Rivera rememora su experiencia más dura que le hizo pensar en dejar la política
El líder de Ciudadanos asegura que llegó a casa de sus padres una bala sin percutar en la frente de una foto suya
El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha admitido este miércoles que "varias veces" se ha planteado "tirar la toalla" y abandonar la política por la exposición pública, "las críticas y amenazas", aunque reconoce que "poder cambiar las cosas" es algo que "engancha".
"La capacidad de transformar, de dejar un legado, eso engancha", ha asegurado en una entrevista en el programa Mi casa es tuya de Telecinco, conducido por Bertín Osborne, con el que ha recordado algunas de las "amenazas" que ha recibido desde que es la cara visible del partido Ciudadanos.
"La más dura quizás fue cuando llegó un paquete a casa de mis padres con una bala sin percutar en la frente de una foto mía, con una carta que decía que si no abandonaba Cataluña en tres meses me mataban", ha rememorado.
En concreto, Rivera aludía a unos hechos de hace diez años, cuando dos militantes de las juventudes de ERC en La Garriga (Barcelona) fueron detenidos por amenazas. Posteriormente fueron condenados a un año y diez meses de cárcel, y a indemnizar a Rivera con 3.000 euros, que el presidente de Ciudadanos afirma que donó a la Asociación de Víctimas del Terrorismo.
"Quien amenaza lo paga", ha sentenciado Rivera, que durante la conversación con Bertín Osborne ha pedido que "la envidia deje de ser deporte nacional" en España. "Aquí, a la gente que triunfa nos machacan", ha asegurado, defendiendo que los políticos deben estar bien remunerados. "Cuando entré en política hice un voto de honradez, no de pobreza", se ha justificado.
DROGA Y SIDA
En la extensa entrevista, desarrollada en un ambiente cordial, Rivera ha desvelado algunos episodios trágicos en su familia. Por ejemplo, la muerte de su tío Alberto por SIDA en los 80. "Fue un shock porque lo quería un montón", según el presidente de Ciudadanos, que cuando sucedió tenía "7 u 8 años". Poco después, perdió a otro de sus tíos, Miguel, porque "cayó en las drogas y no levantó cabeza", en palabras de Rivera.
La grabación del programa ("Uno de los mejores que se hacen en la tele española", según Rivera) se realizó en la vivienda de Osborne, a la que Rivera acudió a preparar un "pastel de pescado" para otro comensal, el cantaor Miguel Poveda. "Te pareces a Gabriel Rufián", le dijo el presentador al cantante en cuanto entró por la puerta.
El presidente de Ciudadanos llegó a la casa de Osborne con una botella de vino "blanco de Rueda", y antes de meterse entre fogones, le confesó al anfitrión que de niño robaba en un colmado de su barrio, La Barceloneta, entre otras anécdotas de su infancia en la capital catalana.
Durante la charla, Osborne le ha preguntado a Rivera si de pequeño pensó en ser presidente del Gobierno. "La verdad es que no", ha respondido, "aunque mi tía Juana siempre decía que iba a ser ministro". Después, Rivera ha rememorado cómo se convirtió en el presidente de Ciudadanos casi de forma casual, según su relato.
"Fui un viernes al congreso de un partido siendo militante y salí el domingo siendo presidente", ha dicho Rivera al recordar su nombramiento en 2006, cuando era "simpatizante del PP" y "afiliado a la UGT" mientras trabajaba en la banca. "Yo si no lo veo claro, no me lanzo", ha confesado más tarde, cuando ha sido preguntado por sus relaciones personales.
"A mis amigos no les pido el voto, pero si me votan es la hostia", ha sido otra de las frases que el presidente de Ciudadanos ha expresado con complicidad a su entrevistador, al que ha señalado como "un amigo" y al que ha confesado tener una buena relación personal con dirigentes como Pablo Casado o Cristina Cifuentes (PP) o Eduardo Madina (PSOE), al que califica como "buena gente e interesante". Sin embargo, no ha mencionado a nadie de Podemos.
Tampoco ha dedicado buenas palabras al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que considera un "producto de la frustración de la gente" y de la "América profunda". "El populismo habla como si las cosas se arreglaran en un cuarto de hora, y la gente se ha cogido a él como a un clavo ardiendo", ha añadido Rivera.
A pesar de la cordialidad de la entrevista, en la que se ha enfundado un mandil de cocina y ha jugado al tenis de mesa, Rivera ha abordado diferentes temas de la actualidad política, como el desafío independentista en Cataluña. "Lo que está pasando en mi tierra es muy doloroso, pero espero que el sentido común y la fraternidad entre españoles se acabe imponiendo", ha deseado.
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