'Sálvame', Jorge Javier Vázquez y el arte de contar historias en televisión
A sus 50 años, el presentador maneja a la perfección los arquetipos de un programa que comienza a derribar los prejuicios de muchos 'haters'.
A punto de cumplir 50 años, Jorge Javier Vázquez se encuentra en un momento álgido, en lo profesional y lo personal. Aunque conocemos pocos detalles de su vida privada, lo que sí sabemos es que todo lo que toca se convierte en éxito. Entre sus últimos logros, consagrar Sálvame, un programa de tv que lleva más de 10 años en antena y que ahora, al igual que Vázquez, vive sus mayores reconocimientos. Historias emocionalmente muy potentes, como el “Caso Merlos”, el “Rojo y Maricón” o el enfrentamiento político con Belén Esteban son algunos de los últimos hits.
Todo orquestado por un conjunto de excelentes directores, guionistas, redactores y colaboradores, bajo la batuta de un “grande” que sabe sacarles las cosquillas y lo mejor y peor de sí mismos. Estos son los arquetipos de personalidad que constituyen este “Universo Sálvame” y que han creado una marca Telecinco fuerte, que hoy se nutre de últimas cenas, tardes naranjas, de limón y tomate, entrevistas deluxe y todos los satélites de su productora estrella, La Fábrica de la Tele:
Jorge Javier Vázquez: Arquetipo del gobernante
El psicólogo suizo Carl Gustav Jung (1875-1961) definió una serie de patrones de personalidad comunes en todas las culturas a lo largo de la historia. Estos modelos se clasificaron en los 12 arquetipos de la personalidad que hoy utilizan muchas marcas y creadores de storytelling para poder emocionar y conectar con el público a través del comportamiento humano. Jorge Javier Vázquez representa, sin duda, al del “gobernante”; un líder clásico que siempre quiere tener la razón, un poco autoritario a la hora de imponer sus ideas y normas. Tiene un estatus socioeconómico alto y su objetivo es relacionarse con una comunidad exclusiva unida por el éxito profesional. Jorge Javier también muestra rasgos del arquetipo del “explorador”, abierto siempre a novedades. Su actitud es auténtica, libre, descarada, independiente y atrevida.
Belén Esteban: Arquetipo del cuidador
Belén representa a la figura proteccionista y maternal, dispuesta a ayudar a las personas y evitar cualquier daño a sus seres queridos. Su mayor temor es el peligro y esto le puede convertir, en ocasiones, en una mártir que echa en cara sus sacrificios o los de su entorno.
Lydia Lozano: Arquetipo del inocente
La personalidad de Lydia es optimista. Sus mensajes y forma de actuar aluden al vitalismo. Los colores predominantes a este arquetipo están asociados al rojo, rosa y amarillo, principalmente. Unos tonos que también vemos en su vestimenta.
María Patiño: Arquetipo del bufón
María Patiño es uno de los personajes que más cambian en función de si está presentando, siendo colaboradora, por la tarde o por la noche. Jorge Javier Vázquez es el que mejor sabe sacar su arquetipo de “bufón”, de actitud divertida y espontánea. Sin embargo, Patiño también encarna el arquetipo del “creador”, un alma libre, inconformista y con gran capacidad de imaginación.
Kiko Matamoros: Arquetipo del sabio
Kiko Matamoros inspira sabiduría e inteligencia. Cree en la importancia del conocimiento y su mayor temor es la ignorancia.
Kiko Hernández: Arquetipo del forajido
Este arquetipo se refiere a personas disciplinadas e intrépidas. No le importa ir a contracorriente y ser provocador. Su mayor temor es la mediocridad.
Anabel Pantoja: Arquetipo del hombre corriente
Anabel Pantoja muestra rasgos del arquetipo de “hombre/mujer corriente”. No busca ostentar, sino empatizar con los demás. Su objetivo es encajar a través de la sencillez. El arquetipo de “bufón” también le representa.
Rafa Mora: Arquetipo del amante
Son personas seductoras. Su temor es no despertar atracción. Su estrategia es hacer mucho hincapié en el atractivo físico y el deseo.
Mila Ximénez: Arquetipo del héroe
Aunque por motivos de salud Mila Ximénez no se encuentra ahora mismo trabajando, su arquetipo encaja muy bien con el del “héroe”. Jorge Javier Vázquez ha sabido potenciar durante todo este tiempo su actitud de implicación y esfuerzo. Su mayor temor es la cobardía o mostrar debilidad.
En resumen, el éxito de Sálvame radica en la importancia que dan a sus presentadores, colaboradores y arquetipos. Al ser humano le apasionan las historias y estos relatos necesitan personas para ser contados. La tendencia en el mundo del corazón ha sido darle más importancia a las personas que a las noticias. Para ello, se buscan historias que cautiven y conecten con el público.
Sería injusto enfocar los buenos resultados de esta estrategia en un solo profesional, y no en un equipo, pero está claro que este filólogo conoce perfectamente esos tipos de imágenes comunes que se han formado a través de la narrativa. Demasiado genuino como para menospreciar a un presentador y un formato que han innovado a la hora de entretener a millones de hogares. Felicidades.