Rufián confiesa lo que pensó al ver a PP y Vox celebrando que la reforma laboral no se aprobaba
Finalmente y sin el apoyo de ERC, la norma presentada por el Gobierno prosperó.
El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha confesado en una entrevista en El Intermedio lo que pensó tras votar en contra de la reforma laboral, aprobada el pasado jueves, y ver la fallida celebración de PP y Vox.
En un primer momento, y aunque la norma finalmente salió adelante gracias al error de un diputado ‘popular’, la presidenta de la Cámara Baja, Meritxell Batet, dijo que el texto presentado por el Gobierno no había progresado. En ese instante, los diputados de PP y Vox lo celebraron con gritos y aplausos.
Andrea Ropero, la periodista del programa de laSexta, le ha preguntado a Rufián si, a pesar de votar en contra, “se sintió aliviado en el fondo al ver que prosperaba” la reforma laboral.
“No, creo que ha habido mucho salseo con esto. No me dio tiempo a pensar nada más que vaya espectáculo estaban dando las bancadas del PP y Vox golpeando sus escaños y jaleando como si fuera un gol”, afirmó.
Rufián ha confesado que, viendo esas reacciones, pensó que daba igual lo que hubieran dicho: “El titular era el de un espectáculo dantesco en el Congreso, más allá de quien lo hubiera provocado”.
El política de ERC también ha reconocido que su responsabilidad es la de “intentar mejorar la agenda legislativa que se plantea”: “Primero esta negociación empezó mal porque nadie nos dijo lo que se estaba negociando con la CEOE y sindicatos”.
“Nos parece muy bien y hábil que una reforma laboral que no retrocede en derechos, si no al revés, se pacte con los agentes sociales, pero hay una segunda fase que es el legislativo. Nos sorprendía que nos dijeran que esto no se toca, no nos decían por qué se votaba a favor, que era simplemente porque si no la CEOE caía. A mí no me votan para que la CEOE esté, me votan para derogar”, ha asegurado Rufián.
El diputado catalán también ha hablado de sus palabras dirigidas a Yolanda Díaz y su “proyecto personal”, que según ha contado le consta que molestaron “mucho”.
“Es difícil no llamarle proyecto personal a algo que llaman ‘reforma Díaz’. No me parece mal, los proyectos, las ambiciones o los egos que vienen articulados para un proyecto común. Son buenos”, ha sentenciado.