Ricardo Gómez: "Si han criticado 'Juego de Tronos', cómo no van a criticar 'Cuéntame"

Ricardo Gómez: "Si han criticado 'Juego de Tronos', cómo no van a criticar 'Cuéntame"

El actor explica cómo ve la serie de TVE en la que trabajó 17 años ahora que se ha ido.

GTRES

Con 24 años, Ricardo Gómez fue capaz de tomar una decisión que dejó con el corazón en un puño a, al menos, más de cuatro millones de españoles, que son los que han seguido de media las 19 temporadas de Cuéntame cómo pasó. El actor anunció que dejaba la serie. Todos ellos lo vieron crecer, físicamente y como actor. Carlitos Alcántara se había metido a todo el mundo en el bolsillo.

Desde su final en Cuéntame, que le habría encantado que coincidiera con el final de la serie, el actor de 25 años no ha parado: ha hecho teatro con compañeros de la ficción de TVE —con Nao Albet, Marcelo en la serie, en MAMMÓN y con Juan Echanove, Miguel Alcántara, en Rojo—, al final del verano tiene pendiente rodar una película y retomar el teatro y mientras tanto está tratando de “normalizarse en la calma”.

Gómez está intentando disfrutar de las cosas como una forma de vida, lejos de tanta pantalla. Ricardo Gómez es un chaval de su generación, que hace cosas de gente de su edad, “aunque con una postura crítica con el enganche que nos han querido vender”. Se refiere a la adicción a las pantallas que se le suele atribuir generalmente a los llamados millennials, y de la que él mismo se quejó en un artículo en El País por sufrirla mientras interpretaba en el teatro. Si eso es ser un viejoven, “puede que lo sea”.

El actor ha hablado con El HuffPost sobre si Cuéntame ha encajado bien en su nueva temporada la salida de su personaje, sobre los vicios de los millennials y sobre lo rápido que vivimos y lo poco que nos paramos para estar tranquilos. Tampoco ha pasado por alto la temporada nefasta del Real Madrid, entre otras cosas.

Aprovechando la presentación del Movimiento Banderas Verdes de Ecovidrio para fomentar el reciclaje en playas españolas, el actor ha aprovechado para hablar también de medio ambiente.

¿Lo de reciclar y mantener limpias las playas es algo generacional? ¿Los  millennials recicláis menos?

No lo pienso. No es un problema que tenga que ver con generaciones, sino con la educación social y si no te han enseñado a reciclar no lo harás. La generación a la que pertenezco es la gran perjudicada porque somos, si todo va bien, la gente a la que más tiempo le queda en este planeta. El planeta que hemos heredado no está en buenas condiciones y no es casualidad que sea la gente joven quien, viendo el futuro que tiene por delante, haya decidido encabezar una serie de movimientos para cuidarlo. Si lo reducimos todo a la mínima expresión es tan sencillo como poner las cosas donde hay que ponerlas.

Pero el enganche al móvil del que te has quejado sí que es generacional, según lo que escribiste en El País.  

No es de millennials realmente, ese fue el titular. Lo que quería decir es que soy millennial, porque es la generación de la que me han querido poner la etiqueta y, como soy joven y de la generación del teléfono, puedo decir: utilizo mucho mi teléfono y sé dónde usarlos y dónde no. No venía a decir que ese era un problema de la generación de los millennials, y me atrevo ahora a decirte que todo lo contrario, que la gente joven es la que menos problemas da en este aspecto en los teatros.

Ese enganche a las pantallas, ¿os beneficia a los actores? Me refiero al consumo constante que hacemos de todo lo audiovisual.

La cantidad de pantallas que tenemos tiene muchas cosas buenas, como mucho más acceso a la ficción o más inputs de información, y por otro lado tiene algo negativo: no concibo estar en un concierto y grabarlo entero. Lo estoy escuchando de puta madre en directo y si llego a casa no volveré a verlo si ya lo he hecho. Prefiero vivir el momento en el que estoy. Me pasa exactamente igual con los viajes o si conozco a alguien a quien admiro. Prefiero hablar a dejar constancia de que he estado con él con una foto. Es mi manera de verlo, aunque eso no significa que sea la correcta.

La gente joven es la que menos problemas da con los móviles en los teatros

¿Es eso a lo que llaman ‘viejoven’?

Puede ser, sí. Pero hablo de vivir los momentos en los que estoy. Si eso me convierte en una persona que no es moderna, pues no, no soy un moderno. Cuando voy al Bernabéu prefiero ver el lanzamiento de un penalti a estar grabándolo. Pero es absurdo, porque soy un chaval de mi generación, que hago cosas de gente de mi edad, aunque tengo una postura crítica con el enganche que nos han querido vender.

Hay quien dice que si eres tan activo en redes y ahora criticas lo de las pantallas es porque te afecta a ti.

Y también critico que haya gente que no recicle y me bebo una cerveza en un botellín. Obviamente tengo redes sociales, y también estoy hablando ahora contigo y no estoy mirando el teléfono. Utilizo mis redes, sé cuándo puedo utilizarlas y cuándo no. Sé que no debo usarlas si me meto en el cine o en el teatro, por una cuestión de educación social y por mi propio interés. He pagado por ver algo. Y tampoco quiero molestar a la gente que también ha pagado, no puedo jugar con su dinero ni joderles el espectáculo. No tiene nada que ver eso con que salga del teatro, me vaya a mi casa y cenando ponga un tuit que diga “qué buena ha sido esta obra de teatro”. ¿Qué tiene que ver? Nada.

Cuando conozco a alguien a quien admiro, prefiero hablar a dejar constancia de que he estado con él con una foto

Decía Pablo Rivero que hay vida en Cuéntame más allá de Ricardo Gómez, aunque parece que la serie ha pegado un bajón argumental esta temporada... También es cierto que la anterior tuvo momentos muy ovacionados. ¿Tú cómo lo ves?

Es un proyecto al que ahora mismo no pertenezco y te contesto porque la relación no puede ser mejor y deseo que les vaya estupendamente. Ellos tenían un problema muy grave a nivel técnico, a la hora de afrontar unos guiones, porque se va un personaje que además es el narrador. Haber continuado la serie, con el argumento que haya sido, y que haya seguido teniendo unos datos de audiencia que en 2019 son muy buenos, es una heroicidad. Se enfrentaban a uno de los retos más grandes de la historia de la serie y lo han solventado estupendamente. Obviamente todo va a ser criticado y está bien, para eso están las críticas. Cuando uno se enfrenta a un proyecto creativo siempre habrá gente que lo va a criticar. Si han criticado a los showrunners (productores-guionistas) de Juego de Tronos, cómo no van a criticar a los de Cuéntame. Lo criticamos todo.

¿Te habría gustado que la serie terminara con tu última escena?

Me habría encantado que la serie terminara así.

Con la perspectiva del tiempo, ¿la decisión de irte fue la correcta?

Absolutamente. No se trata de dejar una cosa para hacer otra, sino de emprender un nuevo camino. Cuando piensas que en tu vida profesional ha habido un reto que ya está completado, seguir haciéndolo es contraproducente. Piensas ‘esto ya lo he hecho’ y entras en bucle. Cuando empecé a sentir eso lo comuniqué y sí, hice lo correcto.

Me habría encantado que 'Cuéntame' terminara con mi última escena

¿Qué visión tienes de ti mismo como actor?  

El trabajo de un actor consiste en coger un personaje e intentar dotarlo de la mayor vida y naturalidad posible y que enganche en la historia. Si quien se siente a ver esa historia se engancha y conecta, entonces es que se ha hecho bien. Si no conecta es que no se ha hecho bien. No creo que sea algo global como ‘este actor es bueno, este actor es malo’, sino ‘este actor aquí estaba bien, este actor aquí no estaba bien’. Tendré días mejores y días peores.

La mayor parte de tu carrera —17 años— ha sido Cuéntame. Es mucho tiempo pero un solo proyecto. ¿Dirías que tienes mucha o poca experiencia profesional?

Si algo tengo es experiencia laboral. Mi hábitat natural es un set de rodaje, eso es experiencia. He tenido la suerte de que en la serie he podido pasar por muchos personajes distintos, aunque se llamasen de la misma manera. No he estado repitiendo tramas, siento que he tenido la oportunidad de encarnar muchas cosas diferentes en un mismo personaje: el que va a la mili, el que está en la cárcel, el que pierde la virginidad, el que esta enamorado, el que está en las drogas o el que se va de viaje. Todo bajo el mismo nombre del mismo proyecto, pero han sido muchas vivencias. Eso sí, no me apetece hacer una promoción de mi pasado, sobre todo porque soy una persona centrada en su presente y el futuro.

Si algo tengo es experiencia laboral. El set de rodaje es mi hábitat natural

¿Y cuál es tu futuro? 

He terminado la gira de Rojo, que ha sido un éxito, en septiembre volveré al teatro con MAMMÓN y ahora estoy descansando. El trabajo del actor también pasa por poder parar, viajar y conocer gente, porque te enfrentas a dar vida a una persona que no eres tú y cuantas más vivencias tengas más ingredientes puedes echar. A final de verano es posible que ruede una peli e intento estar bastante tranquilo después de vivir el frenesí de todos estos años. Estoy aprendiendo a estar tranquilo, y es una buena tarea, estoy intentando normalizarme en la calma.

¿Os cuesta encontrar la calma a los actores?

No voy a decir que sea un trabajo más duro que otro, pero todas las fases de un actor tienen mucha intranquilidad: cuando estás en casa y no te llaman y piensas que no te quieren; o te llaman y te ven y entonces no te llaman y vuelves a estar intranquilo porque ahora que te han llamado no sabes si te van a querer o no; o cuando te dicen que ‘no’ te pones intranquilo, pero si te dicen que ‘sí’ te pones intranquilo también porque piensas ‘menudo reto’; luego vas a rodarlo y te pones intranquilo porque ‘a ver cómo queda’; cuando se emite estás intranquilo por saber qué piensa la gente y cuando ya se ha emitido vuelves a estar intranquilo porque piensas ‘a ver si me vuelven a llamar’. En todas sus fases está presente la intranquilidad e intentar estar tranquilo es un trabajo contracorriente. En el mundo en el que vivimos, todo tiene que ir muy deprisa. Si algo te duele tienes que pasarlo ya, queremos pasar por encima de todo. Intentar no hacerlo y pararnos e intentar estar tranquilos también es una manera de vivir.

En el mundo en el que vivimos, todo tiene que ir muy deprisa. Si algo te duele tienes que pasarlo ya, queremos pasar por encima de todo. Intentar no hacerlo y pararnos e intentar estar tranquilos también es una manera de vivir

¿El Real Madrid te tiene intranquilo?

El Real Madrid ha hecho una temporada tan nefasta que no me ha tenido ni siquiera intranquilo. Era un desastre esperado, cuando se va un tipo que metía cincuenta goles... es normal, un terremoto. Pero ahora me tiene ilusionado con el año que viene, parece que se están haciendo las cosas con cabeza. Ya veremos.

O sea, que esperas algo del equipo la próxima temporada.

Es muy difícil ganar todos los años. El Madrid siempre tiene que aspirar a todo, esa es la putada del Madrid, pero bueno, también es su responsabilidad. Con que desplieguen buen fútbol, que este año no ha sido posible, me conformo.

¿Y Ramos?¿Hay que dejar que se vaya?

No hombre, no. Ramos se queda, que es el capitán.