'Salvados' arroja luz sobre la depresión, un tema tabú que afecta a 2,5 millones de españoles
Una "heroicidad" para muchos.
Salvados, el programa de Jordi Évole en LaSexta, ha estrenado su nueva temporada con un episodio que había mantenido en secreto hasta su emisión, bajo el misterioso hashtag #1DeCada5.
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El tema es la depresión, una enfermedad que sufrirá una de cada cinco personas y que, a lo largo del programa, se revela que sufren 2,5 millones de españoles, a pesar de que aún resulta un tema tabú.
Évole se ha pasado unos días en una casa rural con gente que ha vivido de cerca los estragos de la depresión: tres pacientes, entre ellos el cantante Iván Ferreiro, la hija de una paciente que se suicidó, una catedrática de psicopatología y un psiquiatra.
"En 2030 será la primera causa de discapacidad en el mundo", asegura el psiquiatra Enric Álvarez, invitado del programa.
El hashtag fue ideado por los propios invitados para que el título del programa no echara para atrás, una de las grandes preocupaciones de Évole, que refleja el estigma que tiene la depresión y todas sus facetas, incluida la medicación.
"LA DEPRESIÓN ES EL ESTADO MÁS CERCANO A LA MUERTE"
A lo largo del programa, los invitados han dejado reflexiones durísimas: definen la depresión como algo muy diferente a la tristeza, como "el estado más cercano a la muerte" que te deja incapaz "de sentir placer". Su deseo es normalizar la enfermedad y poner en evidencia el "juego de aparentar felicidad" que resulta tan peligroso, porque se aguanta la dolencia en vez de buscar ayuda y cura.
"Mis hijos creían que yo era más viejo que su abuelo. La sensación era que no había nadie dentro de mí", recuerda Ferreiro.
"Como es salud mental, se da por hecho que tienes que salir de esto sola", destaca Georgina, una de las entrevistadas, que comenzó a sufrir depresión a los 16 años y a la que un médico le dijo que daba "igual el motivo por el que te pase si total la solución son las pastillas".
Noelia recuerda que un novio la dejó porque no quería que sus futuros hijos heredaran la tendencia a la depresión. "Intenté suicidarme", asegura.
Carmen recuerda a su madre cuando sufría la dolencia: "Cuando la veía mal le pedía dar un paseo, pero es como si le hubiese pedido a un minusválido que se pusiera andar, cuando no puede".
El propio Évole ha confesado en un momento que un amigo suyo se suicidó por depresión y que nunca ha podido hablar del tema con su pareja.
LA SANIDAD PÚBLICA NO ESTÁ A LA ALTURA
El mensaje que todos han querido dejar es que hay que hablar de la depresión, hay que mejorar la asistencia de la Sanidad Pública a esta dolencia, insuficiente en médicos por cada 100.000 habitantes y en tiempo dedicado a los pacientes, y hay que bajar el precio de los medicamentos, pues ahora sólo están al alcance de algunos, y que hay que pedir ayuda, porque sólo con eso "es posible salir de ella".