Seis cervezas perfectas para el invierno
Algunos estilos de cerveza se prestan para su consumo durante los meses fríos del año.
La cerveza no es solo una bebida de verano. Algunos estilos también se prestan para su consumo durante los meses fríos del año. Hablamos de cervezas maltosas, oscuras y de alta graduación.
Sanfrutos: Barley Wine (14% de alcohol)
La traducción literal sería “vino de cebada”. Este estilo de tradición británica pretende simular un vino a partir de los ingredientes de la cerveza. Color granate traslúcido, es una cerveza dulce y densa. Percibimos recuerdos a caramelo, pasas y melocotón en almíbar. Dada su alta graduación alcohólica, conviene tomarla de manera reposada. Mejora conforme adquiere temperatura.
Guineu: Lot 1000 (17,2% de alcohol)
Esta Barley Wine es excepcional. Elaborada a partir de malta de cebada y mosto de uva Macabeo, envejece 9 meses en barricas de vino. De aspecto ambarino sin espuma, ofrece una experiencia intensa a la par que equilibrada. En esta fantástica cerveza oleosa encontramos recuerdos a caramelo toffee, cereal, malta ahumada, fruta de hueso, uva, vino blanco, madera, regaliz y turrón almendrado. Resulta dulce, pero no empalagosa. Dado su volumen de alcohol, aunque bien integrado, conviene compartirla y catarla atemperada. Solo hay 3.500 botellas de esta extraordinaria cerveza que celebra los mil lotes de Guineu.
Arriaca: Russian Imperial Stout (10,1% de alcohol)
A los zares les gustaba la cerveza negra potente, y los ingleses lo sabían. Fruto de esa relación comercial, nace un estilo predilecto para el frío. La de Arriaca es una Russian Imperial Stout de manual. Predomina el gusto a café, pero también nos recuerda a cacao, caramelo y regaliz. El alcohol está bien disimulado en esta cerveza de aspecto negro opaco. Caliente el espíritu, pero no la garganta.
Founders: KBS (12,4% de alcohol)
Desde Michigan nos llega una Breakfast Stout -o cerveza negra de desayuno- añejada durante un año en barricas de bourbon de Kentucky ¿Por qué se llama cerveza de desayuno? Se refiere a que en su elaboración intervienen café, chocolate, avena y trigo. Todos sus ingredientes se perciben con bastante claridad, incluso apreciamos un matiz avainillado. Aun así, esta cerveza de espuma cremosa no es tan dulce como podría parecer. Es densa, sabrosa y potente. El gusto a barrica y destilado queda patente. Recomiendo dejar que se temple para disfrutar toda su riqueza.
La Virgen: El Luchador (7,5 % de alcohol)
¿Te gustan las “tostadas”? ¿Quieres lúpulo hasta en invierno? Esta es para ti. Es una Doble India Red Ale, que en cristiano significa una cerveza de profundo color granate, con un extra de amargor y suficiente alcohol como para soportar un viaje en barco hasta la India. Bajo una consistente espuma marfil, la cerveza de La Virgen nos recuerda a frutos rojos, fruta madura, caramelo, cereal y pan tostado. A su vez, el centeno imprime su sello característico a través de matices especiados y un tremendo cuerpo aterciopelado.
Jameson, La Quince y Guineu: Sine Metu (6% de alcohol)
La destilería Jameson colabora con la microcerveceras españolas La Quince y Guineu para elaborar una Irish Stout añejada durante tres meses en barrica de whisky irlandés. Esta colaboración se materializa en una cerveza oscura, liviana y apenas carbonatada con un final seco. El perfil a whisky es muy evidente, y tras él percibimos recuerdos a chocolate, fruta pasificada y malta ahumada. Solo han lanzado 2980 botellas al mercado.