Sánchez, cómodo en materia económica

En Moncloa dicen moverse cómodos en el terreno económico. Todo ha girado en unos pocos meses. A finales de verano, el Ejecutivo vivía angustiado por las previsiones económicas, el precio de la luz batía récords y el término “recesión” se escuchaba prácticamente en todas partes. Era raro quien no auguraba los peores nubarrones para el inicio del curso. Pero no ha sido para tanto. Al menos, de momento. España está resistiendo mejor que otras grandes potencias de la UE y las medidas del Gobierno, según sacan pecho en el entorno del presidente, están surtiendo efecto.

Tras el último Consejo de Ministros del año, Sánchez hizo balance del curso político y desgranó su tercer paquete anticrisis. “Si preguntas a la ciudadanía te dicen que la gestión que se ha hecho de la pandemia, de la guerra y de la crisis económica es razonable”, se reivindican en el Ejecutivo. Y en Moncloa están convencidos de que será la economía la que acabará decantando todo en las urnas, por encima de las polémicas que envuelven al Ejecutivo. “Ahora el PP no quiere hablar de economía porque nuestras medidas funcionan”.

Sánchez cumple así con el guión diseñado por los suyos para final de 2022. Después de la sedición, la malversación y el lío judicial, llega el momento de la economía. Hasta 1.000 millones de euros para cheques a las familias, prorrogar la rebaja de los impuestos energéticos o reducir el IVA de algunos productos. El Consejo de Ministros también aprobó la congelación de los precios del alquiler. “Funcionó la excepción ibérica, pese a que el PP lo llamó el timo ibérico, y estas medidas repercutirán positivamente igualmente. Estas decisiones sí que calan entre la ciudadanía”, según Moncloa. Regalos navideños, como tituló El HuffPost.

En el PP también son conscientes de que la economía es capital para llegar a Moncloa. Una de las tesis más extendidas en los círculos populares es que “si la economía va mal, los españoles miran miran al PP, que somos más solventes”. Y, en opinión del equipo de Génova, las cosas no van tan bien como pinta Sánchez, al que acusan de triunfalista. “Siempre llega tarde y se queda corto”, según Cuca Gamarra en rueda de prensa, que le acusó de copiar las medidas planteadas por Feijóo. A saber, el jefe de la oposición ya planteó en septiembre rebajar el IVA de los alimentos, aunque ampliaba la reducción a carne, pescado o conservas.

Algunos barones del PP consultados por este diario interpretan que una mayoría de españoles no entendió la crítica a la excepción ibérica “aunque pudiera estar razonada” y que la dimisión de la británica Liz Truss, abanderada de la bajada de impuestos, les dejó con el pie cambiado. “Pero la economía ha de seguir siendo nuestra bandera, allí donde gobernamos las cosas se están haciendo mejor y la imagen primaria de Feijóo es la de un gran gestor, serio y solvente que logra mayorías absolutas, y no hay que parar de recordarlo”, en palabras de un líder autonómico con mando en plaza. “Hay que pinchar la imagen de un Sánchez bueno en economía”.

Dicho esto, en el PP también recalcan que no hay que dejar de alimentar el fuego de los incendios políticos que aún afectan al presidente pese a la lluvia de millones en ayudas. Y hay un elemento clave en la estrategia del principal partido de la oposición: seguir erosionando la credibilidad de Sánchez. “Si dice que no habrá referéndum en Cataluña, es que habrá referéndum en Cataluña”, resumen los portavoces de Génova.

En efecto, en su balance anual, el jefe del Gobierno solemnizó: “Los independentistas podrán proclamar lo que quieran pero un referéndum no se va a producir”. Y su entorno auguró, tal y como avanzó El HuffPost, que las reformas de la sedición y malversación irán poco a poco olvidándose “como los indultos”. “Economía”, exclaman en Moncloa.