. Se implican emocionalmente en los casos y pueden pasar días sin dormir hasta que los resuelven... Y visten y se peinan igual. Una es Sara Campos (Megan Montaner), agente de la UCO, y la otra es la inspectora Salazar (Marta Etura).

2. Un pueblo del norte con mucho encanto

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En una historia mueren chicas en Elizondo, en el Valle del Baztán (Navarra), y en otra desaparecen en Monteperdido, un pueblo del Pirineo aragonés. Ambas explotan el encanto de la naturaleza en todos sus planos.

3. Beatriz Carvajal no echa las cartas como Itziar Aizpuru, pero juega a las cartas

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La actriz que dio vida a Marisa en Compañeros (y que en Monteperdido se reencuentra con Alfredo, Francis Lorenzo) no tiene la habilidad de ver el futuro como Engrasi en El guardián invisible, pero también comparte mesa con la detective protagonista. En este caso, para jugar a las cartas. La agente lo hace para descubrir que este personaje tiene muchos datos claves para resolver la historia.

4. La importancia de las leyendas

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Si hay algo con peso en El guardián invisible es la mitología vasca-navarra. Aquí, aunque nos cueste verlo en este papel después de La que se avecina, la narración de las leyendas corre a cargo de Jordi Sánchez, al menos por ahora.

5. Los protagonistas y detectives son los forasteros

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Vale que en El guardián invisible no se puede decir que Marta Etura sea una forastera al 100%, pero regresa a su pueblo, en el que creció, y no consigue desprenderse del todo de esa etiqueta de ‘alguien que viene de fuera a resolver nuestros problemas’.

6. Ambas están basadas en una novela

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Una es una adaptación de la novela de Dolores Redondo, la autora de la trilogía del Baztán de la que El guardián invisible es la primera parte, y la otra del libro de Agustín Martínez, guionista de la serie de TVE.

¿Es cada nuevo thriller español un remake del anterior? Si comparamos Monteperdido con otra de las intrigas más valoradas de TVE, Desaparecida, también encontraríamos similitudes. O con Bajo sospecha (Antena 3), Presunto Culpable (Antena 3) —obviemos otras como La verdad (Telecinco)—... Aunque hay otro punto en común entre todas ellas, las buenas interpretaciones que llevan el peso de la historia: Megan Montaner, Luisa Martín, Alicia Borrachero o Elvira Mínguez.

Nos gusta tanto un thriller que nos pasa como con la novela negra sueca, véase la saga de Camilla Läckberg: leemos sus 500 libros de Fjällbacka sin darnos cuenta de que todos son iguales, porque el rato que nos tiene entretenidos hace que nos merezca la pena. Y el Cluedo que montamos en Twitter los días de la emisión, también.