Sacar los adornos navideños pronto puede hacerte más feliz, según los expertos
Así que no juzgues a las personas que lo hagan.
La gente tiende a quejarse cuando ve las casas vestidas de luces decorativas y un reno en el jardín desde principios noviembre.
No obstante, la próxima vez que veas un árbol de Navidad brillando a través de una ventana, muérdete la lengua, porque ese espíritu navideño puede hacer que las personas sientan algo que tú no sientes: felicidad.
Según los expertos, toda esa decoración puede ayudar a que las personas sean más felices.
Steve McKeown, psicoanalista, fundador de MindFixers y dueño de la clínica McKeown, explica el razonamiento psicológico que subyace al hábito de poner los adornos navideños antes de que llegue Papá Noel y señala que para algunas personas aumenta la emoción por la llegada de la Navidad.
"Aunque hay muchos motivos que pueden llevar a las personas a desempolvar los adornos antes de tiempo, lo más frecuente es que se deba a la nostalgia, pues buscan revivir la magia o compensar algo que en el pasado no se celebró lo suficiente", apunta McKeown.
"En un mundo repleto de estrés y ansiedad, a las personas les gusta pensar en cosas que les hagan felices, y los adornos navideños evocan esos sentimientos tan intensos de cuando eran pequeños. Los adornos no son sino un ancla o una senda hacia esos sentimientos de emoción mágicos tan propios de la infancia. Así pues, sacar esos adornos antes de Navidad hace que la emoción se extienda durante más tiempo", plantea el experto.
La psicoterapeuta Amy Morin coincide en el argumento de la nostalgia. "La Navidad hace que aflore el sentimiento de nostalgia. Esto hace que las personas conecten con su pasado personal y les ayuda a entender mejor su propia identidad. Para muchas personas, sacar esos adornos antes de tiempo es un modo de reconectar con su infancia", cuenta Morin a Unilad.
A veces también puede ser "un sentimiento agridulce". "Es probable que la época de vacaciones les recuerde a un amor pasado. O, tal vez, el árbol de Navidad les lleve a pensar en cómo era la vida cuando aún creían en Papá Noel", señala la experta.
"Para aquellos que han perdido a un ser querido, las vacaciones pueden servir para evocar una época feliz que compartieron con esa persona en el pasado. Por tanto, sacar la decoración antes puede hacerles sentirse más conectados con esa persona", explica.
Curiosamente, la música navideña tiene el efecto contrario.
De acuerdo con la psicóloga clínica Linda Blair, la música festiva puede resultar mentalmente agotadora si estamos expuestos a ella durante mucho tiempo.
"Las personas que trabajan en tiendas durante la Navidad se ven obligadas a desconectar la música navideña porque, de lo contrario, no son capaces de concentrarse en otra cosa. Están invirtiendo toda su energía en no escuchar esa música", cuenta Blair a Sky News.
Y, dado que en los centros comerciales empiezan a bombardearnos con Campana sobre campana a través de sus altavoces recién entrado noviembre, muchas personas están hartas de esta alegría forzada a mediados de mes. Esto se conoce como el "efecto de mera exposición", una reacción psicológica que puede hacer sentir a las personas que se están "volviendo locas", de acuerdo con la doctora Victoria Williamson, investigadora en el ámbito de la psicología musical.
De modo que, si aún no has desempolvado todas esas cajas con adornos, puede que sea un buen momento para hacerlo. Pero espérate a escuchar el clásico Noche de paz por lo menos hasta el 1 de diciembre.
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Canadá y ha sido traducido del inglés por María Ginés Grao.