Se disculpa el conseller catalán que dijo que 'hay un porcentaje de funcionarios apalancados de puta madre'
Josep Bargalló ha reconocido que usó “el tono y las palabras propias de una conversación de calle".
El conseller de Educación de la Generalitat, Josep Bargalló, se ha disculpado este martes en el Parlament a los funcionarios, y ha dicho que usó “el tono y las palabras de una conversación de calle que un conseller no puede hacer ni teniendo una conversación precisamente, de calle”.
Después de trascender que estas fueron: “Hay un porcentaje de funcionarios que están apalancados de puta madre”, y “si hay menos funcionarios, para él, mejor, Bargalló ha dicho que son frases extraídas de contexto”, y que seguramente no acertó en sus palabras.
En la comisión de Educación en el Parlament, Bargalló ha asegurado que estas afirmaciones se inscriben en una “conversación no formal a pie de calle con representantes sindicales” ante una escuela con alta segregación.
Ha aclarado que los sindicalistas le pedían derogar el decreto de plantillas que, a su juicio, permite una buena atención a los alumnos, y que en un centro como el que visitaba iría en contra de proponer perfiles profesionales y habría más dificultades para encontrar profesionales para estos centros.
Ha añadido además que una alta movilidad de los profesionales dificulta mucho la consolidación de los equipos de profesores, algo que supone “un problema grave” en entornos de alta complejidad, y ha dicho que los equipos de dirección viven a veces con angustia la aplicación de los criterios funcionariales en este sentido.
“Funcionarios no maestros”
“Queremos maestros comprometidos con el proyecto educativo”, ha dicho Bargalló, que ha defendido que es bueno que sean funcionarios para garantizar sus condiciones laborales, pero lo que no quiere el departamento es funcionarios que no hagan de maestros, y esto es lo que expuso a los representantes sindicales de un modo más sintético y contundente, ha recalcado.
Bargalló ha lamentado que se grabara parcialmente esta conversación y que se hiciera pública solo esta parte sacada de contexto, y ha añadido que no se excusó en redes sociales porque el lugar y momento de hacerlo era este martes en comisión y este miércoles en su encuentro previsto con los representantes docentes.
En la oposición, la diputada de Cs Sonia Sierra le ha acusado de haber batido todos los récords de enfadar a la comunidad educativa: “No puede permanecer ni un día más como conseller de educación”, y ha dicho que demostró un profundo menosprecio hacia un colectivo que ha asumido numerosos recortes, mientras que diputada del PSC, Esther Niubó, ha deplorado sus declaraciones y le ha instado a reconocer la tarea diaria de los profesores.
“Apalancado” en el cargo
El diputado Lucas Ferro, de EnComú Podem, ha apuntado que sus palabras destilan un desprecio hacia la función pública impropio del conseller: “Me preocupa que lo diga alguien que es cargo público desde 1995”, y ha criticado que el conseller no se vea a sí mismo como un apalancado en la vida pública de Cataluña.
“A mí me daría vergüenza ser conseller y haber dicho estas palabras”, ha agregado Ferro, pidiendo su dimisión, mientras que Carles Riera, de la CUP, ha considerado que se trata de declaraciones desafortunadas que les obligan a sumarse a la petición de dimisión que solicita el sector educativo.
“Más que sus declaraciones, lo que nos preocupa es el marco cultural y político en el que se producen”, ha añadido Riera, que ha acusado al conseller de abrir la puerta a consultores y expertos que cuestionan el modelo funcionarial y permiten liberalizar el modelo educativo, algo que no es moderno, sino que es la ola neoliberalizadora que desmantela la función pública.
Desde JuntsxCat, Xavier Quinquillà, ha expuesto que la Conselleria está haciendo trabajo y lo está haciendo con las “luces largas”, mientras que Bernat Solé, de ERC, ha celebrado los retos educativos propuestos por el conseller.