Samantha, de triunfar en 'OT' a lanzarse con la poesía
La cantante valenciana publica el libro 'Mi refugio', su segundo poemario.
Samantha Gilabert (Beniarrés, Alicante, 1994) —una de las concursantes más conocidas de la última edición de Operación Triunfo— acaba de publicar un libro: Mi refugio (Bruguera). Un poemario donde habla de sus miedos, del amor, del desamor o de la ansiedad.
A pesar de que no se hizo con la victoria en OT 2020, la triunfita alicantina destacó durante la emisión del programa por su espontaneidad, logrando que sus conversaciones con Roberto Leal se convirtieran en lo más comentado de cada gala. “Ella no tiene filtro, te dice lo que piensa”, la define su compañera Maialen, Chica Sobresalto, en el prólogo del libro.
Samantha siempre quiso dedicarse a la música. El hándicap de tener solo un 40% de audición —le detectaron hipoacusia a los 17 años— no le ha impedido cumplir su sueño. “Realmente yo siempre he querido que mi vida fuera la música: ser cantante, componer, escribir... De niña ya respondía que quería ser cantante, como quien dice ser bombero o astronauta”, cuenta en una entrevista telefónica a El HuffPost.
Antes de entrar en el programa estudiaba Turismo, pero ya había hecho sus pinitos en el mundo de la música y trabajaba de cantante en un hotel de Lanzarote. “Cuando empecé a hacer Turismo, ya tenía mi grupo que era Cactus. Cuando empecé con Cactus, vi que era la vida que quería: ir de gira, cantar... Por eso, cuando salió la opción de OT, dije a por todas”, relata.
A la tercera, va la vencida
Cuando apareció la oportunidad de presentarse a Operación Triunfo, no lo dudó ni un segundo. Acudió a las pruebas de las tres últimas ediciones. La primera vez fue descartada en la fase inicial. La segunda, consiguió la ansiada pegatina. La tercera, cumplió su sueño de entrar en la Academia.
“En 2017, me enteré el día de antes de que había un casting en Valencia y me presenté. Estaba cagada de miedo y no me había preparado nada. Te los tienes que preparar, porque son muy pocos segundos. Se presentaron unas 12.000 personas y solo escogen a 16. No vale con ser bueno, tienes que prepararte. Al menos mi experiencia fue así, hasta que no supe lo que iba a hacer y me preparé, no pasó”, cuenta.
Una vez dentro de la Academia, Samantha entabló una muy buena amistad con su compañero Flavio, donde cantaron juntos Call me maybe, de Carly Rae Jepsen. Toda España fue testigo de cómo se enamoraban.
La relación nunca se confirmó durante el programa, pero la complicidad entre ambos era evidente, a pesar de que parecían polos opuestos. Ella completamente extrovertido y él mucho más reservado. “Flavio es así, no tiene nada que ver con que tenga 21 años. Es su forma de ser, es una persona que mide muchos sus palabras. Yo hablo mucho y digo poco. Él con cuatro palabras dice mucho”, cuenta.
Tras salir del programa, las muestras de cariño entre ambos en las redes sociales son constantes. Actualmente mantienen una relación y viven juntos en la capital. “Flavio es mi familia aquí en Madrid. Es mi pareja y es una persona super importante para mí. Es la mejor persona que he conocido en el mundo. Sé que la gente lo piensa, pero cuando le conoces y sabes realmente cómo es, ves el corazón que tiene, lo bueno que es”, cuenta.
Una edición partida por el covid
La pandemia del coronavirus afectó notablemente a la emisión del programa, convirtiendo a la edición de Samantha en la más rara de la historia. Hace aproximadamente un año, el 16 de marzo de 2020, la Academia cerraba temporalmente sus puertas tras la declaración del estado de alarma.
Los nueve cantantes que todavía permanecían en la Academia —que vivían ajenos a lo que ocurría en el exterior— tuvieron que irse de repente a sus casas hasta que el programa volvió a emitirse el 13 de mayo. “Volver a casa fue un rollo porque no sabíamos qué era lo que estaba pasando. Salimos y era un caos, no vimos el proceso. Yo le pregunté a mi padre de camino a casa. Flipamos, porque era como una película”, cuenta.
Tras el parón del programa, ya nada volvería a ser igual. Los concursantes ya sabían lo que opinaban sobre ellos en las redes sociales y eso restó espontaneidad. Además, las últimas galas se celebraron sin público.
Los proyectos se acumulan
Samantha se quedó a las puertas de la final, pero eso no le ha impedido iniciar su carrera artística. Tras fichar por Música Global durante su estancia en la Academia, publicó su primer disco Nada en noviembre.
Apenas cuatro meses después, ha publicado este libro. “Me llegó una oferta de la editorial. La verdad es que me gustó mucho. Yo les envié todos los textos que había escrito y gustó”, relata.
Este poemario permite descubrir a la verdadera Samantha. Ella cuenta que lo escribió en diferentes momentos: durante la Academia, durante el verano y el invierno.
Si tiene que escoger uno de los poemas se queda con el número 10, escrito durante la visita del compositor y músico Pancho Varona a la Academia:
Este libro, el segundo poemario que publica, es solo un paso más en su carrera. Dentro de muy poco llegarán nuevas canciones. “Tenemos nueve canciones compuestas, aunque todavía no sabemos cuál será el single”, cuenta. Estamos deseando escucharlas.