Rosa María Sardà, con un par de 'collons'
"Quiero regalarles una buena butifarra".
La marcha de Rosa María Sardà, además de una gran pena, deja momentos para el recuerdo en los que la actriz catalana demostró una y otra vez que a ella nadie le decía lo que tenía que hacer. Detrás de su sentido del humor y de su fina ironía escondía un carácter rebelde y un discurso íntegro que hacían destacar su personalidad en la misma medida que sus dotes interpretativas.
En los últimos años, sus sinceras declaraciones y críticas la convirtieron en blanco de los independentistas, pero también en el de los nacionalistas españoles que le reprochaban su aferrado catalanismo.
“Se la pueden ahorrar”
En este sentido, una de las mejores anécdotas que se recuerdan fue su mensaje al devolver en 2017 la Cruz de San Jordi que le habían concedido 23 años antes.
Junto a la distinción entregó una carta en la que explicaba los motivos que la obligaban a devolverla y el deseo de que no publicasen la esquela en los periódicos con la que la Generalitat honraba a los que la poseían cuando fallecía. “Por favor, tuvieran a bien ahorrársela”, escribió.
La Creu de Sant Jordi es una de las distinciones más prestigiosas que entrega la Generalitat de Cataluña a las personas que han contribuido a la defensa de la identidad y la cultura catalana. Sardà la recibió en 1994 y dos décadas después decidió devolverla pues los acontecimientos sociales, la convocatoria del referéndum y las disensiones entre gobierno central y autonómico eran razones suficientes para no sentirse meritoria de ello.
“Una buena butifarra”
“Tengo una hermana que es la hostia”, clamó Xavier Sardà al escuchar el discurso de agradecimiento de la actriz cuando en 2015 recibió el Max de Honor y volvió a dejar claro que nada ni nadie la iban a callar.
“Quiero hacer un regalo a nuestros gobernantes... Sin señalar a ninguno... Hacer como un cómputo... Me gustaría personalizarlo pero es un regalo que pueden compartir. Una cosa muy muy de mi país. Quiero regalarles, desde aquí, una buena butifarra y que les aproveche en las vacaciones que pronto tendrán y que espero que sean muy largas”.
“El racismo sigue en Cataluña”
En 2019 Rosa María Sardà publicó la novela Un incidente sin importancia que no tardó en levantar polémica. En uno de sus capítulos una portera catalana increpa a una vecina: ”¡Murciana de mierda, vete a tu pueblo!”.
Al ser preguntada por ello en una entrevista a El Confidencial, no dudó en afirmar que el racismo en Cataluña fue y sigue siendo una realidad. “Es una historia de racismo. Y es un racismo que sigue: estos no son de los nuestros y estos no son de aquí y estos fuera…”, afirmó.