La campaña contra el hijo de Biden huele a que Rusia quiere interferir de nuevo en las elecciones
"Son los ciudadanos quienes deberían determinar el resultado de las elecciones, no los gobiernos extranjeros".
Una coalición de más de 50 antiguos miembros de la Inteligencia de Estados Unidos ha firmado una carta conjunta condenando la reciente campaña de desprestigio orquestada contra Hunter Biden, el hijo del candidato demócrata a la presidencia Joe Biden. Según afirman, tiene toda la pinta de que Rusia está detrás de este nuevo intento de desinformación con el objetivo de volver a influir en el resultado electoral en Estados Unidos.
La semana pasada, el New York Post publicó unas “revelaciones” contra Hunter Biden en portada. Según narra dicha publicación, Hunter Biden dejó en 2019 su portátil dañado en una tienda de reparaciones y no regresó para recogerlo. De alguna forma, la información del portátil cayó en manos de Rudy Giuliani, abogado del presidente Trump, que le cedió una copia de la información al periódico.
El dispositivo, añade el New York Post, contenía un correo electrónico que vinculaba a Joe Biden con los acuerdos comerciales de su hijo. Según cuenta la noticia, Joe Biden utilizó su influencia para evitar que la empresa de gas natural ucraniana Burisma, de la que su hijo formaba parte de la junta directiva, fuera procesada por corrupción. Pero ahí no acabó la cosa, porque en los días posteriores siguieron apareciendo informaciones que relacionaban a Hunter Biden con delitos tan graves como la pedofilia y la posesión de pornografía infantil.
Entre los firmantes de esta carta conjunta, que pone en seria duda la veracidad de estas noticias, se encuentra el exdirector del Servicio Nacional de Inteligencia James Clapper y los exdirectores de la CIA Mike Hayden, Leon Panetta y John Brennan, además de decenas de antiguos subdirectores y altos cargos de diversas agencias de Inteligencia estadounidenses.
“Todos nosotros creemos profundamente que son los ciudadanos quienes deberían determinar el resultado de las elecciones, no los gobiernos extranjeros”, reza la carta publicada en el medio Politico. “Por todas estas razones afirmamos que la aparición en el panorama político estadounidense de unos correos electrónicos presuntamente pertenecientes al hijo del antiguo vicepresidente Biden, en gran medida relacionados con su antiguo cargo de asesor en la empresa ucraniana de gas natural Burisma, coincide con los aspectos básicos de una clásica operación de desinformación orquestada por Rusia. [...] Si no nos equivocamos, se trata de Rusia tratando de influir en el voto de los estadounidenses, y creemos que los estadounidenses tienen que ser conscientes de lo que sucede”.
Los firmantes de este grupo señalan también que no tienen pruebas para asegurar que Rusia está detrás de todo y que por ahora es solo una sospecha basada en su amplia experiencia.
Politico también se ha hecho eco de que algunos de los firmantes son abiertamente colaboradores de la campaña de Biden, aunque es cierto que han trabajado bajo el mando de presidentes de los dos grandes partidos, incluido Donald Trump.
Los republicanos, sobre todo Trump, han utilizado reiteradamente el antiguo trabajo de Hunter Biden como directivo de la energética ucraniana Burisma para lanzar ataques políticos y personales a su rival demócrata, pese a que no hay pruebas de ninguna infracción por parte de ninguno de los Biden.
Las dudas sobre el reportaje no tardaron en surgir y el New York Times escribió el pasado domingo que varios de los redactores de la noticia original se negaron a firmarla. La campaña de Biden declaró tras su publicación que no iba a hacer ningún comentario sobre esta porque había ignorado algunos “puntos fundamentales”, aunque un portavoz dijo para Politico: “Joe Biden realizó política exterior oficial con Ucrania y no cometió ninguna infracción”.
The Associated Press informó la semana pasada que el FBI estaba investigando si los correos electrónicos publicados en el New York Post guardan relación con alguna campaña rusa de desinformación. El FBI no ha comentado la publicación, pero el reportaje sí ha servido para que los antiguos miembros de este organismo admitan que la preocupación se ha extendido en Washington.
“No sabemos si estas noticias son verídicas, pero sugieren que existe una preocupación en los departamentos y agencias del Poder Ejecutivo que coincide con nuestra preocupación”, escriben. “Es hora de que Rusia deje de interferir en nuestra democracia”.
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Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Estados Unidos y ha sido traducido y adaptado del inglés por Daniel Templeman Sauco.