Sánchez, investido presidente para formar el primer Gobierno de coalición de la democracia
Votación de infarto: 167 votos a favor, 165 en contra y 18 abstenciones.
España sale del bloqueo. Pedro Sánchez ha logrado sacar adelante la investidura en una segunda votación de infarto en la que le ha valido la mayoría simple, con 167 votos a favor, 165 en contra y 18 abstenciones.
Se despejó finalmente el fantasma del ‘tamayazo’, con llamadas y presiones del Partido Popular y Ciudadanos para que diputados socialistas dieran la espalda a su líder. A favor del candidato socialista han votado los parlamentarios del PSOE, UP, PNV, Compromís, Más País, Teruel Existe, BNG y NC. En la lado contrario: PP, Cs, Vox, Navarra Suma, Foro, PRC y CC -votando Ana Oramas en contra de la decisión de su propio partido-. En el lado de la abstención han estado ERC y Bildu.
Sánchez se convertirá ahora en el presidente del primer Gobierno de coalición en nuestra etapa democrática que echará a andar esta semana y que contará con tres vicepresidencias: Carmen Calvo (asuntos políticos), Pablo Iglesias (asuntos sociales) y Nadia Calviño (asuntos económicos). Será la primera vez que haya ministros más a la izquierda del PSOE desde la II República y ya tienen nombres: Irene Montero (Igualdad), Alberto Garzón (Consumo), Yolanda Díaz (Trabajo) y Manuel Castells (Universidades).
“Sí se puede”, han gritado desde la bancada morada tras la votación muy emocionados los diputados. Pablo Iglesias lloraba de emoción. Se abre una nueva etapa política tras casi un año de parálisis legislativa y bloqueo político marcado por un 2019 repleto de citas electorales y en el que se tuvieron que repetir las generales tras no alcanzarse un pacto PSOE-UP que sí ha sido posible tras el 10 de noviembre.
Y el futuro Gobierno ya sabe que se va a encontrar, a tenor de las intervenciones en el Congreso, con una oposición brutal llena de insultos con el PP compitiendo con Vox en el tono y con Ciudadanos no muy a la zaga.
Se avecina una legislatura con una aritmética parlamentaria endiablada y en la que PSOE-UP no tienen garantizados todavía los apoyos para los presupuestos generales del Estado -la ley más importante-. Ya lo avisó Gabriel Rufián (ERC) durante este debate: “Sin Mesa, no hay legislatura”.
Y es que el acuerdo del PSOE con ERC ha marcado buena parte de la investidura. Los dos partidos se han comprometido a crear una Mesa de diálogo entre el Gobierno central y la Generalitat a los quince días de que haya nuevo Ejecutivo. Los acuerdos que salgan de ese órgano serán sometidos a consulta en Cataluña.
Presiones y “matonismo”
Conforme han ido pasando los días de este debate de investidura el clima se ha ido enrarecido y embruteciendo principalmente por la actitud de la derecha. Se vivieron momentos de tensión e insultos cuando habló la diputada de Bildu el pasado domingo. Y se han vivido presiones desde el PP y Cs a diputados y barones socialistas para que no votaran la investidura. Los populares han llegado a convocar incluso una manifestación en Castilla-La Mancha frente a la sede del Gobierno de Emiliano García-Page, uno de los líderes del PSOE más críticos con Esquerra.
El PSOE llevará a los tribunales las amenazas y las coacciones a sus diputados. El grupo socialista ha coordinado entre nervios que no hubiera ningún fallo, pidiendo a todos los suyos que durmieran ya la noche del 6 en Madrid. Le ha tocado supervisarlo a Rafael Simancas, precisamente la víctima del ‘tamayazo’ en 2003 -cuando dos diputados del PSOE se ausentaron de la votación y perdió la votación de investidura autonómica-. El diputado de Teruel Existe ha tenido que dormir en un lugar indeterminado por seguridad. “Aquí hay 167 valientes”, ha proclamado la portavoz del PSOE, Adriana Lastra, que ha denunciado que este “matonismo” no se había visto desde hace cuarenta años.
Sánchez: “Acepten el resultado democrático”
El debate de este martes era casi exprés y en su breve discurso Pedro Sánchez, que ha sido recibido en pie por los suyos y entre aplausos, ha apelado primero a buscar a partir de ahora mecanismos para que no se vuelvan a producir bloqueos en investiduras.
“No hay otra opción de Gobierno. Y es la opción que obtuvo la victoria el 10-N y las cuatro citas anteriores. Se llama democracia y es la expresión de la voluntad popular”, ha recalcado en la tribuna y ha dicho: “O coalición progresista o más bloqueo para España”. “Comprendo su frustración, lo han intentado todo y han fracasado. Si una mayoría respalda la investidura, el bloqueo se romperá”, ha enfatizado.
El discurso de Sánchez ha provocado gritos entre los ‘populares’. “Tengan nivel democrático, respeten al orador, esta Cámara no es suya”, les ha reprochado el socialista, que ha subrayado: “Va a gobernar España una coalición progresista porque así lo han querido los españoles”. “Han tensionado la situación”, les ha afeado el aspirante: “Acepten la realidad, han perdido las elecciones y van a perder la votación”. Añadiendo: “Acepten el resultado democrático”.
Casado: “Nadie se ha atrevido a tanto”
Tras Sánchez, le ha tocado el turno a Pablo Casado (PP), que ha vuelto a sacar su lado más duro y sus primeras palabras han ido a la reivindicación de Felipe VI. Los diputados del PP se han puesto en pie y han gritado “viva el rey”. “Ultra es usted y todos los que le apoyan”, le ha soltado: “Su única patria es usted”.
“Usted ha cruzado el Rubicón. Nadie se ha atrevido a tanto, se ha convertido en el hombre de paja del nacionalismo”, ha recriminado el popular al socialista. “Si cumple con sus socios antisistema, romperá España, y si no, le echarán a la calle”, ha criticado duramente el líder de la oposición. “Lo que hemos visto en este Hemiciclo da miedo”, ha apostillado en el modo Apocalipsis.
El resumen de Casado sobre Sánchez: “ha puesto el futuro de España” en manos de los “dos grandes enemigos de España: los golpistas y los independentistas”.
Muy duro ha sido también el líder la ultraderecha, Santiago Abascal, que ha acusado a Sánchez de “copresidir” junto a los “comunistas” de Unidas Podemos un Gobierno “ilegítimo” basado en el “fraude” y la “mentira” a los españoles y que cuenta además con el “beneplácito” de ETA.
Otro episodio duro durante esta última jornada de investidura ha sido cuando ha intervenido la diputada Montse Bassa, hermana de Dolors Bassa (condenada a cárcel por el procés). “Golpistas”, se oída desde la bancada del Partido Popular, y la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, llamaba la atención a políticos del PP como Teodoro García Egea. Y la republicana decía a la vez que le importaba un comino la gobernabilidad de España entre abucheos y pedía la nulidad de la sentencia.
“Nos van a atacar por lo que somos”
Uno de los momentos más emotivos durante esta sesión ha sido cuando Pablo Iglesias (UP) le ha agradecido su presencia a la diputada Aina Vidal, que no pudo estar en la primera votación por enfermedad. Ella misma confesó en redes que hoy no fallaría y reconocía que tenía un cáncer “raro, agresivo y extendido”. Muchos parlamentarios se ha levantando y han aplaudido, ella muy emocionada de pie lo ha agradecido.
Ya se lo ha advertido Iglesias desde la tribuna de invitados: “Nos van a atacar por lo que somos”. Por ello ha pedido el “mejor tono” y la “mayor firmeza democrática”. Y les ha advertido a PP y Vox que si quieren defender a Felipe VI, lo mejor es que no los relacionen, porque la derecha es la “mayor amenaza” para la monarquía.
“Si algo sabía Juan Carlos I, que venía de donde venía y que fue rey por lo que fue rey, es que solamente alejándose de la derecha la institución podría pervivir”, ha ilustrado Iglesias.
Otro de los momentazos que nos ha dejado la sesión ha sido la breve intervención de Íñigo Errejón (Más País) que se ha dirigido a los dos líderes de la izquierda: “Nunca es tarde si la dicha es buena... Enhorabuena por el acuerdo y muchas gracias, señor Sánchez, y muchas gracias Pablo”. Unas palabras para que fuera su mejor amigo y con el que fundó UP tras al calor del 15-M.
En el turno de Bildu, cuando iba a hablar Oskar Matute, los diputados de Vox han abandonado el Hemiciclo. Muy escuchado ha sido además Joan Baldoví (Compromís) que ha criticado la mala educación de la derecha y ha dicho que él como profesor a los niños les enseña a ganar pero, sobre todo, a perder.
Después del show del Congreso, el foco vendrá ahora en el nuevo Gobierno. La idea que tiene Sánchez en la cabeza es que la primera reunión del Consejo de Ministros sea ya este viernes, antes deberá prometer su cargo ante el rey y luego los nuevos titulares.
Entre las medidas estrella prometidas: derogación de la reforma laboral, una nueva ley educativa que acabe con la Lomce, la subida del IRPF a las rentas superiores a 130.000 euros, el impulso de la tasa Tobin, un nuevo estatuto de los trabajadores...
Empieza una nueva etapa en España. No sabemos cuánto durará el nuevo Gobierno. Pero ya es historia.