Rusia anuncia que sus objetivos militares van "más allá del Donbás"
El Kremlin vuelve a variar su rumbo y apunta ahora a las regiones de Zaporiyia y Jersón, como ha reconocido el ministro de exteriores, Serguéi Lavrov.
Rusia vuelve a cambiar el rumbo de su ofensiva en Ucrania. Tras semanas centrando el principal escenario del conflicto en el Donbas, al este del país, el Kremlin apunta ahora a ir “más allá”. Así lo ha afirmado el ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, que ha asegurado este miércoles en declaraciones recogidas por agencias de noticias rusas.
Abre así la puerta a que las fuerzas rusas avancen en otras zonas. “La geografía ahora es diferente. Ya no son solo las repúblicas de Donetsk y Lugansk, también son las regiones de Jersón y Zaporiya y otros territorios”, ha aseverado.
Esta decisión se suma a la lista de cambios de estrategia de la Federación Rusa, que apenas un mes después de iniciar la invasión de Ucrania, el 25 de marzo, comunicó que habían finalizado la primera fase de la operación para pasar a centrarse en el Donbás. Este movimiento fue leído como una rebaja de los objetivos rusos tras semanas intentando hacerse con el control de la capital, Kiev, y otras ciudades sin éxito.
Lavrov ha advertido ahora de que el “proceso” continúa tras los avances registrados por las tropas rusas durante las últimas semanas en las zonas de Severodonetsk, un intento para llegar a Kramatorsk y Sloviansk.
El ministro subraya así la idea que expresó el presidente ruso, Vladimir Putin, a principios de julio en el que endureció el tono y aseguró que aún no había “empezado nada serio” en Ucrania. Al mismo tiempo se dedicó a culpar a Occidente de que Rusia invadiera Ucrania al rechazar sus planes para rediseñar la seguridad en el Viejo Continente.
Putin sostuvo que este es el comienzo de la transición “del egocentrismo estadounidense liberal-globalista a un mundo verdaderamente multipolar, un mundo basado no en reglas egoístas inventadas por alguien para sí mismo. Un proceso que “ya no se puede detener”, según él.
Esa misma idea de ser víctimas y no agresores es la que Lavrov ha repetido este miércoles al señalar a Occidente como el culpable de que Rusia amplíe sus aspiraciones territoriales. Ha justificado su idea afirmando que la entrega de armas de largo alcance a Ucrania, como los lanzacohetes múltiples HIMARS de Estados Unidos, hacen que “los objetivos geográficos de Rusia” evolucionen.
Ha justificado este empeño porque Rusia “no puede permitir” que Zelenski o su sucesor tenga armas que “pongan en peligro” territorio ruso o de las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk. En las últimas semanas, sin embargo, es el ejército ruso el que ha lanzado varios ataques que han causado auténticas carnicerías, como el bombardeo al centro comercial de Krementchuk, que dejó 18 muertos, o uno aún más reciente a Vinitsia que se saldó con 22 muertos, tres de ellos niños, y decenas de desaparecidos.
El final del conflicto sigue así lejos de resolverse. El ministro ha sentenciado. que las negociaciones con el Gobierno de Ucrania para lograr la paz “carecen de sentido” en la situación actual.