Rivera acusa a Sánchez de construir "una España sectaria" y de tener un "plan y una banda"
“Nosotros no hemos venido aquí a hacer lo fácil ni a hacer lo cómodo, así que vamos a votar que no con las dos manos", ha anunciado el líder de Ciudadanos.
Albert Rivera ha salido con el cuchillo entre los dientes a la tribuna del Congreso para oponerse a lo que ha llamado el “plan Sánchez” y para tratar de “desmontarlo”. La clave de bóveda de su discurso ha sido que Sánchez tiene un “plan para perpetuarse en el poder” y “una banda” para llevarlo a cabo. Por eso, ha defendido que “lo decente” y “lo sensato” es oponerse a la investidura de Pedro Sánchez. “Vamos a votar no con las dos manos”, ha anunciado el líder de Ciudadanos.
Con un tono duro y desabrido y con palabras afiladas y expresiones coloquiales, Rivera ha dedicado los 30 minutos de su discurso a enjuiciar las supuestas intenciones ocultas del candidato socialista. ”¿Qué quiere, que hablemos de la cortina de humo gigante que ha planteado en esta tribuna?”, ha interpelado Rivera. “No, vamos a hablar de su plan”.
Y ese plan, a juicio de Rivera, tiene su máxima expresión en Cataluña. El líder de la formación naranja ha atacado a Sánchez por no mencionar el desafío catalán en su discurso inicial y ha atribuido a esa mención no existente toda una carga política.
“No tener ni una palabra para el principal desafío que tiene la democracia española ante sí, señor Sánchez, es decirlo todo. No dedicar ni una sola palabra es decir quiénes son sus socios y qué quiere hacer allí”, ha aventurado.
“El plan Sánchez y su banda”
A ojos de Rivera, Sánchez “tiene un plan para perpetuarse en el poder y beneficiar a sus amigos”. Un plan, ha abundado, “para seguir en el poder, controlando la tele pública y las encuestas. Un plan para estigmatizar a toda España. Un plan malo para quienes defienden la libertad”.
El líder naranja, empeñado en su propósito de liderar la oposición a cara de perro, ha anunciado al candidato del PSOE que su partido no se va a oponer solo a la investidura, sino también “al modelo de España que usted quiere, que es la España sectaria. La España de insultar a los constitucionalistas y lavarle la imagen a los golpistas en Cataluña y a los que han apoyado el terrorismo durante años”.
El líder de Ciudadanos ha asegurado que “el plan Sánchez” está “generando sectarismo en la sociedad española” y ha recordado los incidentes con los manifestantes de Ciudadanos en la pasada manifestación del Orgullo en Madrid. “Para ir al 8M hay que pedir permiso a la señora Carmen Calvo y para ir al Orgullo hay que pedir permiso al señor Marlaska”, ha dicho Rivera con sorna.
“Yo no quiero ministros que siembren el odio, quiero ministros que trabajen contra el odio cada día”, ha asegurado.
Desde la perspectiva de Rivera, los ministros Carmen Calvo (vicepresidenta) y Fernando Grande Marlaska (Interior), por supuesto, son parte de “la banda” de Sánchez. También lo son Unidas Podemos (a pesar de que Sánchez haya llegado al debate sin su apoyo) y el presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra.
Esa “banda” tiene el propósito, ha planteado Rivera, de mantener en el poder a Sánchez para que pueda llevar adelante una labor política que tiene como principales damnificados, adivinen, ” a las familias españolas”.
Rivera, el “protector” de las familias
El líder de Ciudadanos ha alzado la bandera de “protector” de las familias y ha comenzado hablando de la gestación subrogada (¿?). Le ha servido esto para dar a diestra y a siniestra: a los conservadores por su rechazo a los derechos LGTBI y a la izquierda por su rechazo a los vientres de alquiler. “En el centro, en Ciudadanos, todos los modelos de familia son familia”, ha defendido.
En ese papel de “defensor de las familias”, Rivera ha criticado también a Sánchez por el “sablazo fiscal” que está preparando y se ha preguntado por qué “cada vez que Sánchez tiene una idea lo tienen que acabar pagando las familias”.
″¿Cuándo y qué impuestos va a subir?”, le ha preguntado a Sánchez.
El líder naranja también ha acusado a Sánchez de “generar desigualdad con sus socios nacionalistas”. “Nos oponemos a su plan, nos oponemos a sus socios y nos oponemos a la desigualdad”.
Antes de acabar, Rivera ha regresado por un momento a su costumbre de atacar el bipartidismo y ha ligado a PP y al PSOE en manejos y corruptelas. “Para repartirse los jueces llame usted al señor Casado, para repartirse TVE llame usted a sus socios o al señor Casado, para taparse las vergüenzas de los ERE y de la corrupción, llámense entre ustedes”, ha dicho.
“Nosotros no hemos venido aquí a hacer lo fácil ni a hacer lo cómodo, así que vamos a votar que no con las dos manos. Oponerse al plan Sánchez no es ser de izquierdas ni de derechas, es ser sensato”, ha concluido.
“Teatro es pactar con la derecha y que parezca un accidente”
Si los reproches de Casado habían despertado a Sánchez, las acusaciones de Rivera han llevado a la tribuna al candidato más mordaz. Su réplica a las palabras de Rivera han ido allá dónde más le puede doler al líder de los naranjas: los pactos con Vox y su supuesto liderazgo de la oposición.
″¿Yo hago teatro, señor Rivera? Teatro es pactar con la ultraderecha y pretender que parezca un accidente”, ha espetado Sánchez a su contrincante nada más subir a la tribuna y alegrarse de su recuperación tras la enfermedad que sufrió hace unas semanas.
Le ha deseado lo mejor en lo personal, pero no le ha dado tregua en lo político. “Ni lidera la oposición, porque no lo han querido los españoles, ni lidera la derecha”, ha sostenido Sánchez, antes de llamar a Rivera a la reflexión para que se abstenga el próximo jueves.
“No le pido que vote a favor de mi investidura, le pido que se abstenga y facilite la formación de un Gobierno. Le pido que se abstenga por el bien de España”, ha pedido Sánchez.
Por si no había quedado claro, el candidato ha subido el tono y ha insistido. ”¿Viene aquí a dar lecciones de liderar oposición? ¿Lecciones de qué? ¡Si cuando pudo hacerlo en Barcelona salieron huyendo! Si la señorar Arrimadas no se presentó al debate de investidura en Cataluña y salió corriendo!”, ha atacado el presidente en funciones.
En su siguiente turno de palabra, Rivera ha insistido con la idea del “plan” y Sánchez ha perseverado en su propósito de convencerlo para que Ciudadanos se abstenga. En el siguiente cruce, como el encuentro era imposible, Sánchez ha recurrido a la ironía. Así:
“He entendido el mensaje”.