Guste o no, Santiago Segura es el héroe de la taquilla del cine español

Las cifras son innegables. Guste su cine o no, Santiago Segura es el héroe de la taquilla española, al menos este 2022. Según los últimos datos del Ministerio de Cultura, su película Padre no hay más que uno 3 es la única española que se cuela en el podio de las más vistas en lo que va de año: la líder es Minions, el origen de Gru, con 17,9 millones de euros de recaudación y 3 millones de espectadores; la plata es para Jurassic World Dominion, con 17,3 millones de euros y 2,7 de espectadores, mientras que Segura obtiene el bronce.

Sus cifras —11,3 millones de euros y 1,9 millones de espectadores hasta el 7 de agosto— parecen a años luz de las del resto de películas españolas más taquilleras de lo que llevamos de año. La segunda más vista es la ganadora de la Berlinale, Alcarràs, de Carla Simón, con con 2,2 millones de euros recaudados y 361.471 espectadores, seguida por La Abuela (2 millones y 287.013 espectadores), Mamá o Papá (1,5 y 213.028) y Llenos de gracia (1,3 y 223.028).

Si no fuera por la tercera entrega de Padre no hay más que uno —curiosamente una comedia navideña estrenada en pleno verano—, la ya tocada taquilla por la pandemia —2021 fue el año más negro del cine español— apenas levantaría cabeza.

Algo bueno estará haciendo Santiago Segura si está consiguiendo atraer a tantas personas a las salas. ¿Dónde reside entonces su éxito?

Conexión segura

“Ha encontrado un filón y lo ha ido perfeccionando”, opina Lucía Tello, doctora y profesora universitaria de cine, además de directora y guionista, para quien “Santiago Segura hace ya muchos años que le ha cogido bien el pulso al público y sabe exactamente lo que quiere”.

Compara Torrente, que era algo “muy específico, para un público muy concreto” y “bastante más restringido”, con esta saga de comedias familiares que atienden a un público amplio: “Pueden atraer tanto a niños como adultos y además suelen tener una cantidad de personajes muy interesantes, muy variados, que apelan a distintos sectores poblacionales. Es más fácil acertar si hay una amplia representación de distinta gente”.

Tello —que recuerda que la primera entrega de la saga es un remake de la argentina Mamá se fue de viaje, que ha funcionado muy bien en los distintos países en los que se ha hecho— resalta que la película, además de tener una fotografía y una puesta en escena “muy amable”, tiene “un guión muy bueno”: “Siempre los tiene buenos, con independencia de que la última sea mejor o peor, que intentan ser lo más inclusivos posibles”.

“Es exitoso porque también lo orienta bien, hace una buenísima campaña de promoción y se acompaña de profesionales de primer orden. Tiene buenos actores, aunque hagan papeles pequeños. En Torrente recurrió a Toni Leblanc cuando había gente que pensaba que ni existía”, recuerda Tello. En este último caso, le rodean Loles León o Toni Acosta, entre otros actores

“Evidentemente las cifras son extraordinarias pero no es tan extraordinaria la fórmula”, reflexiona por su parte Elena Neira, profesora de la UOC y autora de Streaming Wars. “Aquí históricamente la comedia española, la de toda la vida, la comedia familiar, ha tenido un buen funcionamiento. De hecho, la película más taquillera de nuestra historia es Ocho apellidos vascos, que es mucho más adulta pero sigue la senda de este género”, agrega.

Para Neira, el director ha logrado hacerse con un hueco que no ocupa “ni el cine español mega-autoral”, ese que gusta más a la crítica o que suele llevarse los premios, ni un taquillazo al estilo Hollywood, que son las dos propuestas que suelen copar más la taquilla: “Está cubriendo un nicho que no está haciendo nadie”. Lo hace además “con una fórmula que funciona y que conecta con el público”.

Esa conexión a la que hacen referencia las dos expertas se refleja en los mensajes que el propio director recibe en redes sociales directamente de sus espectadores, en los cuales muchos subrayan que la cinta les ha permitido desconectar de los problemas del día a día. Estos son algunos ejemplos:

Como condensó el crítico Carlos Boyero en la Cadena SER (quien dijo que no pilló la “presunta gracia” de la película), Segura “siempre acierta” y “debe de tener muy claro lo que quiere la inmensa mayoría del público”.

El respaldo de una gran cadena

Para Elena Neira, es clave también que la cinta tiene detrás a un gran grupo televisivo, en este caso Atresmedia: “Eso se traduce en unas campañas de marketing que las otras producciones españolas no pueden equiparar”.

Como explica, cuando una cadena es coproductora, “ya desde la propia televisión están llamando al público a que vaya a los cines a verla”. Un ejemplo: el día del estreno, Vicente Vallés entrevistó a Segura en el plató de los informativos de Antena 3 Noticias.

La profesora llama la atención sobre otro detalle: los prescriptores de esta película “son los padres”, que pertenecen a una franja generacional “que todavía tiene un consumo de televisión bastante relevante”.

“Santiago Segura las dos primeras las ha posicionado en un registro muy claro. Los últimos proyectos que ha hecho, tanto en Amazon como en Cachitos, están orientados a ese tipo de comedia amable, desenfadada, socarrona pero no excesivamente adulta... todo eso es una garantía también para las familias que, por otra parte, están buscando planes con los niños fuera del hogar”, afirma, en un contexto en el que “no hay tanto contenido familiar o infantil estrenándose”.

Neira señala además otro factor que influye en las buenas cifras de Padre no hay más que uno 3: las cintas no destinadas a un público familiar van a verlas personas solas o, generalmente, pares o tres personas. Sin embargo, “las visitas al cine en películas familiares son mucho más multitudinarias y las familias se dejan muchísimo más dinero en la restauración, que también da muchos ingresos a los cines”.

Lucía Tello también alaba el estreno de la película, ambientada en Navidad, en pleno periodo vacacional: “Es tremendamente inteligente porque hay mucho más público que acude a las salas”.

Un cine necesario

Para Tello, “el hecho de que existan películas como ésta no solo revitaliza la taquilla y hace que en la exhibición se vayan recuperando las cifras prepandemia, sino que también posibilita que sigan abiertos cines que también proyectan otras películas que son independientes”.

“Tiene mucha utilidad que podamos crear estos blockbuster; sé que la gente piensa que no pero de la mayor parte de ellos depende que haya un cine independiente que también tenga vida”, defiende.

“Necesitamos todo tipo de cine y es verdad que quien hace este tipo de películas ya de antemano sabe que no va a ser un éxito a nivel palmarés. Saben que a Cannes no van a ir, pero sí que es cierto que el tener el favor del público favorece que haya películas que luego sean las típicas que para la crítica nos gustan más o que tengan otro tipo de éxito”, argumenta, al tiempo que recuerda el caso estadounidense: sin los éxitos de Hollywood no habría cine indie norteamericano.

Neira pone de relieve que los casos como el de Santiago Segura y como el de Carla Simón, cuya cinta Alcarràs cosechó buenos datos, siendo cine independiente no nada son habituales: “Ya ni Almodóvar tiene los registros que tenía hace unos años, ni Amenábar. Lo que ha conseguido Santiago Segura es convertir esta propiedad intelectual en una fórmula de éxito”.

¿Habrá alguna película en lo que queda de 2022 que haga sombra a Padre no hay más que uno 3 en lo que a taquilla se refiere? Para Lucía Tello, no hay rival: “Es el hit del año, sin ninguna duda. Ya incontestable, directamente. A no ser que a última hora llegara para Navidades algo que lo desbancara, a día de hoy lo veo muy difícil”.