Escaneando a Inés Arrimadas
Sus apoyos y enemigos retratan a la política que puede salvar o terminar de hundir a Ciudadanos.
Principios de los noventa. El dream team del Barça enloquece a media España y Europa con su juego. Pura poesía con un balón en los pies. Una chica en Jerez de la Frontera (Cádiz) forra con mimo su carpeta con fotos de Pep Guardiola. Culé del sur, monta con sus amigas un equipo de fútbol. Le gustaba jugar… y también mucho ganar.
Esa niña responde en el DNI al nombre de Inés Arrimadas García. Y su vida siempre irá unida a esa Barcelona que entonces quedaba a 1.085 kilómetros. Pero que no era para nada ajena a su familia: sus padres, naturales del pequeñito pueblo de Salmoral (Salamanca), habían vivido años antes y tuvieron a su primer hijo allí. Ella ya nacería después en tierras gaditanas, la pequeña de cinco hermanos.
Desde pequeña algo llamaba la atención: su forma de expresarse y la retórica. Algo a lo que daba especialmente rienda suelta durante las clases de teatro de BUP en el instituto. Lo que entonces no se imaginaba es que acabaría hablando delante del Parlament de Cataluña o del Congreso de los Diputados.
Parecía destinada a la empresa privada desde que estudiaba en la Universidad Pablo de Olavide en Sevilla. Y de allí a la Barcelona empresarial: una veinteañera que fichaba por una consultora. El futuro parecía escrito. Pero un día por el año 2011 fue a un acto del emergente partido de Ciudadanos y todo cambió. Todo. La política le enganchó, Albert Rivera la escuchó en un acto de jóvenes y lo tuvo claro: a la lista para el Parlament en 2012.
Hoy el futuro de Ciudadanos pasa por ella. Tanto sus allegados como sus detractores confiesan a El HuffPost que es la única figura que puede salvar a su partido. Todo dependerá de ella: remontar a una formación hundida en diez diputados o hacer sobrevivir a un enfermo derechizado a la sombra del PP o de Vox. En sus manos está seguir el legado de Rivera o imprimir un nuevo aire naranja.
Ella no es ajena a esta realidad. “Las condiciones son muy malas, lo tiene todo en contra”, reconocen fuentes de su entorno, pero la ven, “aún así”, con “determinación y energía”. “Está muy determinada y muy segura de que esto lo va a levantar. Y eso contagia”, añaden desde su círculo.
“Siempre ha sido una mujer muy valiente”, cuanta a El HuffPost uno de sus colaboradores más estrechos: “Muy segura en sí misma, con unos principios muy sólidos”. “Cuando la ves sabes que hay un líder de verdad, ya en Cataluña se veía que no era una candidata autonómica al uso, hay gente como ella en la vida que puede ser lo que quiera”, insiste.
Algo que repiten los suyos es que es muy trabajadora, a la par que “exigente” con sus trabajadores. “Pero con mucha mano izquierda”, reconocen. Y siempre se preocupa por temas personales de sus allegados: “Al final en la política, como en el periodismo, se olvida la parte humana… y ella está pendiente también de las cosas cotidianas”.
Le gusta el debate, pero no deja nada a la improvisación. Se prepara concienzudamente cada intervención, comenta este colaborador. Y es extremadamente “ordenada” y “previsora”. “No pide las cosas cinco minutos antes”, añade. Esto, valoran los suyos, lo compagina en el trabajo de puertas para adentro con ese “aire jerezano, con chispa, buen rollo”.
Y con una vida siempre a mitad entre Barcelona y Madrid, aunque ahora pasa más días en la capital. En este cambio de vida “gana”, dicen fuentes cercanas a ellas, porque en Cataluña la situación es “muy difícil”: “con escolta, la mitad la odia y la otra mitad la quiere”. “Aquí el 90 por ciento la quiere y el 10 por ciento pasa”, indican. Además, así tiene más tiempo con su marido, el exdiputado de CiU, Xavier Cima, al que conoció en el palco del Camp Nou y que ahora tiene una empresa radicada en la capital. Por cierto, su socio es el amigo común que los presentó. Y en breve nacerá su primera hija.
Ella no pensó que le llegaría tan pronto el momento de tener que suceder a Albert Rivera, su gran referente y con el que muchos han querido enfrentar. No se planteaba el horizonte de un relevo tan inmediato. Y da este paso “por responsabilidad”, comentan los suyos. Un proceso que culminará en la asamblea del partido los días 14 y 15 de marzo. Es la gran favorita, aunque hay un sector crítico que hace mucho ruido y que tiene como gran referente a Francisco Igea, vicepresidente de Castilla y León.
Según fuentes cercanas a Arrimadas, ella está intentando hablar con todo el mundo del partido y con los líderes autonómicos y algunos provinciales para ir armando su proyecto. “No sé cuánto puede durar así porque al final en la política la tendencia natural del líder es aislarse”, apostillan. Los suyos elogian estos movimientos, pero en el sector crítico no lo ven así. “A mí no me coge el teléfono”, confiesa airado Juan Carlos Bermejo, otra de las voces naranjas más críticas con la situación del partido.
Hasta los críticos reconocen que es la figura que puede salvar a Cs, pero las palabras suben de tono por la actitud de los que la rodean y por seguir con las formas de Albert Rivera. “Lo malo no es la Virgen, sino la Cofradía”, señalan fuentes de este sector con una comparativa ‘semanasantera’. Y siempre nombran como artífice de todos estos movimientos oscuros en la sombra a Fran Hervías, el que fuera secretario de Organización del partido con Albert Rivera.
Una imagen también ha incendiado los grupos de Whatsapp de los críticos estos días: Arrimadas reunida con Pablo Casado negociando posibles alianzas electorales en el País Vasco y Euskadi. La pregunta que muchos se hacían es si no debería hablar este tema la gestora, el supuesto órgano neutral que debe pilotar esta transición. Y es que, además, muchos ven que estas alianzas pueden ser el principio del fin de Cs.
Uno de los críticos hace esta reflexión sobre Arrimadas: “Tiene un potencial tremendo para el liderazgo, su imagen es su principal activo. Pero todo es un drama. Si ella no quiere hablar con el resto de la militancia y las otras sensibilidades, podrá salir elegida pero mucha gente abandonará el proyecto y se quedará encasillado en esa derecha en la que nos colocó Rivera”. “Pero, por otro lado, si hubiera otra candidatura y perdiera, eso sería también un drama porque abandonaría el partido y perderíamos nuestra principal figura”.
“De guerrera a Khaleesi destructora”
Otro crítico, que pide anonimato para no ser expulsado del partido, es más duro aún y resume así la trayectoria de Arrimadas: “de guerrera elfa a Khaleesi destructora”. Y lo explica así: “Todos quedamos cautivados ante las primeras intervenciones de Inés en el Parlament. En aquellos momentos en los que los secesionistas destruían meticulosamente la democracia, era muy reconfortante ver cómo se iba encorvando sobre el atril una magnífica guerrera elfo con chepa mientras denunciaba los atropellos que los no nacionalistas sufrían”.
“Ciudadanos ganó las elecciones en Cataluña. El milagro se produjo aunque no se ha aprovechado, pero Inés seguía protagonizando intervenciones deslumbrantes delante de los secesionistas. La formación iba subiendo en las encuestas y Albert cedió a la tentación de sustituir al PP”, reflexiona esta fuente. A lo que agrega: “El proyecto centrista ilustrado destinado a romper la política de bloques pasaba sutilmente a sustituir uno de ellos. El mensaje, obviamente, se resintió”.
Se cometió, a juicio de este crítico, la irresponsabilidad de renunciar al papel de Cs ofreciendo a Pedro Sánchez un pacto tras las elecciones de abril. Y relata las consecuencias, a su juicio: “Los votantes nos lo hicieron pagar caro. Inés acompañó a Albert en ese camino. Una cosa es regañar a los nacionalistas y otra es repetir consignas con tono enfadado. La hasta entonces muy admirada Inés comenzaba a hacer una líder antipática de un partido muy antipático”.
Y las críticas a ella siguen en el sentido de que haya admitido una “purga” durante estas semanas de líderes autonómicos que cuestionaban el camino. “Ha planeado unos pactos con el PP que solo pueden desembocar en la disolución de Cs”, agrega, para rematar: “Lejos de cualquier voluntad integradora parece enfocar las diferencias como una lucha fratricida de que solo puede quedar uno vivo. Inés es ahora la Khaleesi dispuesta a gobernar sobre cenizas”.
De esas formas hablan también algunos parlamentarios en el Congreso. Durante sus primeros días en el Pleno tras el 28-A a muchos les llamaron la atención sus gestos y especialmente el ruido que generaban Rivera, Arrimadas y los suyos. La época de la “banda”. Un ministro de Sánchez confiesa que se hartó un día, se dio la vuelta en el banco azul y exigió silencio. Ella pidió disculpas.
Una situación muy dura en Ciudadanos. No coincide con los críticos la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, que defiende a capa y espada a Arrimadas en una conversación con El HuffPost: “Es alguien muy valiente, muy íntegra, muy buena compañera, me siento muy identificada con ella”. “Tiene vida laboral, viene de verdad de la sociedad civil, eso lo cambia todo, se nota mucho la diferencia con los políticos que se han criado y reproducido en un partido”, aprecia.
La ‘número dos’ del Ayuntamiento de Madrid prosigue: “Otra diferencia con otros políticos es que unos han hecho de todo para llegar donde están, aquí es a la inversa, el partido está haciendo de todo para que ella esté donde está, va a llegar por aclamación”. “Lo hace por sentido de responsabilidad”, apostilla.
Y, para nada, dibuja un futuro negro. “Vivimos momentos en los que todo cambia muy rápido. Un día tienes diez diputados y otros 57. La obsolescencia programada llega también a la política, todo cambia muy rápido”. “Desde luego”, responde cuando se le pregunta si se puede retornar la situación. “Este resultado se produjo en un contexto muy determinado, de polarización, de segundas elecciones”, analiza la vicealcaldesa, que subraya que gracias a Arrimadas no se ha perdido la visibilidad del partido. “Inés y Albert -prosigue- son dos personas distintas pero el proyecto político es el mismo. Siempre hemos sido el centro”. Pero sí señala algunas pequeñas diferencias: Arrimadas es más “medioambientalista” que Rivera.
¿Y detrás de la imagen política? ¿Cómo es? Villacís responde de manera clara: “Es una persona que te llama todos los días cuando tienes un bache, eso no lo hace mucha gente, te contesta a los whatsapps en seguida”.
Días de agitación interna en Ciudadanos. Pura adrenalina. Como si fuera un temazo de Led Zeppelin, el grupo favorito de Arrimadas. O de Extremoduro, otra banda que le pone las pilas. En esos momentos en los que ya no hay periodistas delante. Cuando puede respirar mientras corre, otra de sus grandes pasiones, junto a su marido. Viendo Netflix o leyendo: estos día tiene entre manos Diario, de Hélène Berr. Y siempre atenta a todo esta su perrita Suiti. Eso sí, ladra a veces cuando se dan un beso en el sofá Inés y Xavi. Porque no todo en la vida es política. ¿O sí?