Sarkozy, condenado a tres años por corrupción y tráfico de influencias
Es el primer exinquilino del Elíseo en ser sentenciado a una pena de cárcel.
El expresidente francés Nicolas Sarkozy ha sido condenado este lunes a tres años de prisión por corrupción y tráfico de influencias, lo que le convierte en el primer exinquilino del Elíseo en ser sentenciado a una pena de cárcel.
El Tribunal Correccional de París ha precisado que dos de esos años de cárcel están exentos de cumplimiento y que el tercer año de prisión firme puede ser convertida en detención domiciliaria o vigilancia con un brazalete electrónico.
La corte ha condenado, además, a una pena similar al abogado del expresidente, Thierry Herzog, a quien ha impuesto también cinco años de inhabilitación para ejercer la abogacía, y al alto magistrado Gilbert Azibert.
Las penas son algo inferiores a lo que había reclamado la Fiscalía, que pedía dos años de cárcel firmes contra los tres acusados.
Los jueces han considerado probado que existió un pacto de corrupción para beneficiar los intereses judiciales de Sarkozy en otras causas abiertas tras su salida del Elíseo en 2012.
Los hechos
Esas actuaciones salieron a la luz en unas conversaciones telefónicas intervenidas por la policía en 2014 entre Sarkozy y su abogado, en la que se desprendía que habían contactado a Azibert, entonces miembro del Tribunal Supremo, para obtener información en otra causa abierta contra el expresidente a cambio de ayudar al magistrado a lograr un puesto en Mónaco.
La sentencia recoge la “particular gravedad” del delito cometido por Sarkozy por su condición de expresidente, que “se sirvió de su cargo y de sus relaciones” para “su interés personal”, lo que llena de descrédito un cargo que, por la Constitución, le otorga el poder de equilibrio de la justicia.
Además, recoge el veredicto, Sarkozy tenía que conocer las infracciones cometidas por su condición de abogado de formación.
También ha sido muy duro contra Herzog, uno de los más reputados abogados de París, y contra Azibert, a quien acusó de “desacreditar una profesión cuya función es básica en la democracia”.
Más procesos en curso
Desde este lunes Sarkozy supera a su antecesor en el cargo, Jacques Chirac, el primero en ser condenado, en 2011, pero nunca a penas de prisión firme y que ni siquiera se sentó en el banquillo de los acusados por su delicado estado de salud.
Además, en dos semanas volverá a los tribunales para el juicio por la presunta financiación irregular de su campaña presidencial de 2012 y los jueces siguen instruyendo si la campaña que en 2007 le llevó al Elíseo contó con aportaciones ilegales del régimen libio de Muamar Gadafi, quien estuvo en el poder entre 1969 y 2011.
Su nombre aparece también en otros sumarios judiciales, como la indemnización pagada al exministro y empresario Bernard Tapie, el encargo de encuestas sin concurso público desde el Elíseo o en las ventas de helicópteros a Kazajistán y de armamento a Pakistán.
Otra condena en cualquiera de esos casos, reactivaría los dos años exentos de cumplimiento de la sentencia pronunciada este lunes y podrían hacer efectiva la entrada en prisión del expresidente francés, de 66 años de edad.
Sarkozy ha escuchado impertérrito el veredicto y apenas ha dejado traslucir emociones al conocerlo, en una sala llena a rebosar debido a la enorme expectación y con una multitud de cámaras y fotógrafos a la puerta.