Scarlett Johansson desmiente la última polémica sobre ella: "Se ha manipulado"
La intérprete rechazó hace un año dar vida al hombre trans Dante 'Tex' Gill en la cinta 'Rub and Tug'.
Scarlett Johansson se ha convertido de nuevo este último fin de semana en objeto de críticas por unas polémicas declaraciones sobre la comunidad transexual en el cine.
La intérprete rechazó hace un año —el 13 de junio de 2018— su papel en la cinta Rub and Tug, donde daría vida a Dante Tex Gill, un gángster estadounidense trans propietario de varias salas de masajes en los años 70.
Un año después, el pasado 11 de julio, Johansson parecía mostrarse mucho más beligerante con esta opción en una entrevista con la revista As If, que protagoniza la portada del último número. Johansson señaló que la interpretación sigue una serie de modas y que la “corrección política” es una de ellas.
“Vivimos en un momento extraño que carece de identidad en muchos sentidos”, lamentó la actriz en su entrevista. “Como intérprete debería poder dar vida a cualquier persona, árbol o animal porque es mi trabajo y así lo requiere”, enfatizó la actriz, que insistió que hay muchas “líneas rojas sociales” en el mundo de la interpretación.
Estas declaraciones le han costado numerosas críticas en redes sociales y tres días después, el 14 de julio, la actriz envió un comunicado a la revista Variety desmintiendo esas declaraciones y acusando a As If de manipulación. “Es una entrevista que se publicó recientemente y se editó para hacer clic en el cebo y está fuera de contexto”, ha llegado a decir.
“La pregunta que respondía en mi conversación con el artista contemporáneo, David Salle, era sobre la confrontación entre la corrección política y el arte”, ha matizado.
“Personalmente creo que en un mundo ideal cualquier actor debería poder interpretar a cualquiera en todas sus formas, debería ser inmune a la corrección política”, ha enfatizado la actriz. “Ese es el punto que estaba planteando, aunque no lo vi de esa manera”.
Johansson también ha aclarado que los actores trans no tienen las mismas oportunidades que las personas blancas cis. “Reconozco que, en realidad, existe una amplia discrepancia entre mi industria, que favorece a los actores caucásicos y de cisgénero, y que no todos los actores han tenido las mismas oportunidades que yo”, ha señalado. “Sigo apoyando, y lo seguiré haciendo siempre, la diversidad en todas las industrias y continuaré luchando por proyectos donde todos estén incluidos”.
Estas declaraciones van en la misma línea con las que dio el año pasado, cuando decidió abandonar el papel de la cinta en la cinta Rub and Tug. Entonces, la actriz recalcó que sentía una “comprensión cultural hacia las personas transgénero” y señaló que tenía “gran admiración y amor por la comunidad trans”. Además, enfatizó que con su decisión quería intensificar el diálogo sobre la inclusión de las personas de este colectivo en Hollywood.
“Aunque me hubiera encantado la oportunidad de involucrarme en la historia y la transición de Dante, entiendo por qué muchos sienten que debería ser retratado por una persona transgénero, y estoy agradecida de que este debate, aunque controvertido, haya desencadenado un diálogo más amplio sobre diversidad y representación en el cine”, afirmó en su día la actriz.
Johansson no es la única intérprete que se ha encontrado con este conflicto ético. Paco León también tuvo que defenderse de las críticas y argumentar por qué quería dar vida a María José, una mujer trans, en La Casa de las Flores (Netflix).